Este verano me voy a coger vacaciones de los mercados, pero, como hay que comer, me voy a dedicar a promotor musical.
La historia que voy a contar parece increíble, pero os puedo garantizar que es una mentira verdadera.
Hace un mes estaba en el campo practicando con mi arco, lanzando flechas a gran distancia. Para lanzar una flecha muy lejos tienes que apuntar al cielo, y la flecha tiene que trazar una trayectoria que en análisis técnico se llamaría un techo redondeado. Cuál fue mi sorpresa al ver que la flecha se quedó parada en mitad de su trayectoria. Luego la flecha bajó lentamente hasta posarse en el suelo.
Como soy un forofo de los milagros, me acerqué a investigar. A medida que me acercaba a la flecha empecé a oír una voz que parecía que blasfemaba en japonés, pero con acento de Bilbao. De repente, ante mis ojos empezó a materializarse un objeto extraño. Era un conjunto de formas fractales que se repetían a diferentes escalas. El color del objeto cambiaba según los sonidos que se producían a su alrededor. Luego me enteré que ello era debido a que el vehículo iba equipado con un aparato que convertía el sonido en color: es un aparatito sencillo que convierte cada una de las siete notas musicales al color correspondiente del arco iris con todos sus acordes. Con ello consigue una resonancia armónica tanto en el campo auditivo como visual (los sonidos bajos inaudibles corresponden a los colores infrarrojos, pasando por los normales, hasta llegar a los agudos que sólo los perros son capaces de escuchar y que se corresponden con el color ultravioleta). Del funcionamiento de todo esto me enteré unos días después.
Estaba disfrutando del espectáculo de traducción de sonido a color cuando una zona cercana al suelo de forma hexagonal empezó a licuarse, luego pasó a la forma gaseosa, y cuando se disipó el gas, quedó un agujero hexagonal, que pronto comprendí que era una puerta que se había abierto. Por la puerta se asomó un chaval joven con aspecto bonachón, aunque no podía disimular que en esos momentos estaba contrariado.
Con una voz agradable me dijo que se llamaba Aldo, que era del planeta Cucukiki (aunque allí se escribe con unos garabatos indescifrables, según pude ver en la matrícula del vehículo). El planeta está en el sistema de la estrella Aldebarán, que es la más brillante de la constelación de Tauro.
Le pregunté si había decidido contactar conmigo debido a que soy un especimen raro. Me dijo que no tenía la menor intención de establecer contacto con una especie tan atrasada que todavía trabaja, cuando cualquier gorrión o cualquier lagartija no han trabajado nunca y tienen una vida plena en armonía con su entorno. La nave había aterrizado debido a que yo le había clavado la flecha en el depósito de hidrógeno cuando navegaba a baja altitud en modo invisible. A pesar de que la nave utiliza la energía de repulsión de imanes permanentes del mismo polo, usa el hidrógeno para iniciar la rotación de los cilindros de desgravitación.
Aldo me contó que su cerebro podía proyectar hologramas y que lo que yo estaba viendo y escuchando no era él, sino una proyección que me resultara familiar y que yo pudiera entender. Me dijo que no podía mostrar su verdadera imagen, pues todos los seres humanos, tanto machos como hembras, sentirían una atracción sexual hacia él imposible de contener.
Luego la conversación descendió a cosas materiales y me dijo que necesitaba hidrógeno para llenar el depósito. Le pregunté qué podía hacer para sacar dinero y poder comprar lo que necesitaba, y me dijo que era compositor. Hizo llegar directamente a mi cerebro sin pasar por mis oídos una música que me hizo rememorar la paz y felicidad que sentía cuando estaba en el útero materno. Me hizo navegar por un mar de sentimientos inenarrables, pero mi sentido práctico se impuso. Le dije que en este planeta la música buena no da un duro, y que si quería combustible tenía que componer la canción del verano 2013. Como en su planeta sólo usan 4 vocales y 5 consonantes, el chico hizo lo que pudo. La canción que ha compuesto me sigue pareciendo demasiado buena para que tenga éxito, pero el pobre no ha podido rebajarse más para componer algo peor.
Su cerebro ha proyectado un holograma y lo ha grabado en un soporte de memoria líquida. Hemos tenido problemas para pasar de la memoria líquida al formato de Youtube, pero lo hemos podido solucionar.
A cambio de que le promocione la canción en el blog, me dirá lo que hará la bolsa los próximos años. Además de viajar en el espacio a la velocidad de la sombra (la sombra es mucho más rápida que la luz. La prueba es que cuando llega la luz, la sombra ya está allí esperando), también puede viajar en el tiempo. Le he pedido que vaya al futuro, mire los periódicos y vuelva el 28 de diciembre para decirme qué pasará en los mercados al año que viene.
En la primera maqueta del holograma que grabó en la memoria líquida, Aldo puso como chicas del coro a todas las actrices que han salido en las películas de James Bond, pero yo le he dicho que las cambie. Como este verano vamos a tener que hacer bolos por las terrazas de los bares de la costa, no quiero que en las distancias cortas el público note ninguna diferencia entre el espectáculo en vivo y el vídeo de promoción.
Para la canción del verano 2013 Aldo ha usado la imagen de su copiloto. Quiere halagar su vanidad para no tener que pagarle las dietas mientras la nave no pueda despegar.
Tengo el honor de presentar la que será la mejor canción de todos los veranos del siglo XXI
También le hice viajar al pasado y grabar una serie de vídeos que pusieran de relieve la poca creatividad de la música terrestre. Conviene que aparente que es un ser humano y parezca que ha vivido siempre en este planeta. Como se enteren que no está bautizado ni vacunado, no nos van a dejar actuar ni en el Liceo.
A continuación, varios vídeos que grabó Aldo hace pocos días en su viaje al pasado. Como es natural, en Youtube salen con fechas anteriores a la llegada de Aldo a la Tierra. Así el público pensará que tiene una trayectoria musical anterior a que yo le clavara la flecha en el depósito. En estos vídeos muestra la misma imagen que cuando se materializa en mi presencia.
El segundo vídeo incluye una canción titulada "La cola del paro". Recientemente ha llegado al puesto número uno en el ranking del hilo musical de las oficinas del INEM.