La empresa Repsol ha decidido amortizar anticipadmente los bonos con vencimiento julio del 2023. La amortización del principal más los intereses del trimestre se hará el próximo día uno de julio. El ISIN de la emisión es el ES0273516007
Hace justo un año recomendé comprar las preferentes que iban a ser canjeadas por estos bonos. Al precio que estaban entonces las preferentes, el canje ofrecía una buena rentabilidad. Aquí se puede ver la operacion: Cómo comprar un bono de Repsol al 4.75% de rentabilidad. A esta operación se le ha sacado más de un 10% en un año con un riesgo miserable.
Si Repsol hace en estos momentos una emisión de bonos a cinco años y ofrece entre el 1.30% y el 1.40%, se la quitan de las manos. Es lógico que amortice los papelitos por los que paga el 3.50%.
Ya sé la pregunta que voy a leer en los comentarios: ¿Y ahora dónde metemos los cuartos?
Lo siento, no tengo buenas noticias: además de no poderlos meter en nada que rente un pepino, el dinero en el banco va a correr más riesgo que cuando estaba en bonos de Repsol.
Copio la respuesta a un comentario del post anterior a este, para que los que no suelen leer los comentarios sepan mi opinión al respecto.
Mi estrategia para la renta fija está pensada para aprovechar los ciclos en los tipos de interés en una situación normal. En estos momentos no estamos en una situacíón que se acerque a la normalidad, por tanto, no se puede aplicar la estrategia a rajatabla.
Incluso, aplicando la estrategia sin tener en cuenta los riesgos de contrapartida y solvencia, sería un buen momento para situar la cartera en liquidez, como dice la estrategia, para poder formar la cartera otra vez cuando se puedan conseguir intereses más altos que los que se obtienen ahora.
Pero como he dicho antes, estamos muy alejados de la normalidad. Hay que tener en cuenta otros factores para poder tomar decisiones dependiendo de qué tipo de riesgo estemos dispuestos a asumir y hasta qué cantidad de riesgo podemos tolerar.
Cuando escribí la estrategia, con los Bonos del Estado no se consideraba relevante el riesgo de contrapartida ni la solvencia. Esos dos riesgos, ahora hay que tenerlos en cuenta.
Yo he recomendado en este blog comprar chicharros de renta fija con alto riesgo, pero con el objetivo de triplicar el dinero para que así compensara el riesgo asumido. Mantener en cartera activos con riesgo que ofrecen una rentabilidad del 2.50% anual es temerario y descabellado. Pero vendiendo la cartera y quedándose en liquidez, ni se solucionan los problemas ni se evitan los riesgos, por eso hay que analizar qué tipo de riesgo queremos afrontar.
Vamos a analizar las diferentes opciones que tenemos:
Teniendo Bonos del Estado asumimos el riesgo de una quita o un impago. Aparte, si el Gobierno decidiera meter por una sola vez un fuerte impuesto al patrimonio de la gente para salir del atolladero en el que está metido, los Bonos del Estado serían difíciles de esconder para evitar el sablazo.
En caso de vender los Bonos del Estado, el problema no disminuye, pues hay que decidir dónde se mete el dinero mientras tanto. Si se tiene en el banco y realmente hay una quita importante de la deuda, la mayoría de los bancos quebrarán, pues están de Bonos del Estado hasta las cejas. El Fondo de Garantía de Depósitos ya está en números rojos, y si el Estado ha quebrado no va a pagar a los depositantes de los bancos quebrados, pues si pudiera pagar no habría quebrado.
Se pueden comprar metales para evitar el riesgo de quiebra y contrapartida, pero eso no garantiza que no se pueda perder un porcentaje del capital durante un tiempo. Yo he dicho varias veces que hace años que no pretendo ganar dinero, sino salvar los ahorros perdiendo poco.
Si se toma la decisión de coger el dinero y tenerlo en casa o en una caja fuerte para evitar la quiebra de bancos y países, todavía se asumen riesgos: te lo pueden robar, se puede quemar, pero el riesgo que me parece más importante es que Alemania se salga del euro (cosa nada descabellada). Al día siguiente, los euros de tu colchón habrían perdido la mitad de su poder adquisitivo.
Puede que ocurra un colapso financiero mundial que nunca ha pasado. Tratar de adivinar cómo se va a desarrollar para protegerse es casi imposible.
Como me preguntas qué haría yo personalmente, te digo que procuraría tener suficientes metales preciosos para poder comer un par de años. Aparte de eso, una vivienda en propiedad que no tenga hipoteca ni cargas. Y si eres goloso, 300 kilos de miel.
Siento no poder darte soluciones mejores, pero es que no las he encontrado.