Tanto el SP500 como el Eurostoxx50 han formado una pequeña cabeza con hombros. Esta figura es pequeña y como es natural no es tan fiable como cuando la misma figura indica un cambio de tendencia primaria.
Lo más probable es que los mercados permanezcan bajistas durante este verano como resultado de esta cabeza con hombros.
¿Qué podemos hacer al respecto?
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Lo más probable es que los mercados permanezcan bajistas durante este verano como resultado de esta cabeza con hombros.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Como siempre, el abanico de posibilidades es infinito. Veamos unas cuantas:
- - Los que han hecho la operación de venta de UPRO y compra de un call del SP500, podrían vender ese call aprovechando algún rebote, y no recomprarlo a menos que la pequeña cabeza con hombros falle y rompa al alza el hombro derecho.
- - Los que mantienen la compra de SDS y la compra de 7 puts, pueden vender los puts y mantener comprado el SDS hasta que se de la vuelta.
- - Los que todavía creen que este rebote se va a convertir en una tendencia primaria alcista sin correcciones, deberían extremar las precauciones, ir soltando lastre, o como mínimo cubrir sus posiciones largas con la compra de puts.
- - Los más valientes podrían aprovechar cualquier rebote para vender futuros cerca de la línea clavicular. Sin perder de vista el máximo del hombro derecho.
- - Los más prudentes podrían gastarse unos 300$ comprando un put 700 del SP500 con vencimiento septiembre (a una cotización de 6 puntos aproximadamente). Si hay una bajada rápida pueden doblar el dinero antes del vencimiento, y si falla la cabeza con hombros todavía se podrá vender perdiendo menos de la mitad.
- - Otra posibilidad es operar con la volatilidad. Como si hay descensos fuertes la volatilidad aumenta, podemos comprar opciones call de septiembre del VIX. Se pueden comprar calls con strike 35 o strike 40 del vencimiento de septiembre del VIX. Cotizan entre 2 y 3 puntos lo que representa un riesgo total de entre 200 y 300 dólares por cada call comprado.
- - Y por último, la opción más cómoda: como viene el verano y hace calor, vender toda la renta variable que se tenga en cartera, irse a la playa dos meses sin mirar el ordenador, y a la vuelta sacar las cuentas de lo que no se ha perdido.
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