El inicio del invierno
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del invierno, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más austral. El día que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Sur (-23º 27') y permanece casi sin moverse durante varios días, y por eso, a esta circunstancia se la llama también solsticio (“sol quieto”) de invierno. En este instante en el hemisferio sur se inicia el verano.
El día del solsticio de invierno corresponde al de menor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más tarde y aquél en que se pone más pronto. Un hecho circunstancial no relacionado con el inicio de las estaciones se da también en esta época: el día del perihelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más cercanos entre sí a lo largo del año. Es esta mayor proximidad al Sol la causa de que la Tierra se mueva más rápidamente a lo largo de su órbita elíptica durante el invierno (según la conocida como tercera ley de Kepler) y por lo tanto, la duración de esta estación sea la menor.
Hay evidencias de que el solsticio se viene celebrando desde el neolítico.
Los principales ejes de Stonehenge parecen haber sido cuidadosamente alineados sobre una línea que apunta a la puesta del sol del solsticio de invierno.
En tiempos posteriores se celebraba en esas fechas las fiestas en honor de Baco, Saturno, etc., en las que se relajaban las costumbres y se daba rienda suelta a los instintos.
300 años después de Cristo, el emperador Constantino que anteriormente era un fiel seguidor de las tradiciones paganas, decidió que Jesús había nacido el 25 de diciembre para poder canjear esa celebración por las clásicas fiestas del solsticio. Si hubiera abolido estas fiestas podrían haberse producido desordenes sociales, pero cambiándoles el nombre el pueblo se “tragó” el asunto mucho mejor.
El mejor consejo que os puedo dar para vuestro bienestar, salud y felicidad en estas fechas es que toméis todos los días zumo de granada recién exprimido. Os recomiendo encarecidamente que adoptéis esta costumbre todos los años desde el mes de noviembre cuando llegan las primeras granadas hasta que se terminan en enero.
Aquí se pueden leer todas las propiedades de esta magnifica fruta.
Mi definición personal es: granada, arma arrojadiza contra la anemia.