Se trata de superdotados que padecen alguno de los trastornos del espectro autista. Este espectro engloba las siguientes enfermedades: Déficit de Atención con Hiperactividad, Déficit de Atención, Trastornos Generalizados del Desarrollo, Autismo, Síndrome de Asperger, Síndrome de Rett
Paradójicamente, estos seres que rayan en la genialidad han llegado a esa situación debido a un bloqueo de la mitad de su cerebro. La mitad del cerebro que se encarga de las relaciones sociales queda bloqueado, y parece ser que la otra mitad puede funcionar al 100% de su capacidad al no tener que pasar el filtro al que lo somete la otra mitad.
Precisamente, la falta de capacidad para relacionarse con los demás y con el entorno, les otorga una concentración, unas habilidades y una memoria prodigiosas. También se muestra en los vídeos como se puede bloquear artificialmente esas partes del cerebro aplicando magnetismo para que personas que no sufren ninguna enfermedad del espectro autista cambien sustancialmente su forma de percibir la realidad.
Es curioso como el condicionamiento social y cultural produce que una parte del cerebro se vea profundamente limitado. Como la relación con los demás y la aceptación de las normas sociales empañan los cristales de nuestras gafas e impiden percibir la realidad sin distorsiones. Es un interesante tema para meditar.
Muchos de estos casos de autismo se producen debido a los efectos secundarios de las vacunas. A pesar de que estos riesgos figuran en la Web de la Asociación Española de Pediatría, esa información no suele llegar a los padres cuando llevan a vacunar a sus hijos. Las vacunas se venden como obligatorias y exentas de riesgos, lo cual es falso en ambos casos.
Alguien puede pensar que ser superdotado no es ningún riesgo, pero hay que matizar un poco el asunto: el 99% de los autistas no alcanzan este nivel y sólo se quedan con los problemas, y estos superdotados sólo lo son en una parcela de su vida, pero fuera de ella no son capaces de atarse los cordones de los zapatos.