Ya está disponible la descarga del software y la nueva base de datos ampliada con 25.000 valores para poder ver los nuevos gráficos en cinco dimensiones y las tablas de datos en Linux y Mac. Descargar aquí Los nuevos gráficos en 5 dimensiones para Linux y Mac
Ayer entró a cotizar Amadeus. Está previsto en los mecanismos de actualización que se puedan incorporar los nuevos valores a la base de datos. Desde ayer por la tarde, el gráfico de Amadeus está disponible en el disco duro de todos los usuarios.
Aparte de tener el gráfico, espero que no se le ocurra a nadie comprarlo. Cuando haya bajado el 70%, como suelen hacer la mayoría de las nuevas colocaciones, ya miraremos el gráfico para ver el momento de entrada.
En los comentarios me han pedido que escriba mi opinión sobre los temas que se trataron en los vídeos de Santiago Niño Becerra y Marc Vidal. No me gusta opinar sobre temas de los que no tengo una estadística que avale la toma de decisiones, pero ya que lo han pedido, voy a dar mi opinión. Tened en cuenta que es una opinión personal no refrendada por nada que se pueda comprobar matemáticamente.
Niño Becerra habla de deflación, pero yo veo más probable una superinflación con intereses negativos. Pienso que esta posibilidad es la más sencilla de adoptar para que puedan salvar la cara el atajo de sinvergüenzas y mangantes que dominan el mundo. Lo solucionaría todo, incluso los sumisos borreguitos quedarían contentos.
Hablan de que el CEO de Goldman Sach dice que cobran mucho porque hacen un trabajo de Dios. Estoy de acuerdo con el CEO de Goldman: el trabajo de Dios se identifica por decidir sobre la vida y la muerte, la salud o la enfermedad, y la opresión o la libertad de la población mundial. En efecto, ellos toman esas decisiones, por tanto, deberían cobrar lo mismo que cobra Dios. También nos harían un favor a todos si los amos del mundo imitaran a Dios en su jornada laboral: después de siete días Dios descansó, pero no un día como hacen creer a todos, sino el resto de la eternidad. Los políticos corruptos y los que ocupan las poltronas de los organismos reguladores también podría hacerle un favor al planeta y descansar en paz el resto de la eternidad como hizo Dios.
Luego hablan de los culpables de la crisis. Mi opinión políticamente incorrecta, como la mayoría de mis opiniones, es que los culpables de la crisis somos todos:
1 - Somos culpables por permitir que la clase política parasitaria de todo el mundo esté formada por delincuentes de vía estrecha que ni siquiera son lo suficientemente pillos para disimular sus corruptelas.
2 – Culpables por delegar las cosas importantes de nuestra vida en “expertos” a sueldo que lógicamente sólo van a cuidar sus propios intereses. Se delega alegremente la salud, la gestión del dinero, la educación de los hijos, y hasta el código de conducta o la escala de valores. Los resultados de esta irresponsabilidad están a la vista de todos.
Soluciones: que el pueblo recupere el poder del que se habla con palabras grandilocuentes y asuma sus responsabilidades. Posibilidad de que esto ocurra: ninguna. Ya se han encargado los pastores de llevar a la manada a un redil de pensamiento del que no hay ninguna salida intelectual. Cualquier salida pasa por cuestionar los dogmas de fe que todo el mundo tiene grabados a fuego en su cerebro. A la mayoría le parece casi inmoral el hecho de poner en duda su condicionamiento cultural, lo cual demuestra que los pastores han logrado su objetivo. Sólo hay que leer el rechazo visceral cuando pongo algún ejercicio de discernimiento.
Santiago dice que los partidos no tienen ideología. Discrepo. Sí que la tienen: adoran el dinero y el poder. Y a ninguno le importa descuartizar a su abuela para conseguirlo.
Estoy de acuerdo con la Micro burguesía low cost de la que habla Marc Vidal. Es el resultado del adocenamiento de la población a la que le han sustituido la escala de valores por un listado de caprichos con nombre y marca. A la gente le han dicho cómo, dónde, cuándo y de qué forma ser feliz. Pero nadie se ha percatado de que, la felicidad natural, que se obtiene por el mero hecho de estar vivo, sano y poder escuchar cómo trinan los pajaritos, se la han cambiado por alguna satisfacción esporádica y poco duradera. Con un inconveniente: el saber seguro la impermanencia de cada satisfacción empaña y devalúa el momento de su deleite.
Comprar una vivienda: según la sagrada ley de oferta y demanda, salvo superinflación galopante, la vivienda tiene que llegar a costar la mitad de su precio máximo. Pero seguramente, el que no tenga el dinero en rama no podrá comprar a esos precios.
Con lo del fondo de garantía estoy de acuerdo. Si caen un par de entidades medianas, no hay ni para empezar. El estado garantiza 100.000 euros, ¿pero quién garantiza al estado?
En los últimos dos años algunas personas me han preguntado cómo se podría proteger el patrimonio para que conservara su poder adquisitivo. Siempre he contestado lo mismo: no tengo ni la más remota idea. Y no ha sido por falta de dedicarle horas a pensar sobre el tema, pero no se me ha ocurrido nada interesante.
Las dos ideas que considero menos malas de las que he pensado (son malas, pero no tengo mejores), son las siguientes:
1 – Almacenar miel en bidones de 300 kilos en una planta baja. Si lo pensáis detenidamente, puede tener sus ventajas. El inconveniente es que te la pueden robar.
2 – Partiendo de la base de que el dinero puede que llegue a tener poco valor, asumir riesgos importantes. El razonamiento es el siguiente: si de todas formas, aunque no haga nada, puede que mi dinero llegue a no valer casi nada. Voy a asumir riesgos altos con ese dinero que se puede evaporar, para conseguir cantidades industriales de dinero.
Si se consigue una cantidad de dinero importante, ya se podría diversificar en cosas descorrelacionadas (vivienda, tierra agrícola, metales preciosos, acciones, bonos, materias primas, productos no perecederos, etc.), para intentar, aunque sólo sea por suerte, que alguna de ellas valga para algo.
Que conste que no quería hablar de estos temas. Espero que a nadie se le indigesten.
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