Qué cómodo es tener una patente de corso y gozar de impunidad absoluta. Hasta te puedes permitir el lujo de hacer reproches a los que se quejen, para que se lo piensen bien antes de volver a reclamar.
Qué divertido debe de ser hacer leyes y directivas como la MIFID, para saltar con ellas a la comba y luego presentarlas ante los tontos como bandera de transparencia y eficacia.
Qué sensación más reconfortante se debe de experimentar al saber que estás por encima de la ley y que puedes humillar a las víctimas de las que abusas gracias a tu posición.
Esta borrachera de poder e impunidad siempre suele acabar de la misma forma: con el tiempo, el poderoso se convence de que lo que hace no es un delito sino su derecho, no toma precauciones, y acaba por no disimular sus fechorías. Lo que vulgarmente se llama “ahorcarse con su propia cuerda”
Lo anterior, que sería grave en cualquier país civilizado, en el país de la picaresca no se considera extraño, pues cualquiera haría lo mismo si estuviera en el lugar de los poderosos.
Vamos a lo que vamos
Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que había que saber que el boletín del AIAF no lleva los datos de la fecha de su membrete sino los de otra diferente. Ahora ya no hay que hacer ninguna conversión de fechas para poder certificar los abusos y desmanes acaecidos en un mercado que debería cumplir la MIFID y que pertenece al prestigioso grupo que cotiza en bolsa “BOLSAS Y MERCADOS ESPAÑOLES”. Mercado regulado por la MIFID, la CNMV, el Banco de España, la Fiscalía General del Estado y por cualquier ciudadano al que la Constitución (bonita palabra hueca) le otorga el derecho de denunciar e incluso detener cuando hay delito flagrante.
Como ya dije que en el mercado SEND, que tiene el terrible defecto de ser transparente (por ello no funcionará nunca), lo poco que se contrata se hace a precios reales, suele producir una divergencia de precios con el mercado AIAF de entre un 10% y un 20% en el mismo día. Ver este post La fábula de los dos perros de Samaniego: la MIFID y el AIAF
A la hora de imprimir los boletines del AIAF y del SEND esto producía problemas. De ahí la excusa del baile de fechas alegado por el AIAF. Pero entre el calor que hace, que no apetece complicarse la vida, y la sensación de impunidad absoluta, han optado por el camino fácil: hacer dos apuntes en los boletines en los que ha cotizado algún producto en el SEND (cosa que ocurre pocas veces y debería pasar desapercibida).
En los boletines del AIAF se pueden ver dichos apuntes duplicados pero con precios “groseramente manipulados” (valga esta expresión con la que nos entendemos últimamente).
En dichos boletines oficiales del AIAF, que yo he guardado en mi disco duro por si hubiera bailes de cifras, y que podéis consultar aquí, veremos lo siguiente:
13 de julio
Fenosa a 87.549
Fenosa a 71
14 de julio
Endesa a 95.25
Endesa a 84.713
Fenosa a 101.193
Fenosa a 83
16 de julio
Fenosa a 93.943
Fenosa a 83
AMPLIACIÓN POSTERIOR AL POST
20 de julio
Endesa a 94.939
Endesa a 85
22 de julio
Fenosa a 89.52.9
Fenosa a 79.038
Habrá algún lector que estará sonriendo por debajo del bigote pensando que él no ha comprado a esos precios, y, por tanto, que se fastidie el primo que ha caído en la trampa. Siento tener que decirle que no debería alegrarse tan pronto: es posible que alguno de esos precios absurdos y delictivos los haya pagado algún fondo de inversión o fondo de pensiones del que él es partícipe.
Recomiendo a los de ABAJO que abran el paraguas, pues los de ARRIBA van a tirar de la cadena de su WC y les puede salpicar. Y, a pesar de que lo llaman inodoro, hay que ver lo mal que huele, sobre todo en verano.
ARRIBA LOS DE ABAJO. Aunque sólo sea un poquito, para estar por encima del nivel de la alcantarilla de los de ARRIBA.