Ya sé que hoy en día esa cifra casi no llama la atención, pero no es la única vez que se ha hecho. El desgobierno de Expaña lo suele hacer alrededor de 4 ó 5 veces cada año.
Se trata de la emisión de un nuevo bono sindicado a 10 años con vencimiento al 31 de octubre de 2033. En esta emisión sindicada, el Tesoro ha dado mandato a Barclays, BBVA, Credit Agricole CIB, Deutsche Bank, Goldman Sachs Bank Europe SE y Santander para colocar esta emisión.
Una emisión de un bono sindicado no tiene nada que ver con las subastas que se hacen mensualmente. En las subastas, el Tesoro suele pagar justo el interés de mercado para ese plazo. En cambio, en una emisión sindicada, los bancos colocadores tienen que ganar dinero, por tanto, el interés a pagar por los contribuyentes durante los 10 años de vida del bono, siempre es superior.
Los retrasados mentales que detentan el poder en Expaña, que piensan en primer grado, calculan que haciendo emisiones sindicadas se podrá colocar más cantidad de deuda total en el mercado, pero eso es falso de toda falsedad.
Explico cómo se desarrolla la obra de teatro del regalo de 78 millones:
El Tesoro da el mandato a los bancos arriba citados de colocar 13.000 millones de euros.
Los bancos miran el interés que se está pagando en el mercado por los bonos españoles a 10 años, y colocan esa emisión cobrando al Tesoro un 0.10% de interés mayor que el interés de mercado. Como es natural, los bancos están muy cargados de deuda tóxica del Tesoro español, y no tienen ninguna intención de aumentar su cartera con deuda incobrable.
Lo que hacen es quedarse con la nueva emisión, y vender en el mercado la misma cantidad de deuda española que han suscrito, quedándose con un jugoso 0.10% de interés en el bolsillo, sin asumir ningún riesgo, y rezando que en las próximas elecciones siga al mando del Gobierno la misma gente iletrada.
¿De dónde salen los 78 millones de regalo?
Para sacar la cuenta hay que conocer que 0.10 puntos de interés en un bono a 10 años, se corresponden con un 0.60% del precio del bono, que los bancos han pagado de menos y han vendido de más en el mercado.
Y el 0.60% de 13.000 millones, son justo la cantidad de 78 millones que les han sido regalados a dichos bancos en el día de hoy.
El Departamento que dirige Nadia Calviño declara que el importe de esta emisión refleja la "confianza" de los inversores en el desarrollo y evolución de la economía española.
Hay que ser muy inocente para pensar que eso se ha colocado a inversores.
Incauto es pensar que esos inversores han comprado la deuda viendo la evolución (realmente es involución) de la economía española.
Y una tontería regalar 78 millones pudiendo colocar los mismos bonos sin regalar esos milloncejos.
Cuando el BCE deje definitivamente de comprar deuda incobrable de países juerguistas, los millones de pequeños inversores, que representan la carne de cañon de los mercados de deuda basura, comprando dicha deuda a través de fondos de inversión, chocarán abruptamente con la cruel realidad, y entonces comprenderán el completo significado de la frase bíblica "Vendrá el llanto y el crujir de dientes".
Los inversores en fondos duermen tranquilos pensando que están en manos de "expertos", pero desgraciadamente para ellos, en la mal llamada gestión de fondos de inversión ocurre una extraña paradoja.
EXPLICACIÓN DE LA PARADOJA DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA CARTERA DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN
Todo el mundo sabe que el gran público siempre acaba comprando en el peor momento cuando los precios están en máximos y acaba vendiendo en los suelos cuando los activos no pueden bajar más.
Pues bien. Precisamente lo mismo se ven obligados a hacer los administradores del flujo de entradas y salidas de dinero en los fondos:
No tienen más remedio que comprar activos con precios en burbuja, obligados por las masivas entradas de dinero fresco que tienen que colocar donde sea.
Y se ven obligados a vender durante el pánico, cuando los partícipes se enteran de que el valor del fondo está cayendo como una piedra y reembolsan su dinero.
Como se puede ver, aunque el administrador (mal llamado gestor) supiera muy bien lo que hace, no tiene la menor posibilidad de impedir que la colocación de los activos del fondo sea asignada por los partícipes, que, como es de dominio público, se equivocan siempre.
Se trata de la emisión de un nuevo bono sindicado a 10 años con vencimiento al 31 de octubre de 2033. En esta emisión sindicada, el Tesoro ha dado mandato a Barclays, BBVA, Credit Agricole CIB, Deutsche Bank, Goldman Sachs Bank Europe SE y Santander para colocar esta emisión.
Una emisión de un bono sindicado no tiene nada que ver con las subastas que se hacen mensualmente. En las subastas, el Tesoro suele pagar justo el interés de mercado para ese plazo. En cambio, en una emisión sindicada, los bancos colocadores tienen que ganar dinero, por tanto, el interés a pagar por los contribuyentes durante los 10 años de vida del bono, siempre es superior.
Los retrasados mentales que detentan el poder en Expaña, que piensan en primer grado, calculan que haciendo emisiones sindicadas se podrá colocar más cantidad de deuda total en el mercado, pero eso es falso de toda falsedad.
Explico cómo se desarrolla la obra de teatro del regalo de 78 millones:
El Tesoro da el mandato a los bancos arriba citados de colocar 13.000 millones de euros.
Los bancos miran el interés que se está pagando en el mercado por los bonos españoles a 10 años, y colocan esa emisión cobrando al Tesoro un 0.10% de interés mayor que el interés de mercado. Como es natural, los bancos están muy cargados de deuda tóxica del Tesoro español, y no tienen ninguna intención de aumentar su cartera con deuda incobrable.
Lo que hacen es quedarse con la nueva emisión, y vender en el mercado la misma cantidad de deuda española que han suscrito, quedándose con un jugoso 0.10% de interés en el bolsillo, sin asumir ningún riesgo, y rezando que en las próximas elecciones siga al mando del Gobierno la misma gente iletrada.
¿De dónde salen los 78 millones de regalo?
Para sacar la cuenta hay que conocer que 0.10 puntos de interés en un bono a 10 años, se corresponden con un 0.60% del precio del bono, que los bancos han pagado de menos y han vendido de más en el mercado.
Y el 0.60% de 13.000 millones, son justo la cantidad de 78 millones que les han sido regalados a dichos bancos en el día de hoy.
El Departamento que dirige Nadia Calviño declara que el importe de esta emisión refleja la "confianza" de los inversores en el desarrollo y evolución de la economía española.
Hay que ser muy inocente para pensar que eso se ha colocado a inversores.
Incauto es pensar que esos inversores han comprado la deuda viendo la evolución (realmente es involución) de la economía española.
Y una tontería regalar 78 millones pudiendo colocar los mismos bonos sin regalar esos milloncejos.
Cuando el BCE deje definitivamente de comprar deuda incobrable de países juerguistas, los millones de pequeños inversores, que representan la carne de cañon de los mercados de deuda basura, comprando dicha deuda a través de fondos de inversión, chocarán abruptamente con la cruel realidad, y entonces comprenderán el completo significado de la frase bíblica "Vendrá el llanto y el crujir de dientes".
Los inversores en fondos duermen tranquilos pensando que están en manos de "expertos", pero desgraciadamente para ellos, en la mal llamada gestión de fondos de inversión ocurre una extraña paradoja.
EXPLICACIÓN DE LA PARADOJA DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA CARTERA DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN
Todo el mundo sabe que el gran público siempre acaba comprando en el peor momento cuando los precios están en máximos y acaba vendiendo en los suelos cuando los activos no pueden bajar más.
Pues bien. Precisamente lo mismo se ven obligados a hacer los administradores del flujo de entradas y salidas de dinero en los fondos:
No tienen más remedio que comprar activos con precios en burbuja, obligados por las masivas entradas de dinero fresco que tienen que colocar donde sea.
Y se ven obligados a vender durante el pánico, cuando los partícipes se enteran de que el valor del fondo está cayendo como una piedra y reembolsan su dinero.
Como se puede ver, aunque el administrador (mal llamado gestor) supiera muy bien lo que hace, no tiene la menor posibilidad de impedir que la colocación de los activos del fondo sea asignada por los partícipes, que, como es de dominio público, se equivocan siempre.