El viernes, el gráfico del oro mostraba 4 techos formados durante los últimos 3 años. Esa figura potente por sus implicaciones, llamaba la atención de mucha gente, sobre todo de los principiantes. Aquí se puede ver.
En todos los libros que han sido escritos leyendo otros libros y sin ninguna aportación del autor, dice que si una figura potente formada durante 3 años se rompe al alza, la proyección es que se produzca una subida fuerte y rápida, y los pardillos que han leído esos libritos, colocan órdenes con stop de compra cuando el oro rompa la zona de los 2070 que nunca había conseguido superar.
Pero en esos libritos casi nunca se habla de que el mercado es un mar embravecido infestado de tiburones, que se alimentan de sangre fresca que entra en los mercados cada día, pensando que ganar dinero es fácil, con el único esfuerzo de haberse leído un par de panfletos y haber asistido a un seminario gratuito. Tampoco suelen decir esos libritos que cuando se produce una rotura muy fuerte, hay un 80% de posibilidades de que dibuje una vuelta a la rotura, y tampoco dicen que es mejor esperar al cierre para ver si la rotura ha resistido toda la sesión, y poder analizar el volumen, que es un buen detector de trampas.
Los tiburones huelen la sangre fresca, porque conocen la psicología de los pardillos, y saben lo que van a hacer antes de que lo hagan. No hace falta tener mucha experiencia para imaginar que por encima de los 2070 del oro habría colocadas miles de órdenes de compra on stop procedentes de los novatos de cualquier parte del planeta (dentro del grupo de novatos también se encuentran gestores de fondos, de sicav, de family office y asesores de grandes patrimonios. Los gestores y asesores son los novatos, pero la sangre fresca que se inmola en el altar del sacrificio es la de los clientes).
Conociendo las circunstancias, los tiburones han preparado la trampa con un cebo jugoso para la apertura de los metales de la noche del domingo (que en inglés se llama "Bull trap"). Se trataba de poner una orden de compra fantasma muy grande por encima de todos los stops de compra, para que el precio hiciera saltar todos los stops, la mayoría sin precio límite de ejecución (casi nadie sabe ni que existe). Y enseguida los tiburones sólo tenían que ponerse en el lado de las ventas, pero sin forzar el papel, sólo dando contrapartida a las órdenes de compra, sin que quedara volumen fuerte a la venta. Eso se llama zona de distribución, y el papel pasa de las manos fuertes a las manos débiles.
Las manos débiles, como su nombre indica, operan sin ninguna estrategia ni conocimiento de los mercados, y para que el miedo a perder sea soportable, cuando compran algo suelen poner una orden de venta on stop. Como a los tiburones les resultaría difícil saber en qué zonas se han colocado esas órdenes de venta on stop, ya que el miedo de los principiantes es muy variable, han decidido bajar 100$ el precio del oro intradía, pensando que muy pocos de los que habrían caído en la trampa alcista pondría el stop a más de 100$ de su orden.
Resumen: Todos los que han mordido el cebo y han entrado en la rotura al alza, han sido forzados a salir con cuantiosas pérdidas durante el mismo día.
La figura que ha hecho hoy el oro es una figura clásica que se llama "vuelta en un día", pero tengo que decir que la figura de hoy es la vuelta en un día más bestia y más sanguinaria que he presenciado en toda mi vida.
LA FIGURA DE VUELTA EN UN DÍA VISTA CON DETALLE
La plata ha hecho prácticamente lo mismo que el oro, a pesar de que su gráfico no había roto ninguna figura ni había superado ninguna resistencia, pero ha vibrado por resonancia con el oro, pues los dos metales suelen ser vasos comunicantes.
En todos los libros que han sido escritos leyendo otros libros y sin ninguna aportación del autor, dice que si una figura potente formada durante 3 años se rompe al alza, la proyección es que se produzca una subida fuerte y rápida, y los pardillos que han leído esos libritos, colocan órdenes con stop de compra cuando el oro rompa la zona de los 2070 que nunca había conseguido superar.
Pero en esos libritos casi nunca se habla de que el mercado es un mar embravecido infestado de tiburones, que se alimentan de sangre fresca que entra en los mercados cada día, pensando que ganar dinero es fácil, con el único esfuerzo de haberse leído un par de panfletos y haber asistido a un seminario gratuito. Tampoco suelen decir esos libritos que cuando se produce una rotura muy fuerte, hay un 80% de posibilidades de que dibuje una vuelta a la rotura, y tampoco dicen que es mejor esperar al cierre para ver si la rotura ha resistido toda la sesión, y poder analizar el volumen, que es un buen detector de trampas.
Los tiburones huelen la sangre fresca, porque conocen la psicología de los pardillos, y saben lo que van a hacer antes de que lo hagan. No hace falta tener mucha experiencia para imaginar que por encima de los 2070 del oro habría colocadas miles de órdenes de compra on stop procedentes de los novatos de cualquier parte del planeta (dentro del grupo de novatos también se encuentran gestores de fondos, de sicav, de family office y asesores de grandes patrimonios. Los gestores y asesores son los novatos, pero la sangre fresca que se inmola en el altar del sacrificio es la de los clientes).
Conociendo las circunstancias, los tiburones han preparado la trampa con un cebo jugoso para la apertura de los metales de la noche del domingo (que en inglés se llama "Bull trap"). Se trataba de poner una orden de compra fantasma muy grande por encima de todos los stops de compra, para que el precio hiciera saltar todos los stops, la mayoría sin precio límite de ejecución (casi nadie sabe ni que existe). Y enseguida los tiburones sólo tenían que ponerse en el lado de las ventas, pero sin forzar el papel, sólo dando contrapartida a las órdenes de compra, sin que quedara volumen fuerte a la venta. Eso se llama zona de distribución, y el papel pasa de las manos fuertes a las manos débiles.
Las manos débiles, como su nombre indica, operan sin ninguna estrategia ni conocimiento de los mercados, y para que el miedo a perder sea soportable, cuando compran algo suelen poner una orden de venta on stop. Como a los tiburones les resultaría difícil saber en qué zonas se han colocado esas órdenes de venta on stop, ya que el miedo de los principiantes es muy variable, han decidido bajar 100$ el precio del oro intradía, pensando que muy pocos de los que habrían caído en la trampa alcista pondría el stop a más de 100$ de su orden.
Resumen: Todos los que han mordido el cebo y han entrado en la rotura al alza, han sido forzados a salir con cuantiosas pérdidas durante el mismo día.
La figura que ha hecho hoy el oro es una figura clásica que se llama "vuelta en un día", pero tengo que decir que la figura de hoy es la vuelta en un día más bestia y más sanguinaria que he presenciado en toda mi vida.
La plata ha hecho prácticamente lo mismo que el oro, a pesar de que su gráfico no había roto ninguna figura ni había superado ninguna resistencia, pero ha vibrado por resonancia con el oro, pues los dos metales suelen ser vasos comunicantes.