Los judíos sefardíes y las juderías, el caso de Aragón
Seguimos profundizando en nuestro análisis y reflexiones sobre la cultura judeo-cristiana y en particular los judíos en Aragón, por lo tanto los sefardíes en Aragón. En ocasiones también se habla, perteneciendo al mismo campo semántico de sinónimos, de sefaradíes, sefaraditas, sefarditas, que como indicamos son los judíos que vivieron no sólo en Aragón, sino España instalados en los dominios de la Corona de Castilla y la de Aragón hasta que fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1492, con centenas de miles de sus descendientes especialmente en LatinoAmérica y Estados Unidos, también en España, Polonia y Este de Europa, etc. que quieren recuperar la nacionalidad española, entre otros motivos poque siempre han estado con sus raíces y en particular la cultura española.
Pues bien, con la conquista cristina en la Edad Media, o Reconquista, la población judía siguió morando a nivel de comunidad en las mismas viviendas dentro de un mismo barrio y esa demarcación es lo que se denomina judería, espacio abierto inicialmente a otras culturas y religiones, si bien con la finalidad de preservar la cultura, costumbres, leyes etc propias del pueblo judío. El creciente poder hegemónico cristiano fue impulsando el aislar a los judíos y su cultura y finalmente con Alfonso III y un decreto de 1288 los judíos fueron “alojados” en determinadas zonas de los pueblos y ciudades e incluso se les “confinó perimetralmente” con murallas en las denominadas juderías.
Las juderías más importantes de Aragón, que de manera inteligente y con mente abierta, se están impulsando cada vez como referencia cultural, financiera y especialmente turística son las siguientes.
a) La judería de Zaragoza fue sin duda la más importante, llegando a tener más de 1.500 habitantes. A partir del decreto de Alfonso III la mezcla cultural e interrelación con otras culturas se perdió casi en su totalidad y lo que se fomentó por la presión cultural y normativa cristiana y sus “murallas”. Los dos barrios eran el de la judería vieja entre la calle Mayor, la de San Gil y el Coso; por otro lado estaba la denominada judería nueva en la zona de San Miguel, también llamada de los Callizos y donde todavía permanece una sala de baños públicos del siglo XIII.
b) La judería de Calatayud, que llegó a tener casi mil habitantes, en torno a la Cuesta de Santa Ana y la ermita de la Consolación.
c) La judería de Huesca, con tres sinagogas, estaba localizada por la puerta de Ramián. Y la de Jaca, con dos sinagogas, en el barrio del Castellar.
d) Tarazona disponía de una de las juderías, tanto entonces como ahora, más activas. Con dos sinagogas que atraían a más de doscientos fieles, estaba enclavadas fundamentalmente en la actual sede del Palacio Episcopal.
e) Otras juderías: Teruel, Caspe, Alcañiz, Híjar (quizás la sinagoga mejor conservada de todo Aragón) , Almunia de Doña Godina, Épila, Almonacid de la Sierrra, Biel, Uncastillo, Sos del Rey Católico, Luesia, El Frago, Tauste, Aguarón, …