En defensa de la Bicicleta de Montaña y sus Rutas de Cultura y Naturaleza – II : Tiempo de otoño, tiempo de setas
Nuestra recientemente autorizada por el Gobierno de España “Asociación en defensa de la Bicicleta de Montaña y sus Rutas de Cultura y Naturaleza” está en estos días en plena efervescencia terminando flecos de tipo administrativo, preparando toda su estructura infraestructura informática y comenzando a programar reuniones con diversas empresas, instituciones y corporaciones públicas. Por supuesto seguimos con las MTB salidas habituales y esperamos ser de alguna manera un instrumento de apoyo en favor del Turismo de Cultura y Naturaleza potenciando y dando a conocer rutas en dicho contexto.
En esta época de otoño, aunque están presentes en todas las estaciones del año, las setas son consustanciales y parte especial de buena parte de paisajes de todo tipo, por supuesto de determinadas rutas de bicicleta de montaña. Destacamos en esta ocasión, entre otras muchas, algunas zonas geográficas y determinados tipos de setas y hongos que pueden encontrarse. Concretamente nos referimos a zonas de pinares, bien urbanos tipo los “Pinares de Venecia” en Zaragoza o bien otros parajes más montañosos de tipo pirenaico en el Valle del Aragón, Valle de Aruej en la Edad Media, en parajes cercanos a localidades como Jaca, Castiello de Jaca, Villanúa, Canfranc, Somport y otros.
En zonas de pinares urbanos pueden observarse especies tipo “Russula”, pero sobre todo “Agaricus Macrosporus”. En zonas más propicias a la biodiversidad de la pléyade micológica son frecuentes el “Lactarius Deliciosus” (rebollón), el “Cantharelus Cibarius” (rebozuelo) ,así como muchas otras como “Amanita Muscaria”, considerada esta última como venenosa y alucinógena. Con un poco de suerte y mucha paciencia normalmente, se puede encontrar en paisajes pirenaicos alguna de las “joyas de la corona micológica” como el apreciado Boletus Edulis, de lo más cotizado por su alto valor gastronómico y culinario.
Luis Ferruz / Escritor y economista /