Energía y precios XIV: Política, geopolítica y gas argelino
La clase política es en ocasiones una casta aparte con diversas “tribus”, cada una de ellas con función objetivo diferenciada pero teniendo en común estar trufada normalmente de cortoplacismo electoral permanente y en donde abundan vividores con muchos intereses y pocas ideas concretas de largo plazo y visión de Estado. Los partidos políticos y otras organizaciones a su alrededor son para algunosvividores auténticas oficinas de empleo, colocación y promoción, a veces de por vida.
En temas de energía y precios, sobre todo el gas y su incidencia en la factura eléctrica, vivimos en estos días una auténtica ceremonia de la confusión, siendo los principales paganos y sufridores los consumidores, en donde los diferentes y excesivos niveles administrativo-político-burocráticos (Ayuntamientos, Diputaciones, Comarcas, Gobiernos Autonómicos, Gobierno Central y Gobierno de la Unión Europea) con importante voracidad fiscal recaudatoria se echan la pelota, como suele ser habitual en la Historia y sobremanera en la gran burocracia actual, unos a otros con resultado de muchas buenas intenciones y promesas, pero casi nula concreción, presupuestos y calendarización de acciones y estrategia conjunta. Salvo un gran dispendio de dinero público, pomposas ruedas de prensa y mucho ruido mediático tampoco conviene esperar mucho en este contexto de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow.
En medio de un intenso bla,bla,bla, buenismo exacerbado y demagogia ecologista folclórica no científica, se agudizan las tensiones geopolíticas, la dependencia energética de España del gas y su factura. Argelia ha roto diplomáticamente con Marruecos y no le suministrará gas natural a partir del 1 de noviembre por medio del gasoducto Magreb-Europa, que comunica Argelia con España, aunque sí suministrará a la piel de toro mediante el gasoducto submarino Medgaz, pero podrían surgir problemas técnicos derivados de la necesaria ampliación del Medgaz. Y el horno, muy sobrecalentado, no está para más bollos.
Luis Ferruz Agudo / Escritor / Economista especializado en planes de viabilidad