Siguiendo con el artículo anterior donde explicaba la visión que el que aquí escribe tenía acerca de la burbuja que estamos viviendo en torno a las criptomonedas (Bitcoin y similares) y la tecnología blockchain en general, vamos a relatar a continuación un hecho que empieza a ser habitual, sobre todo en el mercado americano, y que, a mi juicio, vuelve a poner de relieve dos aspectos claves que señalaba en el post anterior:
- Que estamos ante una burbuja cuyas dimensiones aún no podemos ni atisbar.
- Que la analogía con la burbuja de las puntocom de finales de los años 90 del siglo pasado es cada vez más clara y evidente, y quizá nos pueda dar alguna idea de hacia dónde va a ir a parar todo ésto.
En aquellos años 90, donde la incipiente era digital comenzaba a dar sus pasos, se intuía y anticipaba que internet iba a producir una serie de cambios muy significativos que modificarían la forma en que haríamos la mayoría de las cosas, como así ha acabado siendo: en aquella época no tan lejana, todavía teníamos que ir a hacer cola al banco para realizar cualquier trámite, hacíamos doble (o triple) copia de las fotos de las vacaciones si queríamos compartirlas con alguien al ir a revelarlas, y enviábamos cartas manuscritas de nuestro puño y letra a la chica que nos gustaba esperando que, al menos, nos respondiera. ¿Cómo han cambiado las cosas verdad?
Pero todo eso no impidió que se formase un burbujón tremendo que acabó estallando de mala manera.
Durante esa época se produjo un hecho muy curioso que se está volviendo a reproducir casi exactamente hoy día: Era el "mágico" efecto de incluir la palabra ".com" o "internet" en el nombre de una empresa
Daba igual a lo que se dedicase realmente esa empresa, o incluso a si tuviese una actividad real. No importaba mucho todo eso, ya no digamos que tuviese beneficios...eso era cosa de las empresas acartonadas de la vieja economía. Lo cool entonces era tener un nombre molón, donde "internet" o ".com" fuese bien visible. Y a volar . Las cotizaciones subían solas, aupadas simplemente por la histera de un mercado que parecía haberse olvidado por completo de conceptos como "cuenta de resultados" "beneficios" o "deuda".
Pues, señoras y señores, resulta que los tiempos de las palabras mágicas que hacen aupar cotizaciones han vuelto. Que digo aupar...más que eso.. Disparan las cotizaciones, multiplicando su valor x2, x3 o x 10 en cuestión de días.
En los útimos días, hemos visto 2 casos en el mercado americano muy signicativos y paradigmáticos:
- RIOT : RIOT es (o era, uno ya no sabe a qué se dedica realmente esta empresa ahora) una farma americana, de esas que tanto abundan en el NASDAQ. Hace escasas semanas, decidió que su negocio core iba a ser el blockchain llevado al mundo farmaceútico. Sigo sin entender cómo diantres se pueden casar ambos conceptos, pero su nombre comercial pasó a denominarse "RIOT Blockchain", y al mercado le ha encantado esa idea, y en apenas unos días, su cotización se multiplicó x10 . Sí, no me equivocado. uno-cero. Diez.
Aquí la bicha en cuestión:
- Kodak (KODK): El antaño rey de las fotos (esas de las que hacíamos doble o triple copia para compartir con los amigos), que había entrado hace mucho en Chapter 11 (situación de quiebra, parecido a nuestro concurso de acreedores), ha decidido reinventarse a sí mismo y de paso, revolucionar el floreciente mercado de las criptomonedas, y ayer mismo anunció que iba a lanzar su propia criptomoneda para fotógrafos (la kodakcoin)
Resultado? Ayer subió un +120% y hoy suma otro un +70%. Casi nada.
Como conclusión, y tal y como ya admitíamos en el post anterior, la tecnología blockchain seguramente vaya a traer aparejados una serie de cambios sustanciales en la forma en la que haremos muchas cosas en el futuro. Vamos a asistir a la llegada del "internet del valor" , así como anteriormente contemplamos el "internet del contenido".
Espero sinceramente que esta "nueva Nueva Economía" aprenda de los errores de su hermana mayor, aunque me temo que estamos viendo ya bastantes síntomas de repetición de pautas y comportamientos... Nunca aprendemos...
Anexo:
Tras escribir este post anoche, leí esta noticia que creo es más que autoexplicativa.
Que el mismísimo Warren Buffett diga sin tapujos que todo esto va a acabar de mala manera, nos tiene que hacer reflexionar seriamente.