La solicitud de un avalista para otorgar un préstamo hipotecario ha venido siendo una práctica habitual. De hecho, aún hoy hay muchas entidades financieras que lo requieren para garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los deudores. Ante eso, hay quienes se preguntan si es posible liberar o eliminar a un avalista de su hipoteca y cómo pueden hacerlo.
Es un trámite poco conocido, pero posible. Veámoslo todo con más detalle.
¿Qué es un avalista en una hipoteca?
Una avalista es una persona que se compromete a hacerse cargo de tu deuda en caso de que tú dejes de pagar. Podemos decir que es una especie de respaldo para cubrir una parte o la totalidad de una deuda. Por ello, el aval es un contrato que refleja el compromiso de cumplir con las obligaciones contraídas.
Su rol es fundamental para la aprobación del préstamo, especialmente cuando el prestatario tiene una capacidad crediticia limitada. Los avalistas asumen una gran responsabilidad, ya que están obligados a pagar la deuda en caso de incumplimiento.
Su rol es fundamental para la aprobación del préstamo, especialmente cuando el prestatario tiene una capacidad crediticia limitada. Los avalistas asumen una gran responsabilidad, ya que están obligados a pagar la deuda en caso de incumplimiento.
¿Qué tipos de aval existen?
Por regla general, hay dos tipos de avales:
- Personal. Fija como avalista a una persona que responderá con todo su patrimonio (ahorros, viviendas, vehículos…)
- Material. Define como garantía una vivienda u otra propiedad. Así, en caso de impago del préstamo hipotecario, el banco recurriría a este bien material.
¿Qué conlleva ser avalista?
Antes de tomar la decisión de ser avalista de alguien, debes asesorarte sobre lo que estás aceptando:
- Adquieres una hipoteca, al igual que los titulares, puesto que serás quien responda ante atrasos o incumplimiento de pago. Esto podría poner en riesgo tu economía, ya que la entidad crediticia podría embargar sus propiedades o su nómina.
- Si falleces, la responsabilidad se traslada por completo a tus herederos.
- Dificulta la posibilidad de solicitar algún préstamo o de avalar a otra persona. Esto se explica porque a efectos del CIRBE tendrás un endeudamiento indirecto.
- Para quitar el aval de la hipoteca hay que hacer frente a una serie de gastos.
Requisitos y condiciones para liberar a un avalista
- Evaluación crediticia del prestatario: El prestatario debe demostrar una buena calificación crediticia.
- Prueba de ingresos y solvencia financiera: Se requiere demostrar ingresos estables y suficientes para cubrir los pagos de la hipoteca.
- Relación préstamo-valor (LTV) adecuada: El valor de la propiedad en relación con el monto del préstamo debe ser aceptable para el prestamista.
- Otros requisitos del prestamista: Pueden incluir documentos adicionales o condiciones específicas.
¿Cómo dejar de ser avalista de una hipoteca?
Para dejar de ser avalista tienes dos opciones: la novación o la subrogación. Veámoslas con más detalle:
Novación
La novación es un proceso sencillo por el cual se modifican algunas cláusulas del contrato hipotecario original. En el caso de querer quitar los avalistas, has de presentar documentos probatorios con los que garantizar el pago de la hipoteca y que vuelvan a estudiarlos. Generalmente, la respuesta del banco suele ser negativa. No obstante, existe la alternativa de sustituir a los avalistas por otros.
¿Qué es lo que sucede si la respuesta es positiva? En este caso, habría que asumir una serie de gastos, ya que se tendrían que modificar las cláusulas del contrato hipotecario. Estos gastos corresponden a la notaría y también a la comisión que se debe cancelar del 0 al 1 % sobre el capital pendiente de pago.
Subrogación
En una subrogación, el hipotecado decide cambiar su entidad financiera por otra y suele ser una opción habitual ante una respuesta negativa para eliminar al avalista. Esta operación está sujeta a mayores gastos, aunque está exenta del pago de algunos impuestos (Actos Jurídicos Documentados). Asimismo, puedes obtener una bonificación relacionada con los costes de registro y notaría, pues se generan gastos por realizar una nueva escritura pública.
El mayor gasto que conlleva este proceso es la comisión de subrogación o de cancelación anticipada del préstamo.
¿Es posible eliminar a mi avalista de la hipoteca?
Aunque es complicado, es posible eliminar a los avalistas de una hipoteca, pero eso precisa una negociación con tu entidad bancaria. Al quitar el avalista, el banco entiende que asume un mayor riesgo en la operación, por eso has de convencerlo.
Como te hemos dicho, si no lo consigues, siempre podrás intentar una subrogación de tu hipoteca o sustituir a tus avalistas actuales por otro tipo de aval que mantenga las garantías de cobro para el banco.