Dentro de las condiciones de un préstamo hipotecario, aval y garantía se establecen como dos criterios que aportan seguridad para el prestamista.
Aunque a diferentes niveles (como explicamos más abajo en el artículo), aval y garantía se establecen como garantías de pago que la entidad financiera obtiene por parte de los prestatarios. Así, ambas pueden servir para convencer al prestamista y hacer accesible la hipoteca a deudores con perfiles crediticios más débiles.
No obstante, existen discrepancias notables entre aval y garantía, de modo que la elección de una figura u otra pueden marcar la diferencia para todos los involucrados: el prestamista, el prestatario, y la persona que proporciona el aval o garantía (esto es, el avalista o garante). Por ello, analizamos sus diferencias y los pros y contras de cada figura.
Aunque a diferentes niveles (como explicamos más abajo en el artículo), aval y garantía se establecen como garantías de pago que la entidad financiera obtiene por parte de los prestatarios. Así, ambas pueden servir para convencer al prestamista y hacer accesible la hipoteca a deudores con perfiles crediticios más débiles.
No obstante, existen discrepancias notables entre aval y garantía, de modo que la elección de una figura u otra pueden marcar la diferencia para todos los involucrados: el prestamista, el prestatario, y la persona que proporciona el aval o garantía (esto es, el avalista o garante). Por ello, analizamos sus diferencias y los pros y contras de cada figura.
¿Qué son los avales y garantías?
Aval y garantía son dos mecanismos utilizados para asegurar el cumplimiento de las obligaciones financieras o contractuales en una hipoteca.
No obstante, sus definiciones dentro del contexto de los préstamos hipotecarios deben quedar diferenciadas:
No obstante, sus definiciones dentro del contexto de los préstamos hipotecarios deben quedar diferenciadas:
Aval
- El aval supone un compromiso formal mediante el cual una persona (el avalista) garantiza el cumplimiento de las obligaciones financieras de otra persona frente a la entidad que ofrece el préstamo hipotecario.
Por definición, el avalista se compromete a pagar la deuda en su totalidad en caso de que el deudor principal no cumpla con sus obligaciones. Por lo general, se trata de una responsabilidad solidaria, es decir, un compromiso extendido a toda la deuda y puede activarse sin necesidad de agotar primero las vías contra el deudor principal. Por su parte, en caso de pagar la deuda, el avalista tiene derecho a reclamar al deudor principal la cantidad pagada.
Garantía
- La garantía es un acuerdo mediante el cual una persona o entidad (el garante) asegura el cumplimiento de las obligaciones financieras de otra persona dentro del préstamo hipotecario, pero bajo condiciones específicas que limitan su responsabilidad.
Así, algunas de las limitaciones típicas en una garantía se refieren a la cantidad total por la que se responsabiliza; al plazo de la garantía, o a revisiones periódicas de la situación financiera del prestatario, pudiendo retirar la garantía.
Diferencias entre aval y garantía
A continuación os mostramos las principales diferencias entre un aval y una garantía:
Alcance de la responsabilidad
La responsabilidad del avalista es mayor, de modo que el acreedor puede reclamarle el total de la deuda, incluso sin haber intentado cobrar primero al deudor principal. Por el contrario, se considera que la responsabilidad del garante es subsidiaria y más limitada.
Tipo de compromiso
Comparar el compromiso entre aval y garantía es una cuestión de grado: se considera que el avalista supone un compromiso más amplio y automático (ya que el aval es una garantía total), mientras que el garante ofrece un compromiso específico, flexible y sujeto a condiciones.
Formalización del compromiso
El aval suele quedar integrado en el contrato principal de la hipoteca o en un anexo específico; mientras que el garante generalmente requiere un contrato separado para detallar las condiciones y límites de la garantía.
La elección entre aval y garantía depende de diversos factores y debe atender a la situación específica de cada préstamo hipotecario, del prestatario y de la persona o entidad que se constituyen como avalista o garante.
Se trata de otro de los factores que permiten personalizar y ajustar las condiciones de un préstamo hipotecario. En este sentido, destaca la figura de un asesor hipotecario para explicar las diferencias y ayudar a determinar cuál opción es más adecuada para todos los involucrados, desde un punto de vista objetivo sobre los riesgos y beneficios de cada opción.
La decisión sobre aval y garantía es una de las muchas que conforman la elección de la mejor hipoteca para cada prestatario.
Sabiendo bien sobre la complejidad y los matices que rodean al proceso de contratar una hipoteca, en Rankia ofrecemos asesoramiento hipotecario personalizado, de modo que accedas a toda la información necesaria para optar a la estrategia de financiamiento más favorable en base a tu situación financiera y previsiones de futuro. ¡Descúbrelo!
La elección entre aval y garantía depende de diversos factores y debe atender a la situación específica de cada préstamo hipotecario, del prestatario y de la persona o entidad que se constituyen como avalista o garante.
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