Una de las aberraciones más impresionantes del panfleto por el que se cargan las pensiones, (también llamado informe de sostenibilidad), es el referido a la esperanza de vida, en la que nos cuelan unas cuantas.
A título de presentación, tenemos que tener en cuenta es la composición del comité de vendehúmos, (también conocido como expertos), que por un lado representa un peso desorbitado de representantes del sector financiero, y por otro lado presenta una característica, (en parte derivada de esto), dentro de la subdivisión de la economía; de esta forma, repasando los currículos, vemos que todos y cada uno de los economistas están enfocados, hacia el campo de la economía aplicada, que tiene diferencias fundamentales de enfoque con aquellos centrados o bien en la macroeconomía o en las estructuras económicas. Comentaré un poco más tarde la importancia de este matiz a la hora de explicar alguno de los errores.
La primera perversión está en aquello de la justicia; dado que ahora la esperanza de vida a partir de los 65 es mayor, se ha de tener en cuenta este hecho, para que al final la pensión cobrada sea la misma. Este argumento contradice totalmente el hecho de que este sea un sistema de reparto, lo cual indica perfectamente el sesgo del informe. Además obvia alguna que otra cosa. La primera es más que evidente; dado que se viven más años, se tienen más gastos, por lo que la necesidad de la pensión es mayor. De hecho lo podemos llevar con un ejemplo al absurdo. Imaginemos que a una persona con 65 años le diagnostican un cáncer en el que le dan 12 meses de esperanza de vida, ¿le pagaremos la pensión teniendo en cuenta esto para cobrar lo mismo?.
En el sistema de reparto se trata de mantener unas pensiones que ofrezcan unas rentas a las personas mientras vivan, que se pagan en función de los que en este momento están trabajando, y jamás el sistema de reparto se verá afectado por el número de años que viva la gente, sino del ratio que existirá entre cotizantes y pensionistas, que depende de muchas variables que se han ignorado completamente, (entre ellas, precisamente el sistema de seguridad social que surge precisamente para mejorar).
Pero es que aun asumiendo las tesis de la esperanza de vida, resulta que choca (mucho) cierto descuido en el informe que se lo carga todo. Resulta que, derivado de cierta reforma que deberían tener en cuenta, la edad de jubilación se ha movido, de tal forma que unos cuantos nos jubilaremos a los 67. En teoría esto era porque resulta que la esperanza de vida se había incrementado. ¿Me voy a jubilar yo a los 67 (por ahora), porque resulta que se espera que viva un par de años más que los que se jubilaba a los 65 y resulta que además me ajustan para que cobre menos al mes porque a partir de los 65 viviré mucho más?. Lo mismo va para las jubilaciones anticipadas. Es fácil entender que la reducción de la pensión es doble, y de hecho estamos ante la perversión del “al vivir más años acabaremos cobrando la misma pensión real”, ya que la cobramos menos tiempo al empezar a cobrarla más tarde. Es tan obvio que probablemente este será el truco del gobierno… ¡hacemos caso al informe, pero consideramos a partir de los 67, con lo que el gobierno es muy bueno!, (al igual que para que nos alegremos con una subida del 10% de la electricidad, nos cuentan primero una subida del 15%)
Pero (y ahora entramos en lo de la prevalencia de la econometría entre los panfletistas), parece olvidarse que realmente los cálculos que tenemos son derivados de la estimación de la esperanza de vida a partir de los 65 años, que no deja de ser una estimación, y aún por encima a futuro. Repito, la estimación de una estimación.
El problema viene derivado de que cualquiera con un mínimo de conocimientos de econometría, sabe que estas predicciones no tienen la más mínima validez, por varios motivos; el primero es que un modelo econométrico, trata de explicar unas variables en función de otras conocidas, pero sin embargo cuando tratamos de hacer estimaciones a futuro, no hay variables conocidas para conseguir un resultado de tal forma que lo que se hacen son proyecciones a futuro, o mejor dicho: líneas. Esto se ve muy bien en la gráfica que consta en el informe:
¿Por qué sube la esperanza de vida, año tras año?. Pues porque ha venido subiendo. No hay otra razón para dicha estimación que no tiene en cuenta ninguna de las variables que afectan a la esperanza de vida en realidad. Lo que me lleva al segundo gran problema de estos modelos econométricos, que es el de la estabilidad muestral. Esto básicamente quiere decir que los modelos predictivos son válidos mientras sean constantes las relaciones entre las distintas variables. Por ejemplo, la esperanza de vida actualmente es fruto de toda una serie de circunstancias entre las que están (por ejemplo) la sanidad. También es fruto de las normativas laborales y de muchas otras cosas. A medida que cambia la sanidad, cambiará la esperanza de vida, y esto se empezará a ver. Esto significa que gran parte de las reformas tenderán a acercarnos a los resultados que obtenemos en otros países, de tal forma que la esperanza de vida real no crecerá en la misma proporción o incluso caerá. Por supuesto, también tenemos acontecimientos imprevistos; (una cura milagrosa contra el cáncer afectará en sentido contrario a una bomba nuclear).
Aunque la destrucción de la sanidad ocasione reducciones de la esperanza de vida, resulta que el sistema nos dará una estimación cada vez mayor, de tal forma que no sirve para nada.
Y aún manteniendo la sanidad, lo que ocurre (y lo que vería alguien que se centre en la teoría económica), es que el propio panfleto de la seguridad social altera las circunstancias de la sociedad, de tal forma que es completamente necesario que no se afecten las circunstancias para que los datos tengan un mínimo de valor científico.
En definitiva, cualquier persona con un mínimo de conocimientos de econometría, sabe que esto no es más que charlateneria con apariencia científica, incluso aunque tuviésemos unos criterios claros para estimar la estimación de la esperanza de vida. Esto lo sabe cualquiera que tenga un mínimo de conocimientos de econometría que sabe que la utilidad para esto en particular es muy limitada; no quiere decir que la econometría no sirva para nada, (un cuchillo no es apropiado para aflojar tornillos, aunque para un apaño puede servir), lo que contrasta y mucho con los “sólidos fundamentos” que se dicen.
Es más, me extrañaba tanto que el INE no hiciese referencia a estos aspectos metodólogicos que me he ido al link de donde sacaban los datos en el informe. Lamentablemente no existe la página donde dice el informe, pero con un buscador nos encontramos con la proyección referida por ellos, que nos da unos datos curiosos. Sin embargo para comparar la robustez de esta proyección, lo que voy a hacer es comparar los datos para la proyección de la esperanza de vida obtenidos en 2012, con los datos para la proyección de esperanza de vida obtenidos en 2005:
Pero es que además resulta que, como no podía ser de otra forma, resulta que la estimación de la esperanza de vida, tampoco se acerca a la esperanza de vida real, (entendiendo como real, por supuesto que es una estimación), ya que es claramente incoherente con la ultima esperanza de vida publicada en el ine, (la del 2011), que es 17,8 en los varones frente a 22 de las mujeres.
Pero si no llega la burrada a usar un método que consiste en usar un número que es la estimación de la estimación de los años de vida que nos quedan, cuando metodológicamente no se puede ni se debe hacer esto más que como un ejercicio, se acaba superando la trampa en el sentido de que para atender a las peticiones tradicionales de las aseguradoras, proponen emitir siempre información actualizada sobre la pensión que tendremos, (para aquello de que contratemos los planes de pensiones).
Pues bien, resulta que en mi caso, la pensión saldrá de la estimación de la estimación de la vida que me quedará a los 65 años allá, por un año que ahora creo que será el 2039, (que es el año en el que yo cumpliré los 67 años que es el dato que por ahora tenemos).
En resumen, me van a mandar un dato, que reflejará ¡¡con total transparencia!!, la pensión que me correspondería. El número tan exacto y cientifico que me darán ¿tendrá validez?, En principio, tengo las incertidumbres que tenía antes de esta maravillosa propuesta; que no existan cambios en la fecha de jubilación y no existan cambios en las reglas de calculo, (evidentemente si me cambian las bases, si me despiden, si consideran más años, si me bajan el sueldo, o si resulta que me tengo que jubilar a los 90 me afectaría y mucho al cálculo exacto).
Pero es que sin solucionar ninguno de los problemas, ahora tengo que estimar la estimación de la estimación de la vida a partir de los X años allá por un año aproximado al 2040 y todos los anteriores porque los efectos se van acumulando.
Y todo esto sin hablar de que las estimaciones son como los culos, cada uno tiene una y son difícilmente rebatibles, por lo que si la estadística se puede usar con cierta trampa; en este caso el aspecto ya es clamoroso.
En definitiva, un cachondeo con formulas para dar sensación de algo científico, cuando no es más que la primera parte de un bodrio sinsentido, o dicho de otra forma; en definitiva, tanta estimación es un timo.