El fin de semana aparece un artículo en el economista, en el que se habla de la intolerable presión fiscal a las empresas en base a un informe de eurostat (aquí tienen el link desde el que se pueden descargar el archivo Excel con los datos) que provoca, según el artículo, “carga fiscal que destacados dirigentes empresariales han calificado de "atraco" y de "abusiva", es el eje sobre el que giran las propuestas de la CEOE para la reforma fiscal, que se recogen en un borrador de documento que fue entregado el miércoles a los miembros de la Junta Directiva y el Comité Ejecutivo de la patronal.” Y todo ello en base a que como bien dice el título del artículo: “la presión fiscal sobre las empresas españolas supera en 8 puntos a la UE”.
El leiv motiv de la queja es que los empresarios aportan el 33% de los ingresos públicos, mientras que en la UE tan sólo soportan el 25%. En principio, y dejando aparte cierto error; debe hacerse notar una primera aproximación y es muy sencilla de ver: si los empresarios aportan el 33%, ¿Quién aporta el resto?.
Este pequeño matiz, sirve además para poner en consideración ese dato; y supongo que será fácil de entender con un razonamiento muy simple; En el año 2011, (último año al que hace referencia el informe de eurostat), resulta que, según el ine, (aquí el enlace); España tenía un PIB de 1,046 billones de euros, de los cuales 445.104 millones correspondían a beneficios emrpesariales y 510.968 a remuneraciones del trabajo.
Si comprobamos los mismos datos para Alemania, (en la página correspondiente de destatis), veremos que en 2011, el PIB germano ascendía a 2,012 billones de euros, de los cuales 686.12 miles de millones correspondían a beneficios empresariales y 1,395 billones a remuneraciones de los asalariados.
Es decir, mientras en España son beneficios el 42% del PIB, en Alemania, este porcentaje se reduce al 34%. Por tanto, si las empresas alemanas aportasen los mismos impuestos que las empresas españolas a sus respectivos erarios, quedará perfectamente claro que las empresas españolas pagarían una parte mucho menor de sus beneficios. Por tanto, lo primero que hay que concluir es que para saber si estamos ante una situación abusiva o no, falta analizar la situación de las rentas, y otras cositas como los gastos.
Pero claro, ¿Cómo se va a hacer esto?. Lo digo porque en el artículo existen errores grotescos o simplemente mentiras que son muy evidentes incluso a simple vista. Por ejemplo: “La sucesión de subidas fiscales aprobadas por el Gobierno del Partido Popular, el mismo que prometió rebajar impuestos en su programa electoral, ha situado la presión tributaria sobre las empresas españolas en los niveles más altos de la Unión Europea”. Es cierto que los datos salen del informe sobre los impuestos en la UE de 2013; pero los datos más recientes que se usan son de 2011, año en el que ganó las elecciones el Partido Popular, pero cuyos impuestos se pagaron en función de las normas del PSOE.
Mentira también es lo relativo a “las cotizaciones sociales en España son las cuartas más elevadas de los 27 estados miembros de la Unión, con un importe pagado equivalente al 8,5 por ciento del PIB, sólo por detrás del 11,5 por ciento de Francia (aunque el presidente Hollande ya ha anunciado que las va a bajar), el 9,2 por ciento de Italia y el 8,5 por ciento de Finlandia”. Y es mentira porque en la hoja A.3.1_G del Excel (anexo del informe), resulta que las cotizaciones sociales en España por parte de las empresas son ese 8,5% del PIB, pero curiosamente no somos los cuartos, sino que somos el séptimo. y entendamos que también depende de lo anteriormente citado y de diversas formas de cálculo, (llamativo es el caso de Dinamarca, donde va todo como impuestos, de tal forma que queda claramente por debajo).
Es mentira también que el porcentaje de impuestos más contribuciones de las empresas ascienda a este 25% en España; ya que no existe dicha tabla y además es imposible, porque ya sólo las cotizaciones representan un porcentaje mayor.
Y desde luego, parece que la solución no debería pasar por una reducción del impuesto sobre sociedades, como recomienda la CEOE y se recoge en el artículo; porque si se echa un vistazo al anexo del informe encontraremos datos relevantes (entre paréntesis están las hojas de Excel del archivo anexo donde están los datos):
- El impuesto sobre sociedades en función del total de los impuestos representa el 5,9% del total, lo que supone que España se queda en el puesto 17; (hoja A.2.2_t).
- El impuesto sobre sociedades en función del PIB se queda en el 1,9%, lo que supone que España se queda en el puesto 22; (hoja A.2.2_g).
- La presión fiscal con cotizaciones a la seguridad social es el 31,4%; ocupamos el puesto 21, (hoja Tot_G)
- La presión fiscal sin cotizaciones a la seguridad social es el 20,3%%; somos el 22; (hoja Tot_G.exssc)
- Los impuestos al trabajo sobre el total pagados por los empleados supone el 50,5 de los impuestos, (hoja C.2.1.T). En esto somos los cuartos.
- Los impuestos al trabajo sobre el PIB suponen el 15,9% y somos los 14, debido al menor peso de los sueldos; (hoja C.2.1_G).
- Los impuestos al capital y negocios sobre el PIB suponen el 4,2%, de tal forma que somos el país 19 con los impuestos más altos; (hoja C.3.1_G).
- Los impuestos al capital y negocios sobre el total de impuestos suponen el 13,4% de tal forma que somos el país 14 en el ranking; (hoja C.3.1_T).
En fin, si vamos haciendo un repaso a todas las hojas de este Excel, va a ser un poco difícil defender que hay que bajar impuesto de sociedades para aproximarse a Europa, porque es sencillo entender que tan sólo los trabajadores son los que sufren impuestos altos en referencia al resto de la UE. En el resto de los impuestos, la situación es muy diferente.
