Nota previa:
En agosto muchos “recomendadores” están de vacaciones; pero tengamos todos claro que en septiembre volverán.
Este post es una reedición de otro publicado con el mismo nombre el 2 de septiembre de 2009. Se han corregido algunos fallos de redacción. Sin embargo, los datos, el análisis y las conclusiones se han de entender referidas a 2009.
Llegó septiembre, con sus expertos.
Llegó septiembre y ha llegado completito. Los periódicos se han llenado de sesudos análisis, los comentaristas de las noticias echan humo y el surrealismo vuelve a brillar por doquier.
Antes de pasar al tema estrella, me quedo con la anécdota del consejero de telefónica quejándose, con gran amargura, de que la comisaria Reding le obliga a bajar los precios y, por tanto, deja de ingresar 40.000 millones de euros (se entiende que de los consumidores). No entiende, si el sector está liberalizado, que hace la Unión Europea fijando precios.
A lo mejor la compañía tiene un pequeño lío para explicar que no lo entienda. La normativa que le molesta obliga a las compañías que tienen algún tipo de monopolio a compartir unas redes que hemos contribuido a pagar todos (recordemos quien hizo la infraestructura de telefónica). El consejero olvida que existe una serie de tonterías denominadas defensa de los consumidores (esto parece que no lo entiende nadie). En fin, más allá del hecho de que sorprenda (¡y tristemente con razón!) que desde la administración pública se ponga un freno a las empresas, en esta conferencia en la Menendez Pelayo surge algo que todos sabíamos pero nadie dice.
Cuando Telefónica se iba a liberalizar (al igual que los mercados eléctricos, petróleo y todos los demás) nos ofrecían como argumento principal la rebaja en los precios que íbamos a disfrutar los consumidores. Mirando hacia atrás no soy capaz de encontrar ni un solo caso en que tal circunstancia haya ocurrido; sin embargo, se sigue planteando la liberalización y privatización de AENA, (que seguro que competirá con la multitud de empresas con aeropuertos que existe)
¿Tendremos que creer que la liberalización de precios significa bajada de precios? Ayudaría mucho si, por lo menos, Telefónica no se quejase de que le obligan a bajar el precio; sobre todo teniendo en cuenta que existen numerosas fuentes que ratifican el hecho incontestable de que el mercado Español es el más caro del sector a nivel mundial, (lo cual es mucho decir). Por no hablar del liderazgo en beneficios a nivel español.
Sorprende mucho que “el economista”, valore negativamente a la comisaria, (acompañando la valoración con la siguiente frase: “A pesar del mercado libre, ella insiste en bajar los precios de las tarifas de los operadores.” Afortunadamente, parece que los lectores han sido algo más sensatos y han aprobado a la comisaria, con un amplio porcentaje de aceptación.
Lo más llamativo ha sido el déficit de algo menos de 50.000 millones en el primer semestre de 2009 (con unos gastos de 107.000 millones) en España. Resulta ilustrativo encontrar los análisis y los comentarios de la razón de tal déficit. La mayoría de las explicaciones se basan en el famoso “cheque-regalo” de 420 euros al mes a los parados que no tienen prestaciones ni ingresos (supongo que porque ha coincidido en el tiempo con el anuncio de que ampliaban dos meses el período en el que los beneficiarios se pudieron quedar sin prestaciones).
Todas estas explicaciones no parecen demasiado acertadas: no parece muy probable que una ayuda aprobada en agosto de 2009 genere un déficit entre enero y junio de 2009; pero pudiera ser: ellos son los expertos.
Extraña la falta de polémica sobre los funcionarios en calidad de graves culpables del déficit, porque “ya representan el 12% del gasto público”, (según “El mundo”).
Pero lo que afortunadamente no ha causado la más mínima polémica es que en el déficit nos encontremos con 25.000 millones en ayudas, bajadas de impuestos y aplazamientos a empresas; por no hablar de los gastos destinados a obra pública, que si bien no se consideran ayudas, pues digamos que alivia las cuentas de las constructoras.
También hemos de mencionar que aquí no está el importe destinado a salvar a la banca, que probablemente no quepa en la calculadora.
Yo no soy capaz de entender como alguien critique las ayudas a personas que están completamente desamparadas, pero no dice absolutamente nada de las cifras antes mencionadas.
Es evidente que el “cheque-parado” (¿Por qué no llamamos “cheque-rescate” al dinero pagado a las empresas?) no ha causado el mencionado déficit, saldrá por 600 millones al año; frente a esto encontramos solo que las ayudas y bajadas de impuestos a empresas ascenderían al ritmo actual a 50.000 millones (y D. José Blanco ha anunciado 19.000 millones ADICIONALES a lo planeado) y luego habría que sumar los rescates a banca que ya llevamos, además de los que nos quedan…
En fin. Tampoco soy capaz de entender que se critique a más no poder el cheque-bebé, porque a fin de cuentas son 2.500 euros que nos podríamos ahorrar, pero no se critican el plan de apoyo a los coches (¿lo llamamos cheque-coche?) de 2.000 euros para la compra de vehículos. Claro que se puede argumentar que esto sirve para vender coches, lo cual me lleva a deducir que las empresas y personas las empresas automovilísticas son más importantes que las de potitos y pañales..
El “cheque parado” y el “cheque bebé” suman un importe menor al que nos vamos a gastar todos para ayudar a los que remodelen los bares. Y no creo que eso sea de recibo para un gobierno que se dice socialista.
Lo que no acabo de entender es que clase de personas son capaces de criticar en esta situación la medida del “cheque-parado” (la otra es más limitada y menos criticada) porque, simple y llanamente, puede que en muchos casos marque la diferencia entre que una persona tenga comida o no. Lo siento; comienzo a creer en la existencia masiva de sociópatas, porque parece que esta sociedad ha perdido el mínimo de decencia que podría tener.
Lo de que aprovechen para pedir con todo el descaro que se reforme la seguridad social para en el futuro tener menos gastos es casi entendible; que no entiendan que están diciendo que es que se le está diciendo a los ciudadanos que tampoco tendrán ingresos en el futuro; ni en el presente, ni en el futuro (según estos claro).