En el primer post en el que trataba de explicar porque me había puesto corto en Banco Santander y BBVA, acababa con una conclusión relacionada con Banco Santander, donde trataba de explicar las contradicciones entre el mensaje del Banco que nos habla de centrarse en la banca minorista y la evolución de la entidad y donde han obtenido los beneficios.
En este aspecto es realmente determinante entender un concepto que es el de “activos fuera de balance”. Curiosamente, cuando se ha hablado de problemas fuera de balance en otras entidades en la crisis en la que llevamos tanto tiempo, en ningún momento se ha hablado de esta entidad, a pesar de que sistemáticamente en las presentaciones, en los test de estrés varios y demás, se ha comprobado que es la entidad que mayor cantidad de activos quedan sin analizar. Es decir, cuando en marzo el Banco de España, publicó las necesidades de capital de las entidades se olvidó directamente de mirar activos en Banco Santander y BBVA por casi un billón de euros, (que están en balances consolidados de las entidades, pero no en los individuales que son los que han tenido en cuenta). De este importe cercano al billón de euros, la mayoría corresponde a la entidad cántabra.
Si tratamos de comprobar estos balances, nos encontramos con los problemas acostumbrados, que son aquellos de la realidad de estos, (problema que comparten los test de estrés). Esta inquietud que hace tiempo desapareció de la mente de los reguladores, sólo puede ser entendida en un sentido. A fin y a cuentas, cuando existe abundante marketing y escasa información, sólo puede responder a una situación en la que la realidad no es la óptima.
En todo caso, lo cierto es que algunos números que sí se conocen no indican al optimismo. Tal es el caso de la valoración de Metrovacesa, que es absolutamente demencial. En este sentido es difícil entender que las valoraciones de los activos que no tienen la lupa de los mercados financieros, CNMV y que aparezcan reflejadas específicamente en las cuentas, sean menos realistas que las valoraciones de todo tipo de activos que no tienen la misma visibilidad. Es decir, Si bien una inconcebible valoración de Metrovacesa no es causa suficiente para suponer problemas en la entidad financiera, si es posible que saquemos una conclusión sencilla; ¿Cómo hemos de suponer las valoraciones de los inmuebles adquiridos, de los derivados que se incluyen en su balance, del resto de participaciones e incluso de los créditos?.
El primer dato es que el importe de los fondos propios computables, incluyen las famosas provisiones anti crisis, concretamente a aquellas provisiones que supuestamente serán un exceso de provisiones. En este sentido es fácil entender que a medida que las pérdidas esperadas en determinados activos estén infravaloradas, tenemos un incremento de los fondos propios que no es real. La propia entidad manifiesta que en el 2008, que a partir de las cuentas del 2008, tanto estas como los cálculos de las necesidades de capital se calculan a partir de un nuevo método, (aprobado por el Banco de España), y la propia entidad manifiesta que derivado de este cambio metodológico los ratios mejoran.
Pues comprobando los datos y parámetros que usa la entidad para calcular las pérdidas esperadas en el ejercicio 2009, los datos son especialmente relevantes; los parámetros de pérdidas máximas esperadas en los activos son simplemente ridículas, (un 0,15% en el negocio de deuda pública, un 0,23 en el negocio hipotecario…). A pesar de que en 2010, surgen “ciertas complicaciones con las deudas públicas”, los datos que ofrece la entidad en 2010 no parecen adaptarse a las circunstancias de un entorno en el que las quitas ya no son algo lejano, y por lo tanto los nuevos datos son totalmente incoherentes con las evoluciones de CDS, Primas de riesgo, rentabilidades y desde luego con el más elemental sentido común. Los datos que constan en el informe financiero de Banco Santander son los siguientes, (he refundido los datos que aparecen en el informe financiero de 2009 y el de 2010):
|
Exposición (millones de euros) 2009 |
Pérdida Esperada 2009 |
Exposición (millones de euros) 2010 |
Pérdida Esperada 2010 |
Deuda Soberana |
104.457 |
0,03% |
160.764 |
0,01% |
Contrapartida |
70.688 |
0,21% |
63.264 |
0,31% |
Sector Público |
3.129 |
0,15% |
12.539 |
0,09% |
Corporativa |
131.703 |
0,20% |
154.725 |
0,34% |
Pymes |
186.321 |
1,31% |
172.547 |
1,83% |
Hipotecario Particulares |
302.395 |
0,23% |
312.865 |
0,24% |
Consumo Particulares |
111.452 |
3,41% |
119.921 |
4,74% |
Tarjetas de Crédito Particulares |
24.297 |
4,37% |
31.193 |
3,48% |
Otros Activos |
13.066 |
0,74% |
17.361 |
0,51% |
En este sentido, sinceramente no creo que la pérdida esperada de los títulos de deuda soberana se divida entre 3 en el ejercicio en el que han sido rescatados dos países de la UE y en el que ya se anticipa el rescate del tercero y el resto de los países simplemente están en una carrera por ver quién es el siguiente. Una evolución similar ha existido en el apartado de sector público con otro gran incremento en la exposición.
Pero si los incrementos de la exposición al sector público son totalmente coherentes, lo que más extraña son los incrementos de exposiciones en las operaciones a particulares y en particular grandes incrementos en el segmento de consumo y tarjetas. Estos incrementos pueden venir derivados de la concesión de nuevos créditos o de la refinanciación de las operaciones previas, que suponen exposiciones mayores, por lo que estando en esta situación no se entendería la reducción de la pérdida esperada, (sobre todo en el negocio de las tarjetas).
Teniendo en cuenta estos datos, la verdad es que me parecen totalmente coherentes las exposiciones con la evolución de la situación, pero sin embargo las pérdidas esperadas, (que salen de los modelos de la entidad), simplemente me parecen claramente contradictorios, y en este sentido y por supuesto es difícil entender ciertos optimismos.
Por supuesto, tenemos los datos de morosidad por encima del 4%, cuando desde la entidad se decía que “no iba a llegar en ningún caso al 2%”. Es cierto que es posible que tal circunstancia haya sido algo inesperado, pero lo que no tiene sentido es que coincida con el mantenimiento de los beneficios y una disminución de los riesgos esperados.
En conclusión, creo que las dudas sobre los balances de las entidades de crédito en general, son aplicables a esta entidad en particular, porque debemos tener en cuenta que las valoraciones de las empresas participadas y las valoraciones de los riesgos afectan tanto a los resultados, (vía provisiones o pérdidas directamente), y por supuesto al famoso “valor en libros”, que no sale de otro sitio que de toda una serie de valoraciones que tienen su fundamento en premisas como esta.
Pero es que si analizamos la valoración de la empresa, (en el link acerca de las valoraciones de los activos, ya colocado antes), comprobamos que los fondos propios de la entidad están muy vinculados a la evolución de los mercados financieros, de tal forma que un derrumbe bursátil afecta directamente a la valoración de la entidad. Dado que tal suceso es muy previsible, la consecuencia lógica es que nos vamos a encontrar problemas en este punto en particular, y en grado mucho mayor, debido a que la exposición de Santander a Cotizadas es mucho mayor que en el resto de entidades.
En todo caso, si seguimos analizando la solvencia, me parece especialmente importante el cuadro que he colgado de los distintos tipos de exposición donde la entidad opera. Como podemos comprobar, se ha incrementado la exposición de forma salvaje al Sector Público. Si bien es cierto que las deudas públicas han ofrecido una oportunidad al sector financiero de mantener la actividad, mientras la demanda de créditos se ha reducido, tenemos que entender que en estos momentos la realidad impone la contención del gasto del sector público, y de hecho el Banco Central Europeo ha tenido que intervenir para reducir el coste de estos. En este caso, tenemos dos posibilidades y que se basan por que la intervención del BCE logre contener la rentabilidad de la deuda pública, (muy improbable), o que no lo logre. En el primer caso tendríamos que las entidades financieras deberán renunciar a los ingresos que el estado ahorre, y en el segundo una situación de caída en cascada, por lo que en ambos casos, el impacto va a ser sobre el mismo sitio.
Pero en definitiva, cualquiera de estos aspectos no son especialmente representativos para determinar la conveniencia de ponerme corto en esta entidad. En realidad, todos estos datos, siempre han estado ahí, y se puede pensar que las entidades pueden operar en esta realidad eternamente, convertidos en bancos zombies, durante un período indefinido de tiempo, (al estilo de lo ocurrido en Japón), por lo que en definitiva aún me quedan las razones para llevar a la conclusión de que es importante ponerme corto.
Continúa….