FERNANDO ESTEVE MORA
....y no sólo él. También han hecho lo mismo sin dudar y -sobre todo- sin pensar ni un momento Margarita Robles, y Edmundo Bal y Feijoo y Abascal y Almeida y Page y Ayuso y tutti cuanti...Todos, todos los demás dirigentes políticos de este país aunque no hayan hecho la "mili" se han vestido de "caqui". Y ¿qué han hecho? ¿se han ido "ellos" a la guerra con sus fusiles? No. No. Se los han dado a los ucranianos para que se enfrenten al invasor de su país, al agresor ejército ruso.
Sin duda nuestros dirigentes, encabezados por el presidente Sánchez, nos han dado una bella imagen: la de España socorriendo con armas a los valientes ucranianos, que lo son sin la menor duda. Cierto, no sólo han sido ellos, nuestros dirigentes, pues desde otros países se está haciendo lo mismo. Pero, ¿tiene sentido esa forma de proceder? Armar a los valientes es "lo que pide el cuerpo", seguro, pero.... ¿es racional?
Pues, depende. Depende de la probabilidad matemática de que los ucranianos derroten, gracias a esas armas, a Rusia. Y esa probabilidad, hoy por hoy, nadie la conoce.
Pero supongamos , aunque simplemente sea por el gusto de razonar, que esa probabilidad fuera muy baja. Muchos piensan, incluso, que es nula, dada la desproporción objetiva entre las fuerzas convencionales y nucleares de los contendientes (si bien la historia nos enseña que en torno al 40% de las guerras se califican de asimétricas, entendidas como aquellas que las ganan los contrincantes más débiles, por lo que pudiera ocurrir que, al final, el ejército ruso se volviera con el "rabo entre las piernas" a sus bases). Pero, supongamos que no ocurre esto y Rusia se "sale con la suya". Y, ¿entonces?
Pues entonces resultaría que lo único que habrán conseguido nuestros "valientes" dirigentes con su valiente decisión de aprovisionar de armas ligeras a los ucranianos habría sido prolongar la guerra, el sufrimiento del pueblo ucraniano y el número de sus difuntos, y el destrozo aún mayor de Ucrania, antes de acabar donde en cualquier caso iban a acabar los contendientes: en una mesa de negociaciones.
Pero no sólo eso. Es el caso de que el sistema económico internacional es un sistema complejo en términos matemáticos, es decir, sujeto a dinámicas no-lineales. O sea, un sistema global en que todas las partes están interrelacionadas en bucles complicados y en que pequeños acontecimientos se encadenan y solapan y pueden tener efectos acumulativos inesperados e imprevistos.
En este tipo de sistemas, a la hora de tomar decisiones, hay que andarse con pies de plomo, no dejarse llevar por "prontos", o sea, por los evidentes y -en cierto sentido- previsibles efectos inmediatos y directos de las decisiones, sino pensar y muy mucho en los efectos indirectos (los conocidos "efectos mariposa") e imprevisibles de modo no tan fácil, pues estos últimos pueden ser mucho, muchísimo más relevantes que los efectos inmediatos. Y, sobre todo, no pensar que un sistema complejo como el sistema económico internacional es un videojuego donde siempre cabe volver a la pantalla anterior como si nada hubiese pasado.
Nadie lo puede saber hoy. Nadie puede saber cómo se va a desenvolver la historia de este sistema internacional en los próximos meses en función de cómo se desarrolle la guerra de Ucrania. Cabe imaginar varios "escenarios" alternativos. Algunos con mayores probabilidad de darse que otros. Por ejemplo, pudiera darse este (o uno muy parecido):
La prolongación de la guerra en Ucrania, gracias a los suministros de armas ligeras a los ucranianos, así como las sanciones, da lugar a una situación en que la producción rusa de petróleo, gas (y quizás no sólo la suya. Recuérdese el papel de Rusia en el Medio Oriente que le permitiría afectar la salida de la producción petrolífera de los países del Golfo Pérsico, lo que sería de su interés) y sobre todo la producción conjunta (de Rusia Y Ucrania) de granos y cereales (trigo, girasol. maiz..) y fertilizantes, se desplomen o queden fuera del mercado internacional. Ello se traduciría en una escasez mundial relativa de estos bienes básicos, lo que ocasionaría un alza incontrolada y global en sus precios. Sin duda, ello beneficiaría, obviamente a los EE.UU., si bien perjudicaría a Europa Occidental, incluida a España.
Pero, habría en este posible escenario un efecto "secundario" colateral que podría ser enormemente relevante para nuestro país. Y es que, tras dos años de pandemia, las condiciones de vida de las masas en amplias zonas del mundo están ya bajo mínimos y pueden llegar a ser insoportables en ese escenario. La situación en esos países puede fácilmente devenir entonces explosiva (recordemos, por ejemplo, que la famosa "primavera árabe" cuyos efectos todavía colean tuvo como causa inmediata, como detonante, la subida de los precios del pan a causa de unas malas cosechas). Y, lógicamente, las poblaciones de esas zonas ante tal situación catastrófica se pondrían en camino hacia donde sea posible, al menos, subsistir....Por ejemplo, hacia Europa Occidental.
¿Veríamos entonces en unos meses como Pedro Sánchez se vería obligado a coger su fusil esta vez para defender la valla de Melilla?. No lo sé. nadie lo sabe. Pero lo que sí que se es que su obligación, y para eso fue elegido, no es para ser ese chico guapo en las reuniones internacionales que se las da de valiente, sino para defender los particulares intereses de España, los españoles y el pueblo español tomando decisiones racionales y no viscerales en atención a los distintos escenarios posibles y previsibles: Y yo no sé si ahora lo está haciendo. Ojalá me equivoque. Pero creo que debería de pensar en esos escenarios alternativos antes de ir por ahí cual Gary Cooper en película del oeste.
....y no sólo él. También han hecho lo mismo sin dudar y -sobre todo- sin pensar ni un momento Margarita Robles, y Edmundo Bal y Feijoo y Abascal y Almeida y Page y Ayuso y tutti cuanti...Todos, todos los demás dirigentes políticos de este país aunque no hayan hecho la "mili" se han vestido de "caqui". Y ¿qué han hecho? ¿se han ido "ellos" a la guerra con sus fusiles? No. No. Se los han dado a los ucranianos para que se enfrenten al invasor de su país, al agresor ejército ruso.
Sin duda nuestros dirigentes, encabezados por el presidente Sánchez, nos han dado una bella imagen: la de España socorriendo con armas a los valientes ucranianos, que lo son sin la menor duda. Cierto, no sólo han sido ellos, nuestros dirigentes, pues desde otros países se está haciendo lo mismo. Pero, ¿tiene sentido esa forma de proceder? Armar a los valientes es "lo que pide el cuerpo", seguro, pero.... ¿es racional?
Pues, depende. Depende de la probabilidad matemática de que los ucranianos derroten, gracias a esas armas, a Rusia. Y esa probabilidad, hoy por hoy, nadie la conoce.
Pero supongamos , aunque simplemente sea por el gusto de razonar, que esa probabilidad fuera muy baja. Muchos piensan, incluso, que es nula, dada la desproporción objetiva entre las fuerzas convencionales y nucleares de los contendientes (si bien la historia nos enseña que en torno al 40% de las guerras se califican de asimétricas, entendidas como aquellas que las ganan los contrincantes más débiles, por lo que pudiera ocurrir que, al final, el ejército ruso se volviera con el "rabo entre las piernas" a sus bases). Pero, supongamos que no ocurre esto y Rusia se "sale con la suya". Y, ¿entonces?
Pues entonces resultaría que lo único que habrán conseguido nuestros "valientes" dirigentes con su valiente decisión de aprovisionar de armas ligeras a los ucranianos habría sido prolongar la guerra, el sufrimiento del pueblo ucraniano y el número de sus difuntos, y el destrozo aún mayor de Ucrania, antes de acabar donde en cualquier caso iban a acabar los contendientes: en una mesa de negociaciones.
Pero no sólo eso. Es el caso de que el sistema económico internacional es un sistema complejo en términos matemáticos, es decir, sujeto a dinámicas no-lineales. O sea, un sistema global en que todas las partes están interrelacionadas en bucles complicados y en que pequeños acontecimientos se encadenan y solapan y pueden tener efectos acumulativos inesperados e imprevistos.
En este tipo de sistemas, a la hora de tomar decisiones, hay que andarse con pies de plomo, no dejarse llevar por "prontos", o sea, por los evidentes y -en cierto sentido- previsibles efectos inmediatos y directos de las decisiones, sino pensar y muy mucho en los efectos indirectos (los conocidos "efectos mariposa") e imprevisibles de modo no tan fácil, pues estos últimos pueden ser mucho, muchísimo más relevantes que los efectos inmediatos. Y, sobre todo, no pensar que un sistema complejo como el sistema económico internacional es un videojuego donde siempre cabe volver a la pantalla anterior como si nada hubiese pasado.
Nadie lo puede saber hoy. Nadie puede saber cómo se va a desenvolver la historia de este sistema internacional en los próximos meses en función de cómo se desarrolle la guerra de Ucrania. Cabe imaginar varios "escenarios" alternativos. Algunos con mayores probabilidad de darse que otros. Por ejemplo, pudiera darse este (o uno muy parecido):
La prolongación de la guerra en Ucrania, gracias a los suministros de armas ligeras a los ucranianos, así como las sanciones, da lugar a una situación en que la producción rusa de petróleo, gas (y quizás no sólo la suya. Recuérdese el papel de Rusia en el Medio Oriente que le permitiría afectar la salida de la producción petrolífera de los países del Golfo Pérsico, lo que sería de su interés) y sobre todo la producción conjunta (de Rusia Y Ucrania) de granos y cereales (trigo, girasol. maiz..) y fertilizantes, se desplomen o queden fuera del mercado internacional. Ello se traduciría en una escasez mundial relativa de estos bienes básicos, lo que ocasionaría un alza incontrolada y global en sus precios. Sin duda, ello beneficiaría, obviamente a los EE.UU., si bien perjudicaría a Europa Occidental, incluida a España.
Pero, habría en este posible escenario un efecto "secundario" colateral que podría ser enormemente relevante para nuestro país. Y es que, tras dos años de pandemia, las condiciones de vida de las masas en amplias zonas del mundo están ya bajo mínimos y pueden llegar a ser insoportables en ese escenario. La situación en esos países puede fácilmente devenir entonces explosiva (recordemos, por ejemplo, que la famosa "primavera árabe" cuyos efectos todavía colean tuvo como causa inmediata, como detonante, la subida de los precios del pan a causa de unas malas cosechas). Y, lógicamente, las poblaciones de esas zonas ante tal situación catastrófica se pondrían en camino hacia donde sea posible, al menos, subsistir....Por ejemplo, hacia Europa Occidental.
¿Veríamos entonces en unos meses como Pedro Sánchez se vería obligado a coger su fusil esta vez para defender la valla de Melilla?. No lo sé. nadie lo sabe. Pero lo que sí que se es que su obligación, y para eso fue elegido, no es para ser ese chico guapo en las reuniones internacionales que se las da de valiente, sino para defender los particulares intereses de España, los españoles y el pueblo español tomando decisiones racionales y no viscerales en atención a los distintos escenarios posibles y previsibles: Y yo no sé si ahora lo está haciendo. Ojalá me equivoque. Pero creo que debería de pensar en esos escenarios alternativos antes de ir por ahí cual Gary Cooper en película del oeste.