La semana pasada James Mackintosh publicaba un artículo en que exponía que se dan las condiciones de una nueva burbuja de bonos corporativos en el mercado americano, como ejemplo expone el caso de Terra Firma que ha lanzado una emisión de bonos por valor de 550 millones de libras, la emisión se cerró en una semana y fue un éxito, teniendo en cuenta que se le califica de bono basura.
Otras empresas han lanzado emisiones similares, y las cuantías son superiores a los valores de antes de la crisis, hay signos de sobrecalentamiento en este mercado y el de préstamos. En EEUU los prestamos apalancados denominados Cut-lite han crecido un 28%, valores superiores a los anteriores de la crisis.
Las empresas se han dado cuenta de que pueden pedir prestado durante mas tiempo y reducen la financiación futura, los inversores se muestran nerviosos tras las ganancias del 14% en los bonos corporativos, aunque hay datos que pronostican la calma en el mercado: en primer lugar, la prima de riesgo exigida a los bonos corporativos está lejos de la alcanzada en la burbuja pasada con respecto a la deuda pública y en segundo lugar la calidad crediticia de las empresas es buena.
Los inversores están buscando alternativas a la deuda pública con intereses cercanos a cero, financian a las empresas y estas están recomprando acciones para su autocartera, lo que hace que las acciones suban y entren nuevos inversores para obtener ganancias fáciles, la burbuja podría estallar a medida que aumente el riesgo de crédito o los bancos centrales eleven su interés.
