A nivel macro el principal objetivo es conseguir un crecimiento económico sin deseliquibrios, es decir, crecimiento del PIB sin sobreendeudamiento (público y privado), sin inflaciones demasiado elevadas (y sin burbujas de los precios de los inmuebles), sin balanzas comerciales crónicamente deficitarias, sin tasas de paro excesivamente altas (ni dualidad del mercado laboral) y sin tasas de productividad bajas. Objetivo que lamentablemente nunca conseguimos en nuestro país.
Sin ir más lejos el fuerte crecimiento experimentado en los años anteriores al inicio de la crisis actual tenía los desequilibrios anterorimente citados.
Nos dimos cuenta de ello demasiado tarde y ahora queremos apostar por un patrón de crecimiento más germano o centroeuropeo que nos permita crecer más equilibradamente y cuya principal fuente de crecimiento provenga del sector exterior y no tanto del consumo interno.
Vamos por el buen camino ya que hemos conseguido después de quince años tener superávit comercial, las exportaciones han evolucionado muy positivamente y nuestra cuota exportadora sobre el total del comercio mundial apenas ha caído, si bien todavía estamos lejos de conseguir el elevado peso exportador sobre el PIB que tienen las economías del centro y norte de Europa.
No soy experto en macroeconomía pero creo que hay cierto consenso en considerar acertado el modelo de crecimiento centroeuropeo pero obviamente no es fácil de conseguir y requiere de profundas reformas estructurales (del mercado laboral, del sistema educativo, del modelo productivo, de las adminitraciones públicas, contra la corrupción, etc).
En relación al modelo productivo creo que también es mejor tener como referencia el modelo germano en vez del anglosajón, es decir, no tener una economía basada tan exclusivamente en los servicios y las finanzas sino una economía con una base competitiva industrial (y muy exportadora), además del pilar del sector servicios.
Cambiando de tercio, a nivel micro la clave de la buena evolución bursátil de cualquier empresa está también en el crecimiento (de los beneficios, a nivel macro es el PIB y a nivel micro son los beneficios) sin desequilibrios, es decir, conseguir buenas tasas de crecimiento anual de los beneficios sin incurrir en endeudamientos excesivamente altos y enquistados.
Para conseguir eso algunas de las claves son parecidas a la estrategia macroeconómica de crecimiento, eso es:
1- Internacionalización (diversificación geográfica): ante la atonía del mercado interno moverse hacia los mercados que mantienen buenas tasas de crecimiento, donde destacan sobretodo los emergentes.
2- Modernización/Optimización de la capacidad productiva incorporando los últimos avances tecnológicos, mejorando los procedimientos y estándares así como la formación de los trabajadores con el objetivo de mejorar la eficiencia operacional y conseguir costes más bajos, calidad superior, innovación/desarrollo de nuevos productos y conseguir así ofrecer productos o servicios no solamente competitivos en precios sino también en calidad, diferenciación y especialización.
3- Adquisiciones: tener un papel protagonista en la consolidación del sector donde opera la empresa y conseguir con ellas sinergias operativas, de costes o de ingresos (sinergias en el ámbito de la producción, las compras, el marketing, las ventas o la logística).
Todo ello con el objetivo de tener una posición de liderazgo en el sector, el cuál es importante también que reúna una serie de características que acompañen, es decir, que no sea un sector (o subsector o nicho de mercado) donde haya una competencia feroz (mejor si es un oligopolio o un monopolio regulado), un sector con una cierta anticiclicidad, donde no se requieran enormes inversiones en Capex, donde la variable precio no sea la única que se tiene en cuenta y donde la imagen de marca sea relevante.
En caso de que para conseguir ese liderazgo sea necesario el uso de la deuda es importante que la amortización de la misma se consiga de forma relativamente rápida y que no se deba recurrir en exceso a ella por culpa de unas NOF muy elevadas (problemas de capital circulante que provoquen tensiones de liquidez que dificulten el día a día de la empresa).
Todo ello dibuja un mapa de empresas que ha sabido anticiparse/adaptarse a los desafíos globales y que ha conseguido una posición de liderazgo en su sector y un constante crecimiento anual de los márgenes, de la cuota de mercado, del peso del sector exterior sobre el total de sus ventas, de la generación de caja y sobretodo de los beneficios, la clave de la evolución bursátil de las acciones.
Ejemplos de empresas españolas que reúnen la mayoría de los requisitos descritos anteriormente: Inditex, Viscofan, Amadeus, Dia, Grifols y en menor medida Red Eléctrica, Prosegur, CAF, Vidrala, Ebro.
A nivel europeo destacaríamos: LVMH, L'Oréal, Reckitt Benckiser, Rotork, Tod's, Rational, Dassault Systémes, SAP, Pernod Ricard, Adidas, B.A.T, Essilor, Spirax Sarco, Coloplast, Elekta.