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España: positiva corrección del desequilibrio exterior, pero todavía insuficiente

La Posición de Inversión Internacional neta es una variable que mide la diferencia entre los stocks de activos y pasivos financieros externos de una economía.
Si la PII neta tiene saldo positivo (acreedor) significa que el volumen de activos frente al exterior es superior al de los pasivos. Si tiene saldo negativo (deudor) significa que el volumen de pasivos frente al exterior supera al de los activos.

Cuando un país tiene superávit en su cuenta corriente, como España durante la última década, quiere decir que tiene capacidad de financiación frente al exterior y en la cuenta financiera de la banca de pagos tendrá un déficit, es decir, un mayor incremento de los activos frente al exterior que de los pasivos, y en consecuencia una mejora de la PII neta. Ocurre a la inversa cuando un país tiene déficit por cuenta corriente.

Como comenté en el penúltimo artículo la consecución de balanzas por cuenta corriente positivas durante la última década, sumado a una positiva evolución del PIB en la mayoría de años, le ha permitido rebajar la PII neta en porcentajes sobre el PIB de manera importante, de casi el -100% en 2014 al -64,9% actual.

Es una clara mejoría pero todavía insuficiente. La Comisión Europea habla de desequilibro macroeconómico a partir del 35% del PIB. Por tanto se ha recorrido algo más de la mitad del camino pero todavía queda.

A pesar de que Francia lleva varios años con déficits por cuenta corriente éstos son pequeños y la PII neta, a pesar de haber empeorado, todavía está por debajo del 35%.

El caso de Italia es bastante espectacular. No partía de un nivel tan malo como España y la fuerte mejora de la balanza por cuenta corriente durante los últimos le ha permitido tener ahora mismo una PII neta positiva. A pesar del elevadísimo endeudamiento público, la inestabilidad política permanente y la sensación de decadencia el siempre poderoso y competitivo norte industrial le permite tener una posición exterior mejor que la del resto de países europeos mediterráneos.

Los casos de Portugal y Grecia son más negativos que los de España.
El país luso llegó a cotas peores que España (-125% del PIB), posteriormente lo ha ido corrigiendo pero de manera insuficiente, situándose hoy en día la PII neta sobre el PIB en el  -90%, muy lejos aún del -35%.
Y finalmente el caso de Grecia, que sin duda es el peor. No corrigió nada durante la última década, cosechó déficits por cuenta corriente todos los años y la PII neta llegó el año pasado al -180% sobre el PIB. Este último año ha mejorado un poco pero ahora mismo se sitúa en el -155% del PIB. Una cifra malísima, muy alejada del -35% y demostrativa de un profundo deseliquibio exterior que no ha hecho más que empeorar.

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