Luego de unas merecidas y muy agradables vacaciones, volvemos a retomar la periodicidad en las publicaciones.
Sobre los mercados lo que hay que comentar es que todos los pájaros de mal agüero que vaticinaban una corrección en verano (supongo que para entrar), se quedaron esperando. Con los mercados prácticamente planos durante el mes de Agosto y claramente positivos si contamos su comportamiento desde Julio es evidente que no ha habido corrección alguna.
Espero que todos aquellos que tratan de cazarle el "timing" al mercado hayan aprendido una valiosa lección: las acciones (es decir, las empresas), hay que comprarlas cuando estén baratas y venderlas cuando estén caras. Cierto, es más fácil decirlo que hacerlo, pero la mayor dificultad no es valorar cuándo una empresa esta barata o cara, es tener la disciplina de no tratar de adivinar los movimientos de la bolsa para la semana que viene o el mes que viene (¿recuerdan el experimento de las ratas?).
Comprar y mantener una cartera de buenas empresas adquiridas a buen precio (aunque su cotización esté cayendo) y vender o mantenerse alejado de empresas a precios muy superiores de lo que es justificable por los diferentes métodos de valoración (aunque estén en el sector más caliente de la economía y su cotización esta subiendo como la espuma), es la mejor manera de obtener buenos rendimientos en el largo plazo.