Una breve explicación del plan para el "rescate" del sistema financiero norteamericano que fue rechazado hoy por el congreso de los Estados Unidos.
El Tesoro Norteamericano iba a obtener una línea de crédito con la que podría comprar hasta 700 billones (en Inglés) de hipotecas y otros créditos malos. Esto posibilitaría a la banca sacar estos activos de su balance (unos activos que cada día valen menos). Esto era muy importante ya que la banca de este modo dejaría de desangrarse, ya que cada vez que tienen que bajar el valor de los activos hipotecarios en su balance, tienen que cubrir esta desvalorización con dinero que ya se les ha acabado, y que ningún inversionista está dispuesto a financiar (como varios al principio hicieron al no conocer la magnitud del problema).
Algo que todavía no está muy claro, y probablemente fue uno de los factores que impulsaron a un voto negativo de la propuesta, era cuánto iba a pagar el Gobierno por esos créditos, muchos asumían que iba a sobre-pagar y otros abogaban por que el Gobierno pagara precios de mercado.
El supuesto de los que abogaban por sobre-pagar, es que el contribuyente norteamericano a la larga no se vería afectado, y por el contrario, saldría con una ganancia, ya que estos instrumentos en estos momentos están muy por debajo de lo que sería un "fair value", o que en definitiva, el precio asume que tanto los precio del colateral (las casas) y los malos pagadores serán mejores de lo que asume el precio actual de mercado. Se asumía mucho aquí cosa que me preocupaba ,y al parecer, a muchos Republicanos del Senado también.
El plan le daba al secretario del Tesoro Paulson mucho poder para intervenir en los mercados, algo que a los Republicanos de la vieja escuela les costó aceptar.
El supuesto de los que abogaban por sobre-pagar, es que el contribuyente norteamericano a la larga no se vería afectado, y por el contrario, saldría con una ganancia, ya que estos instrumentos en estos momentos están muy por debajo de lo que sería un "fair value", o que en definitiva, el precio asume que tanto los precio del colateral (las casas) y los malos pagadores serán mejores de lo que asume el precio actual de mercado. Se asumía mucho aquí cosa que me preocupaba ,y al parecer, a muchos Republicanos del Senado también.
Los que abogaban por precio de mercado, argumentaban que el contribuyente no debería pagar un precio diferente al precio de mercado ya que el mercado es el que dicta el fair value (de nuevo, el problema es que nadie sabe en realidad el fair value de un estructurado de estos, ni el mercado, ni los bancos, ni nadie).
El plan le daba al secretario del Tesoro Paulson mucho poder para intervenir en los mercados, algo que a los Republicanos de la vieja escuela les costó aceptar.
De todos modos, con plan de rescate o no, el problema de fondo no se cura. El problema de fondo es que unos activos (las casas en Estados Unidos principalmente) fueron inflados por una avalancha de créditos otorgados de forma irresponsable (por una infinidad de razones, algunas expuestas en mi post sobre las calificadoras). Esto a dejado al sistema financiero en estado crítico, y el crédito ha pasado de ser sobre-otorgado a ser sub-otorgado (otros países Europeos me vienen a la mente que reunen estas características con su normal retraso en el ciclo con respecto a Estados Unidos).
Este tipo de medidas no son la panacea, hacen que el ajuste sea un poco menos doloroso, pero no lo evitan. Que nadie piense que una crisis de este tipo puede "curarse", esto se navega hasta llegar a aguas más calmadas y en el proceso son muchas las barcas que naufragan.
Si vemos la reacción del mercado, pareciera que el plan ya no le gustaba al mercado desde el principio (no creo que estuvieran adelantando un voto negativo, en mi criterio nadie se lo esperaba). Claramente al mercado le ha gustado aún menos que el plan se rechazara.
Si vemos la reacción del mercado, pareciera que el plan ya no le gustaba al mercado desde el principio (no creo que estuvieran adelantando un voto negativo, en mi criterio nadie se lo esperaba). Claramente al mercado le ha gustado aún menos que el plan se rechazara.