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Cuando un tipo dice "No podemos permitir que se repita la Historia" creo que demuestra una extraña combinación de sentido común y de responsabilidad. Esa frase es de Barack Obama, Presidente electo de los EEUU.

Digo que la combinación debe resultar extraña porque parece ser que el género humano al completo anda metido en todo cuanto se tercie con tal de olvidar el pasado. Tanto el reciente como aquel más vergonzante y antiguo que no por no vivido deja de tener magisterio.

Obama es negro. Es un hombre que sale de la clase media, no del poder. Es un señor bastante inteligente que a buen seguro ha tenido ocasión, a lo largo de su vida, de sentarse a charlar con gente corriente. Otros que le han precedido solo conocían el mundo de las élites, ese mundo donde nadie muere de hambre ni falta dinero a fin de mes. Ese mundo donde la gente se casa por dinero, se divorcia por dinero o aborta con dinero, que la fe si es con dinero perdona.

Obama tiene la oportunidad de clavar en los Estados Unidos de Norteamérica la pica del sentido común. Si le dejan.

En este sentido las corporaciones, los bancos, las familias que engendran poder incluso sin querer, verán en él el enemigo a batir. Porque el statu quo no permite cambios y el sentido común está intimamente reñido con el hecho de que unos pocos manejen los hilos y acaparen la riqueza más obscena enfrentada a la obscenidad que surge de la pobreza más absoluta.

Obama, sin ser un Robin Hood, pretende que su pueblo sea un espacio para todos los hombres y mujeres y no el cortijo de unos pocos y por ello en un país con una bipolaridad claramente de derechas se le acusa de socialista. Ya veremos qué tal se le da al sentido común desenvolverse entre tiburones.

Cuando un hombre se atreve a insinuar que 

"Creo que el senador McCain tiene toda la razón al decir que necesitamos más responsabilidad, pero no sólo la necesitamos cuando hay una crisis"

destila sentido común y respeto hacia el contrario: todas las grandes tragedias de la economía moderna y, con ellas, alguna que otra guerra, se han fraguado en tiempos anteriores, a fuego lento. La responsabilidad y la sensatez no pueden abandonarse cuando las vacas gordas campan a sus anchas.

Vivimos tiempos revueltos, pero nuestras empresas y gentes parecen añorar, echar de menos otros tiempos en los que se gestó sin inteligencia ni sentido nuestra actual tragedia colectiva. A muchos les entra la nostalgia de esos tiempos en que se especulaba con la vivienda más allá de lo razonable o se endeudaba uno hasta las cejas para poder tener un simple techo donde morar con su familia. No aprendemos de la historia y, con ello, tal vez preparemos el siguiente cataclismo.

Pero también la sensatez surge cuando se trata de evaluar las propias posibilidades. Así, dice Obama:

"Es difícil anticipar ahora cómo se verá el presupuesto del próximo año. Pero no hay duda de que no vamos a poder hacer todo lo que, creo, se necesita hacer. Hay algunas cosas que, creo, se deben hacer. No hay duda de que va a afectar a nuestros presupuestos. No hay duda sobre ello"

Se trata de comunicar dos factores que suponen un grave contratiempo.  Resulta políticamente incorrecto pero (afortunadamente) honesto: prevé la imposibilidad de arreglarlo todo y acepta que actuar traerá graves costes al presupuesto. 

Obama tiene suerte de poder dirigir el timón de su nave sin tener que soportar un partido republicano que, al mismo tiempo, intenta hundirle para demostrar que se equivoca aunque ello suponga sacrificar el país. En EEUU eso no se admitiría por antipatriótico.


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  1. #2
    16/09/09 23:49

    Estimado Anónimo: este es un blog abierto a la crítica y por ello no será censurado. Todo comentario cabe, sin distinción.
    Comentando su aportación: "Obama dice" no precisa ser repetido salvo que estemos en un coro de patio. He comenzado el artículo con las palabras de alguien que ha aportado un aire muy distinto a la política interna y exterior norteamericana. Por contraste con lo que hemos vivido en tiempos recientes (y a juicio de quien le escribe) ha aportado una necesaria bocanada de aire fresco.
    Desde luego tendrá que ser el tiempo quien diga si realmente Obama es un bluff o si es un estadista brillante. De momento el tiempo aún juega a su favor porque apenas tiene recorrido desde que inició su mandato. En este sentido y por la idiosincrasia del juego político estadounidense ¿Qué pinta ahí Zapatero? ¿A qué viene compararlo o colegir que ambos pertenecen a un mismo perfil político? Lo siento pero ¡me asombra Ud!
    Desde luego Obama es un político moderno y no huele a rancio como muchos otros que aún andaban con un ideario propio de la Alemania de los primeros 40 o la España de esa misma época. Y estoy muy de acuerdo en que a un político se le mide por sus hechos. Su precedente pasará a la historia como aquel que emprendió una guerra en contra del último párrafo de una resolución de la ONU, apoyado por unos pocos socios de reparto, y que ha permitido el desarrollo en su país de un sistema financiero y especulador tan corrupto y enfermo que ha arrastrado a la economía mundial a un abismo del que tardaremos en ver la luz.
    Si Ud se refiere a que los políticos que tuvimos hace unos años en España no son los responsables directos de lo que ahora este intenta (para mi gusto mal) arreglar creo que estaremos en profundo desacuerdo. La burbuja inmobiliaria, la carta blanca a la banca y la corrupción política que ha permitido barbaridades en eriales, costas y convertido en cortijos privados las instituciones no nace con Zapatero. Se lo dice un balear harto de ver cómo sus políticos migran del despacho al calabozo.
    Yo, sinceramente, apoyo el cambio en algo que apesta y Ud, si quiere, puede llamarle Obamamanía. Yo le llamo ética.
    Supongo que Ud se suma a la crítica que los republicanos lanzan contra Obama quien está resuelto a hacer llegar cobertura sanitaria gratuita a toda la población. En España tenemos también una línea que apuesta por el recorte en gasto social como solución para salir de esta. Pero ¿salir? ¿quienes? Supongo que el núcleo rancio cumpliria su palabra y la misma valdría un pijo: pero entonces tendríamos a millones de compatriotas con el agua más al cuello aún. ¿Es ese el país que uno desea para sus semejantes? ¿O es que no son sus semejantes?

    Obama dixit. Otro dijo "El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva. Puede estar usted seguro, y pueden estar seguras todas las personas que nos ven, que les estoy diciendo la verdad. El régimen iraquí tiene armas de destrucción masiva, tiene vínculos con grupos terroristas y ha demostrado a lo largo de su historia que es una amenaza para todos."
    Permítame pues que decida en quien, de momento, confío basándome en sus hechos.

    Saludos,

  2. #1
    Jaumet
    16/09/09 10:35

    Obama dice, Obama dice... es increíble esto de la Obamamanía. Zapatero también habla muy bien, y parece un pozo de concordia y todo, pero luego son los hechos los que le definen.

    Creo que muchos no parecen darse cuenta de que Obama es un político moderno, y como tal sus palabras valen un pijo: a un político se le mide por sus hechos, y en eso, a Obama todavía le queda todo por demostrar.