Cuando comentas con alguien que te dedicas a los mercados financieros te das cuenta de que inmediatamente te imaginan de traje y con tirantes, en mangas de camisa, en una sala como un gallinero, rodeado de pantallas, mientras gritas como un loco ¡cómpralo ya!
Te imaginan realizando algo estresante y dinámico, de pie, saltando, comentando, gritando. Y, al menos en mi caso, nada más lejos de la realidad.
A lo mejor era así en los 90, con el mercado de corros, o funciona así en algún chiringuito, pero en todos mis años de trabajo en ningún bróker, en ningún departamento de análisis, ni ninguna gestora he visto esas imágenes de gente como loca gritando. He visto momentos de tensión, de risa, de alegría, de tristeza... pero nada fuera de lo común, ni nada que no se vea en otras oficinas.
Y es que, como me decía un gran trader amigo mío, el buen trading es aburrido. Y así es. Ahora que el scalping lo hacen máquinas, lo cierto es que la parte de operativa es tan sólo el final de un largo proceso de análisis.
De un largo proceso que en conjunto forma tu estrategia, tu plan o tu proceso de inversión. No hay éxito sin proceso.
Sea cual sea tu estilo de inversión, la mayor parte del tiempo se pasa controlando riesgos, gestionando, analizando, buscando ideas, testeando indicadores... es decir, haciendo cosas "aburridas". Lo de operar, es la consecuencia de todo el proceso anterior.
Cada trade forma parte de un todo, consecuencia de un sistema, un portfolio, un análisis, un estilo.
Y es cierto que invertir es un trabajo tenso, estresante y complicado psicológicamente. Pero eso no significa que uno ande corriendo como un loco por la oficina arrancándose la corbata cuando pierde unos pipos.
En este sentido, leía un artículo esta mañana en el WSJ que señalaba que un inversor aburrido es peligroso. Y es cierto. Nada hay más peligroso que operar por operar.
Del mismo modo que un jugador de ajedrez no moverá ninguna pieza por mover, cada trade debe tener un plan detrás, una estrategia estudiada. Las operaciones que se ponen porque sí suelen terminar mal. Y salvo que uno se gane la vida con las comisiones de la operativa, operar por operar te acaba arruinando.
¿O tu acaso en tu trabajo trabajas por trabajar?
Lo hemos comentado otras veces, cuantas más operaciones hacemos, peores son los resultados.
Y si perdemos los mejores días, nuestro resultado puede ser mucho peor que si nos quedamos sin tomar decisiones:
Así que si no sabemos que hacer, lo mejor es estarse quieto, pensar en otra cosa o buscar ideas útiles que consuman nuestro tiempo (analizar balances, preparar modelos económicos, testear sistemas, etc)
Quien piense que las inversiones es estar de pie, frente a un ordenador con seis pantallas llenas de gráficos con rayas de todos los colores hablando por el manos libres y señalando con el dedo a su compañero... pues no se está enterando de nada.
Es mejor tener un mal plan que no tener ningún plan.