Un método de valoración bastante habitual entre los seguidores de Warren Buffett es el de calcular el valor de una empresa relativo al bono del Tesoro a largo plazo. Para ello, los buffettólogos dividen el BPA actual entre la rentabilidad actual del bono a 10 años. Sin embargo, yo prefiero incluir algunas modificaciones.
En primer lugar, no me gusta utilizar el BPA ya que es fáclmente manipulable. En su lugar me parece más adecuado emplear el Free Cash Flow por acción del último año. Además, al FCF le sumo el dividendo del último año, ya que también forma parte de la rentabilidad total del accionista. De esta forma, tenemos en el numerador una aproximación real del beneficio total obtenido por cada acción.
En el numerador también introduzco un pequeño cambio. En lugar de emplear la rentabilidad actual del bono a 10 años, hago dos cálculos distintos: el primero con la rentabilidad media histórica del bono a 10 años (un 7,15%) y el segundo con el doble de dicha rentabilidad.
Veamos un ejemplo con Pfizer (PFE).
Los buffettólogos más clásicos tomarían el BPA diluido del último ejercicio ($1,47) y lo dividirían entre la rentabilidad actual del bono del Tesoro a 10 años (4,81%). Así, el valor de PFE en relación al bono a 10 años sería de $30,56.
En cambio, yo tomo el FCF del último año ($2,02) y el dividendo del último año ($0,96) y los sumo ($2,98). Esto lo divido, en primer lugar, entre la rentabilidad media del bono a 10 años (7,15%) y obtengo un valor para KO de $41,68. A continuación hago lo mismo pero dividiéndolo entre 7,15% x 2 = 14,30% y obtengo un valor conservador para KO de $20,84. La media entre ambos valores es de $31,26.
Lo ideal sería comprar acciones de PFE por debajo de ese precio medio. De esta forma estaremos comprando acciones de PFE que nos ofrecen una rentabilidad superior al bono a 10 años pero con otro factor a nuestro favor: se trata de una rentabilidad expansiva, que va creciendo a una tasa semejante a la tasa de crecimiento compuesto anual del FCF y del dividendo (aunque para mis cálculos suelo ignorar esta última). Los buffettólogos hacen esto porque equiparan las acciones a los activos de renta fija a largo plazo y lo que pretenden es comprar un "activo de renta fija" que ofrezca una rentabilidad superior a la del bono del Tesoro.
Si compramos acciones de PFE a precio de cierre de ayer ($28,16), estaremos obteniendo una rentabilidad como accionistas del 10,58% (muy superior a la del bono a 10 años) y dicha rentabilidad crecerá a un tasa compuesta anual media de entre un 15% y un 7%. Este método, además, nos permite calcular el beneficio anual que deberíamos esperar como accinistas. Así, el beneficio para el accionista del año que viene debería estar entre el 12,17% y el 11,32%. Como vemos, los efectos beneficiosos del paso del tiempo y del interés compuesto también se ven reflejados en este método.