1. Lectura de la Carta a los Accionistas de las Cuentas Anuales.
2. Lectura del informe de los directivos sobre la empresa y el sector de las cuentas anuales.
3. Estudio detenido de los segmentos de la compañía.
4. Análisis DAFO.
5. Estudio de la ventaja competitiva y de la estrategia.
6. Estudio de las fuerzas Porter.
Es muy difícil cumplir con los pasos 4, 5 y 6 sin haber leído antes las cuentas anuales de los últimos años de la empresa que estamos analizando. Leer las cuentas de la competencia ayudaría mucho a entender el sector. Es un trabajo pesado pero que todo inversor value debe realizar.
Al final, todo esto sirve para saber qué es lo que mejor hace nuestra empresa, descubrir si los competidores pueden imitarlo y, por último, tener claro por qué los consumidores van a seguir comprando nuestros productos y no los de la competencia. Después de estos tres puntos básicos, la lista de factores cualitativos de vital importancia en cualquier inversión es muy extensa, pero en un artículo anterior ya tocamos los más importantes.
Después de todo esto, viene la valoración. Pero es el último paso pues, sin tener claros los aspectos cualitativos, difícilmente vamos a poder valorar correctamente una empresa.
Como podéis ver, el inversor value analiza empresas, no acciones.