El siguiente post extraído del libro “La Riqueza de las Naciones” trata sobre el libre mercado, como medio de asignación eficiente y competitivo de capital en detrimento del monopolio.
“Lo que es prudente en la conducta de una familia nunca será una locura en la de un gran reino. Si un país extranjero nos puede suministrar una mercancía a un precio menor que el que nos costaría fabricarla, será mejor comprársela con el producto de nuestro trabajo, dirigido en la forma que nos resulte más ventajosa. Ciertamente no es ventajoso cuando se lo dirige hacia un objetivo que es más barato comprar que fabricar. El valor del producto anual es evidentemente disminuido en un cierto grado cuando resulta así desviado de la producción de mercancías que claramente tiene más valor hacia la de mercancías que tienen menos. Si suponemos que la mercancía podía ser adquirida en el exterior más barata que si se produjera en el país, podría ser comprada con sólo una parte de las mercancías, o lo que es lo mismo: con sólo una parte del precio de las mercancías que la actividad puesta en marcha por el mismo capital habría producido en el país si se la dejara seguir su curso natural. La actividad nacional, por tanto, es desplazada desde un empleo ventajoso a uno menos ventajoso, y el valor de cambio de su producto anual, en vez de aumentar como pretendía el legislador, necesariamente disminuirá con cualquier intervención de este tipo.”
Aquí, la especialización se extrapola desde una pequeña comunidad en la que cada integrante se centra en lo que mejor sabe hacer, hasta ser proyectado en el plano internacional, donde las naciones compiten en razón a su eficiencia. Igual que en un pequeño pueblo el progreso llevó a que la especialización de un panadero sustituyera la elaboración de pan por cada familia a cambio de un pedazo de la actividad que éstos desarrollasen, el progreso de las naciones también tiende a su especialización, llevando a que existan países más eficientes que otros en determinadas actividades. De esta forma, el precio de importar determinado producto de otro país resultará más barato que desarrollar una industria local que lo fabrique, y ese capital podrá ser destinado a otra industria local más eficiente y competitiva que la de otras naciones.
Con este texto, lo que el autor intenta transmitirnos es la idea de competencia, de suprimir proteccionismos y monopolios nacionales para que el libre mercado asigne de manera más eficiente los precios de los productos y el capital. El coste de mantener una industria ineficiente se manifiesta en los menores recursos disponibles para invertir en otras industrias locales verdaderamente eficientes y competitivas. Claro que esto es teoría, en la práctica no resulta tan sencillo de implementar por los costes sociales que conlleva: cierre de empresas, despidos, despoblación,…