Un coche sirve para moverse. Por mucho que nos gusten y valoremos muchas veces más su apariencia que su verdadera utilidad, su fin último es facilitar los desplazamientos como medio de transporte que es. Eso no quita para que, aunque cumpla perfectamente con su función, nos guste tenerlo limpio y cuidado, sin golpes ni rayones. Prácticamente a todos los que tenemos un coche al que medianamente apreciemos nos habrán hecho un pequeño rayón en la chapa, o se lo habremos hecho nosotros, y nos habremos cabreado por ello. El cabreo dura unas horas, incluso unos días, pero al final termina pasándose, y en ese tiempo el coche no ha dejado de estar perfectamente disponible para desplazarnos con él. Recordemos estas frases: “En algún momento había que hacerle el primer rayón”, “Así el segundo rayón ya no duele tanto”,…
Pues bien, si nuestro coche es Alibaba, el pequeño rayón en la puerta es la multa que le va a poner el regulador. Estamos hablando de una multa de $2.75 billones (o 2.750 millones de dólares) a una empresa que tiene, según la información de Yahoo Finance, tiene una tesorería de $462 billones (o 462.161.000.000 dólares si ponemos todos los ceros). Es decir, la multa va a suponer un 0,6% del dinero que tiene en caja.
Evidentemente, a nadie le hace ilusión una multa, pero el daño que va a causar a la compañía va a ser minúsculo, por no decir inexistente. En los últimos días, las acciones de Alibaba han estado cayendo, quizá temiendo que el regulador obligara a trocear y vender partes de la empresa, o quizá ante los titulares sensacionalistas que hablan de que es la mayor multa jamás impuesta a una empresa. Ante esto último, supongo que lo preocupante sería que a una empresa pequeña se le impusiera la mayor multa de la historia, o viceversa, pero no que a una de las compañías más grandes del mundo y posiblemente de la historia (7ª en capitalización a nivel mundial según el ranking de Bloomberg de más abajo) se le imponga la mayor multa de la historia.
Compañías cuya capitalización casi equivale a la del resto de cotizadas que no aparecen en el ranking
Viendo en lo que ha quedado, no hay motivos para el pesimismo ante una compañía de estas características. Salvando las distancias, otro ejemplo similar puede ser Volkswagen con la crisis de las emisiones, cuyo precio cayó temiendo una multa que, por muy elevada que pudiera ser, no iba a ser más que un pequeño rasguño. Algo que el tiempo se ha encargado de demostrar. Muy presumiblemente sucederá lo mismo con Alibaba.
Por último, y salvando las distancias entre una y otra, vamos a ver la evolución bursátil de las dos principales compañías de comercio online a nivel mundial. En los últimos años llevaban una evolución muy similar, hasta finales de 2020 donde algo ha sucedido en la cotización de Alibaba. Este vuelco en la cotización ha coincidido casi exactamente con la desaparición de Jack Ma del foco público, y los rumores de que algo estaba sucediendo.
La compañía sigue creciendo y generando caja, la multa no significa nada, pero la cotización ha caído. Saquen sus propias conclusiones.
Viendo en lo que ha quedado, no hay motivos para el pesimismo ante una compañía de estas características. Salvando las distancias, otro ejemplo similar puede ser Volkswagen con la crisis de las emisiones, cuyo precio cayó temiendo una multa que, por muy elevada que pudiera ser, no iba a ser más que un pequeño rasguño. Algo que el tiempo se ha encargado de demostrar. Muy presumiblemente sucederá lo mismo con Alibaba.
Por último, y salvando las distancias entre una y otra, vamos a ver la evolución bursátil de las dos principales compañías de comercio online a nivel mundial. En los últimos años llevaban una evolución muy similar, hasta finales de 2020 donde algo ha sucedido en la cotización de Alibaba. Este vuelco en la cotización ha coincidido casi exactamente con la desaparición de Jack Ma del foco público, y los rumores de que algo estaba sucediendo.
La compañía sigue creciendo y generando caja, la multa no significa nada, pero la cotización ha caído. Saquen sus propias conclusiones.