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Características de las empresas de calidad según Warren Buffett (Parte II – Balance de situación)

Un producto que no necesita inversión adicional
Un producto que no necesita inversión adicional


Continuamos con la segunda parte del resumen de aquellos valores que deben tener las empresas en sus estados financieros para indicarnos que pueden contener alguna ventaja competitiva duradera. La información la he extraído del libro “Warren Buffett y la interpretación de estados financieros”, escrito por su exnuera Mary Buffett y David Clark. En este caso vamos a analizar el balance de situación: 

  • Situación de efectivo y equivalentes de efectivo. Si una compañía cuenta con mucho efectivo puede ser porque la compañía tenga una ventaja competitiva duradera que lo genera, porque haya vendido obligaciones o emitido acciones, o bien porque ha vendido una parte del negocio, lo cual puede que no sea tan bueno (se me ocurre el ejemplo de OHL cuando vendió la división de concesiones). Si el efectivo es bajo, puede que sea indicador de un rendimiento empresarial mediocre. Lo interesante es que sea el propio negocio el que genere el efectivo porque los ingresos superen ampliamente los gastos y éste no deje de acumularse. Cuando una compañía sufre un problema que derrumba el precio de sus acciones, pero cuenta con suficiente efectivo, es posible que cuente con fuerza suficiente para salir de los problemas en los que se haya metido, pudiendo ofrecer buenas oportunidades de compra. Entiéndase en todo este punto el caso de compañías con mucho efectivo pero muy limitada deuda. Si observamos el balance durante varios años y el efectivo aumenta sin que lo haga la deuda, o se hayan emitido acciones u obligaciones, o se haya vendido alguna parte del negocio, probablemente nos encontremos ante un negocio excepcional. Por último, lo que para mí es uno de los mejores consejos de inversión: “el efectivo es el rey durante los tiempos difíciles, por lo que, si disponemos de él cuando la competencia no lo tiene, entonces nosotros tendremos el mando”
  • Existencias. Un gran riesgo de las compañías es que las existencias puedan quedar obsoletas y no se lleguen a vender, produciendo pérdidas por todo el dinero que se deja inmovilizado y no se consigue vender. En ese sentido, las mejores compañías son las que cuentan con productos que no cambian nunca, como Coca-Cola. Así, nunca van a quedar sus existencias obsoletas. Una compañía productora que haga crecer tanto beneficios netos como existencias de forma consistente es indicativo de que la compañía encuentra maneras rentables de aumentar ventas y que esas nuevas ventas exigen un aumento de existencias para poder servir los pedidos a tiempo. 
  • Cuentas a cobrar. En sectores competitivos, las compañías que operen intentarán ofrecer condiciones ventajosas a sus clientes para ganar ventas, lo que puede hacer que la partida de cuentas a cobrar incremente. Las buenas compañías son las que presentan un bajo porcentaje de cuentas a cobrar, ya que pueden exigir a sus clientes condiciones más ventajosas para ellos mismos, y éstos no tienen otra alternativa que aceptarlo. Este hecho puede ser un indicativo de la ventaja competitiva.
  • Activo corriente y coeficiente de solvencia. Los analistas suelen usar el coeficiente de solvencia para medir si la compañía puede hacer frente a sus obligaciones de corto plazo. Se supone que un coeficiente superior a 1 es positivo, mientras que cualquier valor inferior a 1 considera que la empresa puede tener dificultades para satisfacer sus obligaciones a corto plazo con sus acreedores. Sin embargo, muchas empresas con ventaja competitiva duradera tienen un coeficiente de solvencia inferior a 1, ya que son tan rentables que apenas mantienen efectivo o activos corrientes y pueden cubrir con facilidad todo su pasivo corriente o bien obtener efectivo fácilmente y sin apenas coste. Esta gran rentabilidad también les permite pagar buenos dividendos o recomprar acciones, consumiendo efectivo que baja la solvencia por debajo de 1, pero al ser tan regular en su rentabilidad no compromete para nada el negocio. 
  • Propiedades, plantas de producción y equipos. Como ya se indicó en el apartado de amortización de la Parte 1- Cuenta de Pérdidas y Ganancias, el no disponer de activos es positivo, porque la amortización a lo largo de toda su vida útil hay que verla como un gasto. Si una compañía no necesita invertir constantemente porque sus activos o instalaciones no quedan obsoletas y siguen siendo competitivos, es muy posible que cuente con una ventaja competitiva duradera. Fabricar un producto uniforme que no necesita cambiar equivale a unos beneficios sistemáticos, porque no hay necesidad de destinar grandes cantidades para seguir siendo competitivo. 
  • Fondo de comercio. Cuando una compañía adquiere un negocio por encima de su valor en libros, es posible que ciertos aspectos queden reflejados en el fondo de comercio, como puede ser el valor de la marca. Sin embargo, otras empresas han generado ese valor internamente, por lo que no aparece reflejado en ningún lugar del balance, pero eso no quiere decir que no exista. Por ejemplo, Coca-Cola.
  • Total de activos y rentabilidad. Aunque se buscan compañías que no necesiten muchas inversiones de capital, también un alto volumen de activos supone un obstáculo para la entrada de competidores, ayudando a que una ventaja competitiva sea más duradera.
  • Deuda a corto plazo. Cuidado con las instituciones financieras que piden prestado más dinero a corto plazo que a largo plazo. Un cambio en los tipos a corto plazo en relación a los tipos a largo podría conllevar bancarrota de la empresa. 
  • Deuda a largo plazo. Por lo generar, las compañías con ventaja competitiva duradera no necesitan apenas deuda para llevar a cabo sus operaciones, ya que se autofinancian con el propio negocio a la hora de llevar a cabo adquisiciones. Pero tampoco hay que mirar únicamente el último año, si vemos 10 años de baja deuda a largo plazo, casi se podría asegurar que existe algún tipo de ventaja competitiva duradera. En conclusión, las compañías con una rentabilidad suficiente como para saldar toda su deuda a largo plazo en tres o cuatro años son buenos indicativos de ventaja competitiva duradera. 
  • Ratio de endeudamiento (pasivo total/patrimonio neto). Como norma general, y a menos que se analice una institución financiera o empresas tipo Moody´s que apenas cuenta con fondos propios, siempre que veamos un ratio de endeudamiento ajustado inferior a 0,80 será muy probable que la compañía cuente con una ventaja competitiva duradera.
  • Fondos propios/valor contable. Al restarle todos los pasivos al activo se obtiene el patrimonio neto o valor contable del negocio. Si a este patrimonio neto le restamos las subvenciones, donaciones, legados y ajustes por cambio de valor obtenemos los fondos propios, que se corresponde con el dinero aportado inicialmente por los accionistas (acciones ordinarias, preferentes y prima de emisión) más las reservas que se hayan ido generando por el negocio.
  • Acciones preferentes. Las compañías con ventaja competitiva no suelen emitirlas, ya que cuentan con tantos beneficios que pueden autofinanciarse sin necesidad de emitirlas. Hay que recordar que las preferentes, aun siendo emisiones de capital, funcionan como si se tratara de deuda, ya que obligan al pago de dividendos. Estos, a diferencia de los intereses de la deuda, no son deducibles. Por tanto, uno de los indicadores de una empresa con ventaja competitiva duradera es que no emita acciones preferentes. 
  • Reservas. Las ganancias netas se pueden distribuir como dividendos, utilizarse para comprar acciones propias o bien guardarse para que el negocio siga creciendo. Cuando se da esta última opción, estas ganancias aparecerán en el apartado de reservas de los fondos propios del balance. Si estas ganancias que se guardan de forma recurrente son utilizadas de una forma rentable, van a mejorar enormemente la situación económica de la empresa a largo plazo, pues se beneficiarán del interés compuesto. Por tanto, un gran indicativo de que una empresa nos pueda hacer ganar dinero a largo plazo es que su cifra de reservas aumente, y que, por tanto, haga aumentar su patrimonio neto. Este ritmo de crecimiento de las reservas nos dirá si ésta posee ventaja competitiva duradera o no. Por ejemplo, Coca-Cola aumentó sus reservas un 7,9% anual durante los últimos 5 años y Wrigley al 10,9%. Pero cuidado, no todo incremento de reservas se debe a un aumento en las ventas, también puede provenir de la compra o fusión con otra compañía, donde las partidas de reservas se suman. Por otra parte, hay compañías como Microsoft que presentan reserva negativa, pero no es debido a un mal rendimiento, si no a que genera tantos ingresos estables que no tiene necesidad de mantener reservas, y prefiere dedicarlo a abonar dividendo o a recomprar acciones propias. Lo que Warren Buffett hizo al llegar a Berkshire Hathaway fue cancelar inmediatamente los dividendos para acumular reservas que invertir en negocios rentables y aumentar el ritmo de crecimiento de las ganancias futuras. Pero para ello es imprescindible que estas reservas se inviertan en negocios rentables con ventajas competitivas duraderas, de lo contrario no se podrá beneficiar del interés compuesto.
  • Acciones propias. Cuando una compañía adquiere acciones propias tiene dos opciones, o cancelarlas o conservarlas para volver a sacarlas a la venta más adelante. Las compañías con ventaja competitiva duradera suelen disponer de mucho efectivo que emplean en la compra de acciones propias, por ello, este es un buen indicador del tipo de compañía que estamos buscando. Esto lleva a pensar que, como norma general, las compañías que poseen acciones propias en el balance y cuentan con un historial de compra de acciones propias son buenos indicadores de ventaja competitiva duradera. 
  • Rentabilidad de los fondos propios. Como ya se ha indicado, los fondos propios lo conforman las acciones ordinarias, las acciones preferentes, la prima de emisión y las reservas, y pueden proceder de tres fuentes distintas: el capital recaudado en la emisión originaria de acciones ordinarias o preferentes, en posteriores emisiones de acciones una vez la empresa ya está en funcionamiento, y en la acumulación de reservas provenientes de ganancias operativas. Como accionistas, la mejor y más importante es esta última. Una forma de calcular su rentabilidad es dividir las ganancias netas entre los fondos propios. Gracias a este ratio, Warren descubrió que las compañías que se benefician de una ventaja competitiva a largo plazo presentan un rendimiento sobre los fondos propios superior a la media. Por ejemplo, Coca-Cola presenta una rentabilidad del 30%, Wrigley un 24% o Pepsi un 34%. En un sector altamente competitivo como el de las aerolíneas, ninguna presenta unos ratios tan elevados. Un rendimiento muy alto del capital significa que las compañías saben utilizar bien las ganancias que guarda, y con el tiempo hará aumentar el valor subyacente del negocio, lo que terminará haciendo aumentar el valor de cotización de la compañía. 
  • Apalancamiento. Por último, recomienda tener cuidado con el apalancamiento, ya que hay compañías (como algunos bancos de inversión), que obtienen grandes ganancias y pudiera parecer que cuentan con ventajas competitivas duraderas. Pero la realidad es que ese excepcional 12% de rentabilidad financiera lo obtienen gracias a pedir prestadas grandes cantidades a un 7% de interés, con lo que ese 5% adicional de ganancias es lo que realmente se añade a la cuenta de resultados. Aunque parezca que obtienen un flujo regular de ingresos, la fuente real de procedencia de estos flujos que permite pagar los interese podría dejar de realizar esos pagos, como en la crisis de las suprime. Por ello, es recomendable evitar negocios que utilizan mucho el apalancamiento para obtener beneficios. En palabras textuales “a corto plazo parecen ser la gallina d ellos huevos de oro, pero a la larga no lo son”. Como ejemplo más entendible de este punto, podemos pensar en aquellas personas que adquieren varias propiedades inmobiliarias de forma apalancada, y que utilizan los ingresos por el alquiler para devolver las hipotecas y el pago de los intereses asociados. Mientras no falle la fuente de ingresos podrán seguir haciendo frente al elevado apalancamiento, pero si esto se tambalea por impagos o falta de inquilinos, su elevada exposición al riesgo podría llevarles a la ruina.

 
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  1. #1
    21/12/21 13:44
    Buen post, pero Buffett puede hacer cosas que nosotros no podemos. El es dueno de 3 aseguradores y estas empresas prestan dinero como los bancos sin estar sujeto a las leyes de bancos. Y el puede comprar acciones que no es viable para los inversores comunes.

    Asi que basicamente Buffett puede usar dinero del publico para invertir, aparte del dinero del fondo que maneja. Su nivel de apalancamiento es casi infinito Y puede comprar acciones preferred (similar a una accion, pero ganando intereses o dividendos) a x precio para luego venderla a precio de mercado en el futuro (lo que hizo con Goldman y Bank of America)

    Saludos.