Dividendo prescrito

El dividendo prescrito se refiere a una situación en la que una empresa ha declarado y está obligada a pagar un dividendo a sus accionistas, pero uno o varios accionistas no han reclamado ni cobrado su parte del dividendo dentro del plazo establecido por la ley. Debido a esta falta de reclamación y cobro, la obligación de la empresa de pagar esos dividendos prescritos se extingue o prescribe. En consecuencia, la empresa ya no tiene la obligación legal de pagar esos dividendos no reclamados.

Imagina que una empresa ha tenido un buen año y decide compartir sus ganancias con sus accionistas en forma de dividendos. Estos dividendos son una especie de 'regalo' que la empresa da a quienes han confiado en ella comprando sus acciones. Sin embargo, hay ocasiones en las que estos dividendos, por diversas razones, no son reclamados por los accionistas. Puede que hayan olvidado hacerlo, que hayan perdido el contacto con la empresa o, simplemente, que no estén interesados en cobrar ese dinero.

Aquí es donde entra en juego el concepto de "dividendo prescrito". En esencia, es un dividendo que, al no ser reclamado en el plazo estipulado por la ley, queda en manos de la empresa, liberándola de la obligación de pago. Es como si tuvieras una deuda con alguien y, al no cobrarte en un tiempo determinado, esa deuda desapareciera. En el mundo financiero, este fenómeno tiene una similitud con la prescripción de cualquier otro débito.

Este proceso beneficia a la empresa porque se queda con ese dinero, lo que le permite tener un flujo de efectivo adicional. Es un beneficio suplementario que, aunque pueda parecer pequeño, en empresas grandes con miles o millones de accionistas puede suponer sumas considerables.

¿Y cuál es la curiosidad de todo esto? Bueno, aunque el proceso puede parecer frío y mecánico, detrás de cada dividendo no cobrado hay una historia. Puede ser un accionista que ha perdido contacto con la empresa y no sabe que tiene un dividendo esperándole, o alguien que, por razones personales, ha decidido no cobrar ese dinero. Es un recordatorio de que detrás de las grandes cifras y los términos financieros hay personas, con sus vidas, decisiones y circunstancias.

Para evitar que tu dividendo se convierta en un "dividendo prescrito", es importante estar al tanto de las comunicaciones de las empresas en las que tienes acciones, así como conocer los plazos y procedimientos para el cobro de dividendos. De esta manera, no solo te beneficiarás de las ganancias de la empresa, sino que también te aseguras de que tu inversión rinde al máximo.

¿Cuándo prescribe un dividendo?

En el mundo de las finanzas, cuando hablamos de que algo "prescribe", nos referimos a que un derecho o una obligación ha expirado debido al paso del tiempo ya la inactividad en su reclamación o cumplimiento. En el caso de los dividendos, este fenómeno también ocurre.

El cobro de un dividendo no es indefinido. Cuando una empresa declara el pago de dividendos a sus accionistas, existe un plazo determinado para que estos dividendos sean cobrados. Si un accionista no reclama su dividendo dentro de ese plazo, entra en juego el concepto de "prescripción".

En España, el plazo de prescripción para el cobro de dividendos es de cinco (5) años. Esto significa que desde el momento en que la empresa pone a disposición del accionista el dividendo, este tiene cinco años para reclamarlo. Si no lo hace en ese tiempo, pierde el derecho a cobrarlo y la empresa ya no tiene la obligación de pagarlo.

Por ponerlo en términos más simples: imagina que te deben un dinero y te dicen que pasa a recogerlo. Pero si no lo haces en cinco años, ya no podrás reclamarlo. Es como si esa deuda con tigo hubiera desaparecido por arte de magia.

¿Por qué existe este plazo de prescripción? Principalmente, para darle seguridad jurídica y financiera a las empresas. No sería práctico ni eficiente para una empresa mantener indefinidamente la obligación de pagar un dividendo que, por alguna razón, el accionista no ha reclamado. Al mismo tiempo, este plazo protege al accionista, ya que cinco años es un período razonablemente amplio para ejercer su derecho al cobro.

Por ello, si eres accionista, es fundamental estar informado y ser proactivo. Si una empresa en la que tienes acciones anuncia el pago de dividendos, asegúrate de conocer las fechas y los procedimientos para cobrarlos. De este modo, evitarás que tu dinero quede en manos de la empresa y podrás disfrutar plenamente de los frutos de tu inversión.

¿Qué pasa si prescribe el derecho a cobrar un dividendo?

Cuando un dividendo prescribe, se da una situación en la que el accionista pierde su derecho a cobrar ese dividendo y la empresa se ve liberada de la obligación de pagarlo. Pero, ¿qué implica realmente esta prescripción?

Veamos:

Derecho del accionista: Si un accionista no ha cobrado su dividendo en el plazo establecido, que en España es de cinco años, pierde el derecho a hacerlo. Es decir, aunque en un principio tuviese el derecho a recibir una cantidad de dinero por sus acciones, al no ejercer ese derecho en el tiempo determinado, ya no podrá reclamarlo.
Beneficio para la empresa: La cantidad que estaba destinada al dividendo que no ha sido cobrado, vuelve a las arcas de la empresa. En esencia, la empresa se beneficia de un ingreso extra, ya que no tiene que desembolsar ese dinero. Este beneficio es similar al que obtendría la empresa si un deudor no reclamase una cantidad que le debe en el plazo legal.
Registro contable: Desde el punto de vista contable, el dividendo no cobrado y ya prescrito se reintegra a la empresa. Esto se refleja en los estados financieros de la compañía, donde ese monto se suma a los beneficios o reservas de la empresa.
Repercusión en la imagen de la empresa: Si bien la prescripción de dividendos puede suponer un beneficio económico para la empresa, también puede afectar su imagen. Si muchos accionistas no cobran sus dividendos y estos prescriben, puede dar la sensación de que la empresa no ha sido lo suficientemente clara o transparente en sus comunicaciones sobre el pago de dividendos.

Para evitar situaciones de prescripción, es fundamental que los accionistas estén bien informados y sean proactivos en cuanto a sus derechos. Al mismo tiempo, las empresas deben asegurarse de comunicar de manera clara y transparente las fechas y procedimientos relacionados con el pago de dividendos, para que todos los accionistas tengan la oportunidad de cobrar lo que les corresponde.

¿Por qué prescribe el derecho a cobrar un dividendo?

La prescripción del cobro de un dividendo es un mecanismo legal que protege a las empresas de tener que mantener indefinidamente una deuda con sus accionistas.

Veamos las razones detrás de este fenómeno:

Seguridad jurídica: Las normas de prescripción aportan seguridad y estabilidad al marco jurídico y financiero. Al tener un plazo determinado para reclamar un derecho, se evitan posibles litigios o incertidumbres en el futuro lejano.
Salud financiera de la empresa: Si una empresa tuviera que mantener abierta la posibilidad de pagar un dividendo indefinidamente, esto complicaría su contabilidad y la gestión de sus finanzas. Con la prescripción, las empresas pueden reintegrar a sus cuentas los dividendos no cobrados, aclarando así su situación financiera.
Estímulo para el cobro: La existencia de un plazo para cobrar el dividendo anima a los accionistas a estar al tanto ya ser diligentes en la gestión de sus inversiones. Si no hubiera un límite de tiempo, algunos accionistas podrían postergar indefinidamente el cobro, generando desorden en los registros de la empresa.
Uniformidad con otras obligaciones: Así como los dividendos tienen un plazo de prescripción, muchas otras obligaciones, tanto en el ámbito mercantil como en otros campos del derecho, también lo tienen. Esto permite que exista una coherencia en el trato de diferentes tipos de deudas y derechos.

En resumen, la prescripción del cobro de un dividendo es una herramienta que busca equilibrar los derechos y responsabilidades tanto de las empresas como de los accionistas, proporcionando un marco claro y predecible para ambas partes.

Cómo evitar que prescriba un dividendo

Para garantizar que no prescribe el derecho a cobrar un dividendo, es esencial que los accionistas tomen ciertas precauciones y estén atentos a sus inversiones. A continuación, te indica algunos consejos y pasos que pueden seguirse para evitar que este derecho caduque:

Informarse adecuadamente: Es fundamental estar al tanto de las fechas en las que la empresa anuncia la distribución de dividendos. Las empresas suelen comunicarlo a través de sus páginas web, medios de comunicación financiera o directamente a sus accionistas.
Actualizar los datos de contacto: Es crucial que la empresa cuente con los datos de contacto actualizados de cada accionista. De esta manera, se facilita la comunicación directa sobre cualquier novedad relacionada con los dividendos.
Revisar regularmente las comunicaciones: Tanto los correos electrónicos como las cartas o notificaciones postales enviadas por la empresa deben ser revisadas con regularidad. En ellos, se pueden encontrar avisos sobre la disponibilidad de dividendos a cobrar.
Actuar con diligencia: Una vez que se tiene conocimiento de un dividendo pendiente de cobro, es aconsejable proceder a su recolección cuanto antes. No es recomendable postergar esta acción, ya que se corre el riesgo de olvidarlo y, con el tiempo, que prescriba.
Consultar periódicamente la situación con la empresa: Si se tiene duda sobre si existen dividendos pendientes de cobro, es recomendable ponerse en contacto con el departamento de atención al accionista de la empresa. Ellos podrán informarte sobre cualquier cantidad que esté pendiente.
Estar atento a los cambios en la normativa: Es posible que las leyes y regulaciones relacionadas con la prescripción de dividendos cambien con el tiempo. Por ello, es útil mantenerse informado sobre posibles actualizaciones en la normativa.

Siguiendo estos sencillos pasos, los accionistas pueden asegurarse de ejercer su derecho a cobrar los dividendos en tiempo y forma, evitando que este importante beneficio económico quede en el olvido y, eventualmente, prescriba.