La cláusula de acción colectiva (CAC) es una cláusula que se incluye en las emisiones de deuda pública, por medio de la cual, en caso de necesidad de reestructuración de la deuda por parte del emisor de la misma, permite a una mayoría determinada de bonistas (usualmente, más del 75%) para acordar esa reestructuración de la deuda en nombre de todos los acreedores.
La cláusula de acción colectiva es jurídicamente vinculante para todos los tenedores de bonos, incluyendo a los que votan en contra de la reestructuración.
El objetivo de las Cláusulas de Acción Colectiva es claro: este tipo de cláusula genera que, si determinada cantidad de bonistas acepta la oferta, el 100% de los acreedores deben entrar en el canje o reestructuración de la deuda, y así se evita que queden holdouts (es decir, bonistas que no acepten la propuesta del Deudor) con posibilidades de litigar contra el país en tribunales.
Ejemplos de utilización de la Clausula de Acción Colectiva
En la historia contemporánea existen varios ejemplos de la utilización de la Cláusula de Acción Colectiva en la economía mundial. De hecho, de conformidad con el tratado constitutivo del Mecanismo Europeo de Estabilidad, todos los bonos emitidos por los estados miembros de la eurozona con vencimientos superiores a un año, emitidos después del 1 de enero de 2013, deben tener una cláusula de acción colectiva obligatoria
Las veces que se utilizaron estas cláusulas fueron:
- Crisis de la Deuda Argentina en 2001
- Crisis Financiera Griega 2011
- Reestructuración de Deuda Argentina 2020