La prima de riesgo es el adicional que el emisor de una obligación debe pagar debido a que representa una mayor incertidumbre para su acreedor. Esto, en relación con un activo libre de riesgo de características similares.
De ese modo, tenemos dos niveles de análisis, el de la deuda pública y el de la deuda privada. A continuación, comenzaremos con el primero.
Prima de riesgo de la deuda pública en España
Todos hemos escuchado hablar de la prima de riesgo, en los telediarios nunca falta un espacio para hablar de ella y comentar sus subidas y bajadas. Sabemos que, a niveles más bajos, mejor para nuestro país, y que sus incrementos provocan mayores dificultades económicas.
A partir de esta base, vamos a intentar explicar más detalladamente qué es la prima de riesgo y qué consecuencias tienen sus variaciones sobre la economía de una nación.
Antes de la creación del euro, era complicado conocer las diferencias que podían existir entre los riesgos de las deudas soberanas de los diferentes países de la Eurozona. Ello, debido a las distintas tasas o tipos de interés asignados a cada moneda y la estabilidad de cada una.
Todo cambió con la llegada del euro que supuso la creación del Banco Central Europeo. Dicha entidad pasó a regular la política monetaria de los Estados miembros del bloque, los que además pasaron a tener un mismo tipo de interés de referencia.
Igualadas las condiciones, ¿cómo se compara la solvencia de distintos países?
En la Eurozona, los tipos de interés ya no variaban de una nación a otra, y además el riesgo de devaluación no afectaba, o mejor dicho, afectaba a todos por igual. Por ello, no existía motivo para establecer diferencias entre los países.
Llegados a este punto, la única forma de contrastar el riesgo era observando la rentabilidad de la deuda emitida por los Estados, es decir, los inversores exigirán más rentabilidad cuando detecten que pueda existir un mayor riesgo de impago.
Con base en las rentabilidades ofrecidas por los bonos de deuda estatales, se elabora la prima de riesgo. Más concretamente, y para el caso de la Unión Europea, esta comparación se realiza con respecto a Alemania.
¿Por qué Alemania?
Alemania demostró ser el país más solvente de la eurozona. Por ello, para determinar el riesgo de impago de un país, basta con comparar la rentabilidad ofrecida por Alemania con la de otra nación. Con base en este análisis, surge la prima de riesgo, que no es otra cosa que la diferencia entre la rentabilidad de un bono español (tomando como ejemplo España) y la de un bono alemán.
Por ejemplo, supongamos que el interés del bono español es del 5,86% y el del alemán es de 1,35%. La prima de riesgo en ese momento, por tanto, es la diferencia entre ambas cantidades, esto es, 4,51% o lo que es lo mismo, 451 puntos básicos (se multiplica la diferencia entre las tasas por 100).
El bono utilizado en la comparación de la prima de riesgo es el bono a 10 años, debido a que este se considera que es un plazo medio. A largo plazo, la incertidumbre es mucho mayor, y a corto plazo este riesgo es más sencillo de prever.
Evolución del bono español a 10 años
Consecuencias de la prima de riesgo para un país
A principios de este siglo, con el euro recién implantado, las diferencias entre la prima de riesgo de un país y otro en el viejo continente eran prácticamente inexistentes. Es decir, los inversores veían el mismo riesgo en el hecho de prestar dinero a España que a Alemania.
Sin embargo, debido a los desiguales desempeños que han mostrado los Estados en el manejo económico, la prima de riesgo se ha elevado en algunas naciones más que en otras.
Actualmente, con datos tomados al 20 de marzo de 2020, la prima de riesgo de países como España (107), Portugal (89) o Grecia (185) dista mucho de estar cercana a la alemana. Ello provoca que estos países tengan muchas más dificultades a la hora de buscar financiación externa, puesto que al ser la prima de riesgo un indicador del riesgo de impago, la desconfianza de los inversores también aumentará.
¿Cómo interpretar la prima de riesgo?
Si la prima de riesgo se sitúa en 107 puntos básicos en España, por ejemplo, significa que le cuesta un 1,07% más financiarse que a Alemania. De ahí la importancia que sigue teniendo esta cifra en las economías estatales.
Otra forma de verlo, es que la prima de riesgo es la compensación al inversor por asumir una mayor incertidumbre en comparación al activo libre de riesgo más parecido.
Evolución de la prima de riesgo española
Prima de riesgo en la deuda privada
La prima de riesgo también puede aplicarse a la deuda emitida por un privado. Solo que en este caso el activo libre de riesgo tomado como referencia suele ser la deuda pública. Es decir, la prima estará dada por la diferencia entre la tasa pagada, por ejemplo, por el bono de la empresa X y la tasa de los bonos del Gobierno.
Igualmente, la prima sirve para comparar el interés pagado por un bono corporativo con lo ofrecido por otra compañía similar. O también se puede hacer la comparación con respecto al sector al que pertenece la firma.
En este análisis a nivel empresarial, también se calcula la prima de riesgo de manera similar a como explicamos previamente. Es decir, sacando la diferencia entre el tipo de interés del bono corporativo y el tipo de interés de los bonos estatales.
¿Qué componentes tiene la prima de riesgo?
La prima de riesgo de la deuda emitida por un privado analiza, entre otros, los siguientes aspectos:
Riesgo financiero: Es la posibilidad de que una empresa pueda sufrir por pérdidas en sus inversiones, o por no alcanzar las ganancias previstas.
Riesgo de liquidez: Es el riesgo asociado a poder salir de una inversión asumiendo el menor costo posible. Es decir, qué tan probable es que pueda deshacer mi inversión y recuperar mi capital. Si he comprado un activo financiero, la pregunta sería, ¿qué tan fácil puede ser encontrar un comprador?
Riesgo del tipo de cambio: Es el riesgo relacionado con los movimientos del tipo de cambio cuando se realiza una inversión en una moneda extranjera.
Riesgo país: Este se refiere a las condiciones del país en el que está invirtiendo, principalmente, en términos políticos y macroeconómicos. Si la nación tiene una política muy inestable e impredecible, por ejemplo, implica una mayor incertidumbre y, por tanto, una mayor prima de riesgo.