El subempleo es aquella situación o fenómeno económico que se produce en el mercado laboral cuando el trabajador debe renunciar a ciertas condiciones laborales con el fin de evitar el desempleo. Por lo habitual, a contratos de más horas y para trabajos más cualificados.
El subempleo, dicho de otra manera, es la situación que padece un trabajador que se ve obligado a trabajar en un puesto de menor cualificación, o en el que trabaja menos horas de lo que podría por evitar el
desempleo, es decir, por estar parado. Este fenómeno económico, muy frecuente y fácil de detectar en cualquier
economía es lo que los economistas conocen como subempleo.
La Organización Internacional del Trabajo (por sus siglas, OIT) combate, al igual que hace con el desempleo, este tipo de fenómenos, promoviendo políticas que aboguen por
empleos de calidad y con unas condiciones dignas para los trabajadores. Pues hemos de señalar que el subempleo es un fenómeno negativo que afecta a la economía, derivando en sucesos como la fuga de cerebros, una menor productividad, una menor renta, un menor consumo, un menor
crecimiento económico, así como muchas otras consecuencias que se derivan de este fenómeno.
Al subempleo también se le conoce como infraempleo entre los economistas. Ambos términos representan el mismo concepto.
Como podemos apreciar, el subempleo va muy relacionado con el desempleo. Cuando en una economía existe mucha
demanda de trabajo y poca
oferta, la gente debe acogerse a lo disponible para evitar estar parado y generar un
ingreso para vivir. Aunque el trabajo sea más precario, la necesidad lleva al trabajador a desempeñar un oficio menos cualificado y con unas condiciones peores. Pero es precisamente el subempleo, es decir, el hecho de trabajar en trabajos precarios con el fin de evitar estar parado lo que lo diferencia del desempleo.
Tipos de subempleo
Teniendo claro ya qué es el subempleo, es momento de saber que cuando hablamos de subempleo, debemos saber distinguir entre dos tipos de subempleo habituales que se dan en la economía.
Estos dos tipos son el subempleo por empleo inadecuado, o lo que en la práctica llamaríamos empleo precario, y el subempleo por insuficiencia de horas, es decir, aquel en el que trabajamos menos horas de lo posible por no existir demanda para ofrecer más.
En el subempleo por empleo inadecuado, el trabajador debe aceptar un trabajo para el que está sobrecualificado, con un menor salario de lo que le correspondería con su formación, por el hecho de no existir oferta de trabajo que permita lo contrario.
En el subempleo por insuficiencia de horas, el trabajador se ve en la obligación de trabajar por debajo de su capacidad por no existir una mayor demanda. En este sentido, aceptando contratos de menos horas por no existir una mayor necesidad.
En conclusión, estos son las dos situaciones de subempleo más habituales. Como podemos apreciar, hablamos de un fenómeno que afecta al trabajador por la falta de oportunidades y alternativas en un mercado de trabajo que sufre problemas.
La tasa de subempleo
Al igual que para medir el desempleo utilizamos la
tasa de desempleo, para medir el subempleo utilizamos la tasa de subempleo. Este indicador económico, al igual que hace la tasa de desempleo, trata de medir la proporción de ocupados, sobre el total de ocupados, que sufre o padece la situación de subempleo en un determinado territorio.
El problema que tenemos al calcular la tasa de subempleo es la medición que realizan las distintas economías en el mundo, la cual, al tratarse de muchas, y muy diversas metodologías, dificulta la comparación y el contraste entre economías. Dado que no existe una manera uniforme de medir el subempleo, la comparación no tiene sentido.
Con todo, hay economistas que basan su medición en salarios medios, media de horas trabajadas, así como la temporalidad, entre otros indicadores que facilitan y afinan la medición.
Causas del subempleo
Por pura intuición, si ya hemos entendido lo que es el subempleo, probablemente ya tengas en menta algunas causas que dan lugar a este tipo de situaciones. Pero si aún no te imaginas qué tipo de situaciones pueden dar lugar a subempleo, a continuación vamos a ver algunas de ellas.
Dicho lo anterior, entre las causas que motivan la existencia de subempleo podemos destacar las siguientes:
- Exceso de sobrecualificación en el territorio.
- Elevada tasa de desempleo.
- Falta de empresas y de trabajo cualificado.
- Falta de oportunidades y alternativas.
- Economías poco diversificadas.
Estas son solo algunas de las causas que incentivan la existencia de subempleo. No obstante, el subempleo puede llegar por muchas más vías.
Diferencia entre subempleo y desempleo
Si has estado atento al artículo y has entendido todo lo que te hemos contado hasta ahora, ya debes ser consciente de que hablamos de dos fenómenos muy distintos; partiendo de que no podemos considerar desempleado a una persona que trabaja. En un trabajo precario, sí, pero trabaja, y, por tanto, es un ocupado y no un desempleado.
No obstante, es importante que entendamos esa diferencia, a la misma vez que debemos entender que hablamos de dos conceptos que se encuentran estrechamente ligados. Subempleo y desempleo no son lo mismo, pero la existencia de uno motiva la existencia de otro, y se relacionan en otros muchos aspectos, haciendo de estos dos conceptos, dos conceptos inseparables.
Ejemplo de subempleo
Para terminar, veamos un ejemplo cotidiano de subempleo que nos permita terminar de comprender este importante fenómeno.
Para ello, imaginemos a ese amigo que ha estudiado la carrera de ingeniería, pero que debe trabajar en una hamburguesería por no encontrar otro empleo que le permita desarrollar las capacidades que ha adquirido en la universidad. Por supuesto, este trabajador percibirá una remuneración por debajo de lo que cobraría en un puesto acorde con su formación, deteriorando su poder adquisitivo.
De la misma manera, otro ejemplo podría ser la cantidad de empleados a media jornada que se ven en la obligación de echar horas extra por la necesidad de contar con más ingresos. Al no existir una mayor demanda de horas, se ven la obligación de aceptar contratos de menos horas con el único fin de evitar el paro. Al igual que en el caso anterior, también conlleva una menor remuneración y, por ende, un menor poder adquisitivo.
En conclusión, y a modo de resumen de lo dicho hasta el momento, cuando hablamos de subempleo, hablamos de toda aquella situación en la que el trabajador no encuentra un trabajo acorde con su cualificación y su capacidad.