Durante el mes de abril, VALENTUM subió +12,39% (Eurostoxx +5,32%, IBEX +2,39%, MSCI Europe NR +6,12%, S&P500 en EUR +12,98%, Russell 2000 en EUR +13,92%).
La pandemia ha seguido avanzando y está siendo más agresiva en EE.UU. y Reino Unido, mientras que en Italia y España parece que las cifras comienzan a ser mejores y el confinamiento se empieza a relajar (aunque muy lentamente).
Los mercados han tenido un fuerte rebote, aunque la mayoría de las compañías siguen siendo incapaces de dar visibilidad. No es de extrañar que sigan los movimientos bruscos en los mercados.
Cartera de Valentum Abril 2020
La exposición neta de VALENTUM a renta variable a cierre del mes es del 84,47%. Seguimos gestionando la cartera de forma dinámica, aprovechando para comprar algunos valores que pensamos tienen un negocio que se recuperará rápido y un balance sólido, mientras que también vendemos algunos que o han tenido una reacción positiva fuerte o donde vemos dudas sobre la recuperación (en tiempo y en cuantía).
Detalles de la Cartera
Queremos hacer una reflexión sobre las nuevas tendencias de inversión, muy centradas en criterios de Medioambiente, Responsabilidad Social y Gobernanza (por las siglas en inglés, el mundillo de la inversión lo denomina “ESG”).
Valentum no es un fondo ESG, esto significa que mantenemos el universo total de compañías en bolsa como posible objetivo de inversión, es decir que no descartamos compañías por criterios ESG, siendo nuestros criterios principales para seleccionar empresas la calidad de la gestión, la poca deuda y la generación de caja libre.
Miremos sin embargo nuestra cartera con cada uno de los tres criterios ESG.
En cuanto a Medioambiente, no tenemos mucho peso de compañías “verdes”, donde solamente destaca la empresa de energía renovable EDPR, con un peso de 5.7%. Si no tenemos más compañías verdes en cartera, no es porque no estemos muy convencidos de la transformación ecológica de la sociedad, sino porque la cada vez más fuerte presencia de fondos centrados puramente en criterios ESG ejercen presión compradora en estos títulos.
En consecuencia, dichas acciones suelen cotizar con una prima significativa frente al mercado general, por lo que no generan la caja libre en relación a su cotización para que puedan entrar en nuestra cartera.
Pero la exposición a empresas contaminantes también es limitada en nuestra cartera. El peso ligado a minería es de un 1%, a energías contaminantes 0%, a química 0%, a cemento 0%, al automóvil 1.7%, a la metalurgia 5.7%, a la aviación 0%, a fertilizantes 0%, al papel&cartón 0.7% (aunque la única que tenemos utiliza casi únicamente papel reciclado), al transporte marítimo 0%, a plantaciones tropicales 0%, es decir, 9% en total.
Esto es mucho menos que en el universo de compañías cotizadas en Europa en general. Una explicación para nuestra escasa presencia en estos sectores puede ser que suelen ser intensivos en capital, lo cual merma la generación de caja libre, criterio clave para nosotros.
En cuanto a la responsabilidad social, aquí nuestra cartera en más difícil de medir. Sin embargo, estamos convencidos que hay una relación entre la calidad de gestión que buscamos y la responsabilidad social de las empresas. También destacamos que tenemos pocas inversiones en ciertos sectores donde compañías occidentales compran en países donde hay explotación laboral, como por ejemplo pasa en el sector textil, donde no tenemos ninguna inversión.
Finalmente, no tenemos ninguna posición en compañías ligadas con adicción (tabaco, alcohol, cannabis, juegos del azar, apuestas deportivas, pornografía).
Finalmente, la gobernanza sí es algo donde siempre damos mucha importancia, como parte de la buena gestión que buscamos. Asuntos como la presencia de los accionistas de control en la gestión, quien es el auditor, porque se cambia de auditor, en qué criterios se basa la remuneración variable, como se paga esta remuneración variable, las relaciones comerciales con empresas de los dueños, los miembros del consejo independientes, o la existencia de acciones con más derecho al voto, son todos temas de suma importancia para nosotros, ya que impactan la alineación de los intereses de los gestores con los de los accionistas y forman parte de la calidad de la gestión.
En resumen, no somos un fondo ESG pero nuestro estilo de inversión, sin quererlo, termina eligiendo compañías que cumplen muy bien los criterios de ESG sobre todo en responsabilidad social corporativa y gobernanza. Por desgracia, la mayoría de las compañías muy enfocadas en Medioambiente suelen estar demasiado caras para nosotros.
Cuídense mucho, tengan paciencia