Negocio para unos cuantos perdidas para los afectados
Se lanzan a la caza del mayor número posible de afectados para recibir ayudas
Las asociaciones de consumidores hacen caja con los abusos bancarios
Economía y Empresas - Finanzas
Con el número de ahorradores afectados por la mala praxis de bancos y cajas de ahorros subiendo como la espuma no dejan de surgir plataformas de afectados, organizaciones de consumidores y despachos de abogados que "se ofrecen" a informarles y prestarles todo tipo de servicios de asesoría para intentar recuperar sus ahorros.
Las asociaciones de consumidores cobran por la prestación de asistencia jurídica.//Foto:EL DIA
Fórum y Afinsa, Lehman Brothers, comercialización masiva de participaciones preferentes o valores convertibles...Todos estos casos recientes tienen en común el de tratarse de escándalos financieros en los que se han visto atrapados miles de personas de a pié, quienes de la noche a la mañana se tienen que enfrentar a un problema completamente desconocido para ellos y ante el que se encuentran totalmente desamparados.
O al menos así lo creen, ya que como dice el refrán "A río revuelto ganancia de pescadores" y con el número de ahorradores subiendo como la espuma no dejan de surgir plataformas de afectados, organizaciones de consumidores y despachos de abogados que "se ofrecen" a informarles y prestarles todo tipo de servicios de asesoría para intentar recuperar sus ahorros.
Eso sí, a cambio de la correspondiente minuta, ya que en esta vida nadie da duros por pesetas y menos ahora que la hucha de las subvenciones públicas está casi en números rojos. Y si no que se lo digan a las asociaciones de usuarios de Castilla-La Mancha, como la UCE o la FUCI, que se han visto obligadas a echar el cierre o a reducir su estructura a la mínima expresión ante el retraso en el pago de las ayudas y el recorte generalizado de las mismas por parte de la Administración autonómica.
Por este motivo, no es de extrañar que las que aún sobreviven estén actuando ante los afectados por la mala praxis de algunas entidades bancarias prácticamente como si fueran aves de rapiña, a la caza indiscriminada de afectados con el objetivo último de conseguir mayores recursos económicos por parte del Gobierno.
Así, por ejemplo, en el caso de Fórum Filatélico y Afinsa las organizaciones presentes en el Consejo de Consumidores y Usuarios se repartieron cerca de dos millones de euros para el apoyo y asesoramiento de los afectados en esta estafa. Un reparto que, por cierto, se realizó en función del volumen de personas asesoradas.
Una de las asociaciones más beligerantes se defendía de estas afirmaciones señalando a EL DIA que el dinero que cobran a los afectados es para sufragar los elevados costes de asistencia jurídica que presta.
Presupuestos insuficientes
Con estos parámetros, no es de extrañar el enfrentamiento que en los últimos años mantienen las distintas asociaciones de consumidores por atribuirse la máxima representatividad en la defensa de los intereses de los ciudadanos relacionados con el ámbito del consumo.
Más aún cuando cerca del 85% de los presupuestos de estas organizaciones se nutren de fondos públicos.
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Un buen filón también para los abogados
Los despachos de abogados también han encontrado un auténtico filón en los abusos que está llevando a cabo la banca mediante la colocación de productos complejos de alto riesgo entre ahorradores minoristas.
Así, cada vez son más los bufetes especializados en este tipo de casos, bien a través de personal dedicado en exclusiva a los mismos o bien mediante la creación de portales de internet con el objetivo de reunir al mayor número de clientes afectados por un mismo caso y así defender sus derechos de manera acumulada y más económica, señalaban a EL DIA desde uno de los despachos que han optado por esta última vía.
Emilia Zaballos, abogada que dirige el bufete que lleva su apellido, desmiente que las minutas cobradas sean elevadas, y pone como ejemplo los casos de swaps o permutas financieras, donde las cantidades cobradas se calculan en función de la diferencia entre lo que ha pagado el cliente de forma indebida y lo que aún debe.