Se puede comulgar contigo o estar de acuerdo en parte de lo que dices (prescindiendo de tu visceralidad fanática), sobre todo con lo referente a la casta política corrupta que ha ido de la mano y en connivencia con el poder financiero, desde tiempos inmemoriales.
El problema que tú padeces, no obstante, es que pretendes, en la cima de tu imponente confusión, mezclar las churras con las merinas y haciendo un totum revolutum con todo, hasta el punto de que los árboles ya no te dejan ver el bosque.
Puedes estar seguro de que si alguien ha estado estafando (que han sido muchos), en éste país, a la ciudadanía y en general, a todo el pueblo llano, no eran precisamente esas dos empresas que se dedicaban a comercializar filatelia. Más bien todo lo contrario, pues, eran un estorbo para muchos, que convenía eliminar a toda costa.
Y, como al parecer, para tí no hay dos sin tres, tenía que darte la manía o la fobia, ahora, también, contra el Ministerio de Sanidad y Consumo. Pues, mira, puede ser discutible la idoneidad de las competencias que éste departamento administrativo deba abarcar o no, pero, lo que no se puede hacer, tampoco, es, denigrar las cualidades profesionales de los funcionarios que trabajan en éste, considerándolos poco menos que unos ineptos zoquetes.