Para empezar, si yo profiero insultos (según su parecer), habrá sido contra Pardos que es a quien critico y en mi opinión, los "piropos" que le dirijo son merecidos y muy verídicos, puesto que no son bulos. En todo caso, no va con Ud., a menos que tenga una afinidad particular con ese tipo (como la que me atribuye a mí con los ex-directivos). Yo no trabajo para nadie y solo busco que se haga Justicia para recuperar todo mi dinero (supongo que igual que Ud. aunque por distinto camino). Soy, por lo tanto, mi propio jefe.
Es cierto (no lo niego) que los de Adicae pretendieron llegar a acuerdos políticos después de haber negado la responsabilidad patrimonial del Estado, pero solo cuando se percataron que esa reclamación patrimonial contra el Estado, era un hecho irreprimible y que de seguir oponiéndose a esta, le habría costado la credibilidad de todos sus asociados. Aun así, lo que quieren negociar, no son más que migajas o limosnas que no pasan de un 30% del crédito principal, en el mejor de los casos. Siendo una asociación que dice defender a los consumidores, demuestra un comportamiento insultante y vergonzoso. Existen, además, vídeos con declaraciones y artículos periodísticos documentados que constituyen pruebas de todo esto. Debería informarse mejor antes que atribuirme mala intención o desconocimiento.
¿Qué quiere decir con eso de que mi inversión está saldada? Yo tengo unos contratos legales que la Audiencia Provincial de Madrid, validó y he exigido la devolución de mi propiedad, primero, para después hacer valer los derechos que con la empresa había suscrito. En todo caso y como he dicho, no me querían devolver la totalidad de mis sellos, por lo que no los he recogido, ni tampoco habría firmado ninguna condición de renuncia a reclamar lo pactado en mis contratos. Así se lo hice saber a los AACC, con el envío certificado de un burofax escrito. ¿Queda entendido?
No está en mi mano devolverle la ilusión a ningún afectado, aunque si pudiera lo haría con gusto. Las iniciativas que se emprendieron, aunque no hayan conseguido resultados, son tan respetables como también se tiene derecho a ser crítico. Se actuó de buena fe y explicando con transparencia las actuaciones, sus formas o motivos. Todo lo demás, fueron decisiones libres y personales, de personas adultas e inteligentes.
Pienso, además, en la corrupción de los jueces al obstaculizar la aprobación de cualquier convenio, ya que de habernos podido acoger al que ofrecía la empresa, seríamos ahora los dueños en la gestión del patrimonio y de todos los activos. Los ex-clientes habríamos podido decidir (en lugar de los AACC) sobre la continuidad de la empresa, su viabilidad, si reflotarla o sellar de la mejor manera su destino.