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Afinsa y Fórum pidieron la supervisión de la CNMV para captar más clientes
Las empresas de bienes tangibles sondearon al órgano regulador en los años 2002 y 2003 para tener un marchamo de seriedad y así ampliar su base de ahorradores. El Ministerio de Economía se negó.
Afinsa y Fórum Filatélico querían estar bajo el paraguas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para dar a su negocio una apariencia de seriedad y legalidad que superara las reticencias de los ahorradores que desconfiaban de esta forma de inversión.
Según fuentes próximas al Ministerio de Economía, las empresas de bienes tangibles sondearon sin éxito al órgano de supervisión durante 2002 y 2003 con objeto de que aceptara sus emisiones con la aprobación de folletos destinados al inversor. Esto, además de darle un sello de credibilidad, hubiera ampliado las garantías de los ahorradores.
En aquel entonces, la CNMV se negó, argumentando que no eran productos de ahorro, y que tampoco contaba con expertos para valorar unos activos tan particulares como los fondos filatélicos, en los que se basaba la actividad de las dos compañías, según las mismas fuentes. Desde la CNMV señalan no tener constancia oficial de este acercamiento.
Desde Fórum insistieron en que esta iniciativa se defendió siempre en el seno de la Asociación de Empresarios de Coleccionismo e Inversión (Aseci). A juicio de los expertos consultados, el registro de los productos comercializados por Afinsa y Fórum hubiera podido disparar su contratación, hasta duplicar e incluso triplicar la cifra actual de 350.000 clientes repartidos entre las empresas.
Otras compañías de inversiones alternativas, también han buscado la admisión de la CNMV. Fue el caso de Bosques Naturales, empresa fundada y presidida por Ángel Briones, hermano del presidente de Fórum, Francisco Briones, que lanzó una Oferta Pública de Venta (OPV) en 1999 de cinco millones de euros para colocar acciones de la compañía entre los inversores y financiar su plan de compra de explotaciones madereras.
El debate sobre la calificación o no de estas actividades como financieras se ha reavivado con las querellas de los fiscales contra nueve directivos de Fórum y Afinsa detenidos, a los que se acusa de posibles delitos de fraude fiscal, administración desleal, insolvencia punible, estafa y falsedad documental.
En su argumentación, la Fiscalía concluye que los acuerdos de compra-venta suscritos entre las empresas y sus clientes tenían naturaleza de préstamo, y debieran ser consideradas actividades financieras.
Los sucesivos gobiernos han evitado darle esta consideración, siendo un sector sólo regulado por la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva, que únicamente obliga a las compañías a presentar sus estados contables auditados, que deben estar supervisados por “las autoridades de Consumo”.
La actuación de las auditoras, puesta en entredicho
Uno de los aspectos más sorprendentes de la crisis de Fórum Filatélico y Afinsa ha sido el escaso control regulador al que eran sometidas. Únicamente estaban obligadas a presentar auditorías desde el año 2004. Para ello eligieron dos auditoras de escaso tamaño, Carrera Auditores y Gestynsa, respectivamente. El hecho que no se tratara de firmas conocidas en el sector suscitaba criticas entre algunos clientes, dado lo elevado de las ventas anuales de Fórum Filatélico y Afinsa, que juntas rebasaban los 1.400 millones de euros de facturación.
Gestynsa, que tiene entre sus clientes auditados más destacados a la Mutualidad de previsión social a prima fija del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y a las bodegas de Prado Rey, tenían un acceso muy limitado a la información. Algo que ha servido al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) para sancionarles con carácter grave por no haber realizado las comprobaciones contables oportunas.
El organismo llegó a la conclusión fehaciente de que las firmas auditoras no realizaron las salvedades correspondientes en el ejerci