En varias asambleas yo dije en su día que, en mi opinión, los préstamos ICO eran una trampa y propuse que nadie los solicitara, para que así quedara patente nuestro rechazo a semejante chapuza. Al gobierno de ZP le vino de maravilla la mansa aceptación por parte de un porcentaje signiticativo de afectados.
El efecto desmovilizador que supuso entre nuestro colectivo y el impacto en la opinión pública de esta maniobra Zapateril, nos hicieron un flaco favor al conjunto de afectados.
Por otra parte, estaba el peligro de que llegara el vencimiento sin que hubiéramos recuperado nada (aunque algunos adalides de la liquidación decían que íbamos a cobrar PERO YA un 30% de nuestro dinero y cercenaron cualquier posibilidad de Convenio, aparte de los que prometieron uno y jamás lo presentaron, verdad Sr. Gil Robles?).
Casi nadie me hizo caso, yo ya entiendo que el préstamo ICO fue un relativo balón de oxígeno para personas en situaciones muy complicadas, pero me temía que a la larga iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Solamente algunos afectados que andaban bien de liquidez y se limitaron a colocar el importe de estos préstamos en algún depósito bancario son los que no van a tener problemas, porque no se lo han gastado y encima le han sacado alguna rentabilidad.
El problema serio y gordo es, precisamente, para los más débiles e indefensos, aquellos a los que su precaria economía les ha obligado a gastarse ese dinero que ahora, si no lo remedia nadie, les van a obligar a devolver. Una cerdada mayúscula.
Por otra parte ¿No deberían nuestros abogados, sean quienes sean, hacer gestiones para ver de solucionar este asunto?¿O acaso se van a limitar a cruzarse de brazos y esperar los suculentos réditos del proceso de liquidación, si es que no se tuerce? Harto estoy ya de que nos ninguneen de esta manera, los unos y los otros.