Las tarjetas que no se usen en un año deberían cancelarse automáticamente
pero claro, las entidades perderían un montón de dinero si lo hicieran.
Hay miles de tarjetas olvidadas en los cajones, que nunca llegaron a su destino, que fueron solicitadas por empleados sin consentimiento de sus titulares y año tras año acumulan comisiones por un servicio no prestado.
Hace falta una ley estatal sobre tarjetas y pienso que deberían caducar automáticamente aquellas que no se hayan usado en un año. Así se cobraría por un servicio real.