Comprar con tarjeta de crédito engaña a nuestro cerebro
Realizar compras con tarjeta de crédito en lugar de efectivo nos resulta más fácil porque nuestro cerebro no percibe el gasto como inmediato. Por esta razón no se activan áreas relacionadas con el dolor o el desagrado (como la ínsula) o lo hacen en menor medida, dejando que el núcleo accumbens (vinculado con la habilidad de experimentar placer y recompensa) se active fácilmente, dificultando nuestra capacidad de evaluar lo positivo o negativo de efectuar esa adquisición, concluyeron estudios dirigidos por el Dr. Brian Knutson de la facultad de psicología de la Universidad de Standford.
Por lo que para que esa oferta “increíble” en 24 cuotas no engañe a nuestro cerebro, lo ideal es tomarnos un día para evaluar la compra y si realmente vale la pena el esfuerzo. Asimismo, pensar el valor en cuotas es muy peligroso, dado que parecen montos pequeños, de manera que lo más recomendable para evitar involucrarnos en grandes erogaciones será reflexionar sobre el valor real en efectivo y sobre el esfuerzo que nos llevó conseguirlo.
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