Las entidades fijan distintas tarifas por el uso de los cajeros, que entrarán en vigor en enero, y serán ellas las que decidan qué parte del coste repercuten a sus clientes.
Los bancos están cerrando en estos días los acuerdos, bilaterales o de grupo, sobre su política de cobro de comisiones por la utilización de las redes de cajeros automáticos para extracción de efectivo. Las nuevas tarifas entrarán en vigor el próximo uno de enero y antes deben darlas a conocer a sus clientes.
Los tres grandes (CaixaBank, Santander y BBVA ordenados por el número de máquinas de que disponen en su red de oficinas) mantienen su decisión de no cobrar a sus clientes por estas operaciones y repercutir a los demás bancos emisores de tarjetas entre 1,5 y 2 euros por cada operación que los titulares de éstas lleven a cabo.
El resto de entidades se ha agrupado en dos grandes bloques: uno formado por la red Euro 6000 (los bancos surgidos de buena parte de las antiguas cajas de ahoros: Unicaja, Ibercaja, Abanca y Kutxabank), Bankia y Sabadell; y el segundo integrado por Popular, Bankinter y la mayor parte de las cooperativas de crédito agrupadas en torno a Cajamar.
Distintas condiciones
Estos dos grupos han alcanzado acuerdos distintos incluso dentro de ellos. En todo caso, lo que recoge la norma dictada por el Ministerio de Economía, después de haber tenido en cuenta las sugerencias del Banco de España al respecto es que el banco propietario del cajero a quien cobra no es al usuario final sino el banco emisor de las tarjetas y que éste es quien al final decide si le repercute total o parcialmente la comisión a su cliente.
El primer grupo había alcanzado, previamente a la publicación de la nueva norma, un acuerdo que, a la vista de ésta, ha sido modificado estableciendo precios distintos internos al grupo y unificando los aplicados a los bancos no integrados en el acuerdo. Según esto, las entidades de Euro 6000 se cobrarán 45 céntimos de euro cuando un cliente de cualquiera de ellas saque dinero en sus cajeros. Si la operación tiene lugar entre estos bancos y Sabadell y Bankia el coste de cada operación se elevará a 65 céntimos. Por último, si quien extrae dinero es alguien con una tarjeta de cualquier otra entidad, ajena a esta alianza, el coste de la operación oscilará entre los 1,5 y los 2 euros.
En el caso de Bankinter y Popular y Cajamar establece que las operaciones dentro del grupo tendrán un coste de entre 60 y 80 céntimos de euro. Quienes no pertenezcan a estos bancos deberán pagar un euro por operación.
Los titulares de tarjetas de estos bancos verán cómo se les repercute íntegramente la comisión que cobren las entidades ajenas a esta alianza por la extracción de dinero en sus cajeros. Al menos es lo que hará Bankinter.
Excepción
En este grupo de entidades existe una excepción, ya que Popular alcanzó en el incio de la guerra de las comisiones un acuerdo con ING por el que permitía que los titulares de tarjetas del banco naranja sacaran dinero de sus cajeros sin que coste. ING se comprometía a compensar a Popular con una cantidad no hecha pública. Este acuerdo, que sigue vigente según las partes, solo es válido para los cajeros de Popular. El resto del grupo puede aplicar a ING las comisiones correspondientes a los emisores de tarjetas ajenos, es decir un euro. ING debe decidir si repercute o no ese coste a sus clientes.
La realidad es que toda extracción de un cajero distinto a la red de la entidad emisora de la tarjeta va a suponer un coste para esta última. Serán los bancos, individualmente, los que decidan si repercuten, total o parcialmente, dicho coste a sus clientes. Todo indica que dependerá del grado de vinculación que estos mantengan con cada entidad.
http://www.expansion.com/empresas/banca/2015/12/17/56732db646163f6d268b45da.html
S2
PD.- Todos han hecho encaje de bolillos para ir en contra de Ing-direct, ahora falta la respuesta de Ing-direct porque el acuerdo con el Popular es claramente insuficiente.