Un centenar de hipotecados denuncian la estafa de 600.000 euros en derivados financieros
Aseguran que el banco les vendió como un simple seguro un producto de alto riesgo
Un centenar de particulares y pymes de las comarcas coruñesas de A Barcala y Santiago han denunciado ante la Justicia una supuesta estafa por parte de la oficina de Negreira del Banco de Galicia ejecutada mediante contratos de permutas financieras de tipos de interés, conocidos como swaps. Estos hipotecados señalan que, durante todo el año 2007, esta sucursal ofertó a muchos de los clientes que suscribían una hipoteca uno de estos productos financieros de alto riesgo que a ellos, según denuncian, les era vendido como un simple seguro que los protegería ante posibles subidas del tipo de interés de sus créditos.
De hecho, la mayoría conocieron las consecuencias reales de lo que habían firmado durante estas últimas semanas, cuando recibieron por correo una comunicación de la entidad en la que se les informaba del estado de su contrato con fecha de 31 de diciembre del año pasado. En ellas se les notificaban unos saldos deudores que oscilan entre los 3.000 y los 90.000 euros en función del importe del contrato que, paradójicamente, es el mismo que el que figura en sus respectivas hipotecas, pese a que ambos productos están, en teoría, totalmente desligados. En conjunto, los afectados calculan que el volumen total de lo que les pide el banco supera ampliamente los 600.000 euros.
«En ningún momento se les dijo que lo que firmaban eran derivados financieros externos a sus hipotecas, que se utilizan con frecuencia en el intercambio de divisas o en la compra de barriles de petróleo. La totalidad de los afectados creyeron firmemente, porque así se lo aseguró el director del banco, que lo que firmaban eran coberturas ante posibles variaciones al alza del euríbor», apunta Juan José Barreiro, abogado de los afectados, quien advierte de que han sido muchas las entidades bancarias que han ofertado productos similares y que han resultado ser gravemente perjudiciales para sus clientes.
«La práctica totalidad de las instituciones han firmado contratos de este tipo sin explicar a sus clientes, este caso es una prueba de ello, los riesgos que implicaban ni mucho menos evaluar la idoneidad o conveniencia de este producto para cada inversor, como deberían hacer ante clientes minoristas a los que se les debe dar una especial protección», subraya Barreiro.
Intercambio de intereses
Los swaps, o contratos de IRS como se conocen técnicamente, son, según varios expertos consultados, productos financieros a través de los cuales se intercambian flujos de tipos de interés. Es decir, lo que está haciendo en este caso el cliente es cambiar con su banco el tipo de interés variable por un tipo de interés fijo. De este modo si el tipo de interés supera lo pactado es el banco el que paga al cliente el diferencial pactado, mientras que si sucede lo contrario debe ser el cliente el que haga lo propio con la entidad. El problema radica en las enormes descompensaciones que existen si la operación beneficia al banco o al cliente, que abona un diferencial mucho mayor.
El grupo de afectados coruñeses apuntan que han intentado, sin éxito, reunirse con los responsables de su entidad bancaria, por lo que tienen previsto realizar durante los próximos días distintos actos informativos y de protesta ante la sucursal, a la que culpan de una supuesta estafa.
Atenderán las reclamaciones
Tanto los responsables de la sucursal del Banco de Galicia en Negreira como los portavoces consultados en el grupo Banco Popular en Madrid, al que pertenece la entidad gallega, han declinado hacer ningún tipo de manifestación sobre este asunto, subrayando su compromiso de que atenderán todas las reclamaciones individuales que les sean planteadas a través de los servicios de atención al cliente de los que dispone la corporación financiera.