Bosques Naturales apuntó deuda como ingresos, según su auditoria
Bosques Naturales contabilizó operaciones de endeudamiento financiero como si fueran ingresos, según el informe de auditoría de PricewaterhouseCoopers sobre las cuentas de 2003. La empresa rechaza esa interpretación.
Miguel Jiménez / MADRID (18-05-2006)
Entre las diferentes irregularidades que PricewaterhouseCoopers encontró en las cuentas de 2003 de Bosques Naturales, una hacía referencia a la contabilización de deudas como ingresos. PwC señalaba que la empresa ha realizado operaciones de venta de árboles en las que, como consecuencia de la cesión a Bosques Naturales de una parte del usufructo que se obtenga en el momento de la corta y venta de la madera de los árboles vendidos, la sociedad se compromete y obliga a reembolsar al comprador el importe pagado en concepto de precio de venta de los árboles, precio de mantenimiento y los impuestos indirectos aplicables durante el periodo de maduración del árbol o periodos inferiores.
El auditor subrayaba que 'la sociedad ha registrado el precio de venta de los árboles como ingreso del ejercicio; no obstante, de acuerdo con la normativa contable aplicable, esta operación debería tratarse como un endeudamiento financiero.
PwC entendía que el resultado del ejercicio se encontraba sobrevalorado en 424.000 euros, prácticamente el doble del beneficio declarado por la empresa, la cual se hubiera situado en pérdidas de seguir el criterio del auditor.
El endeudamiento financiero y el inmovilizado, según el informe, estarían a su vez infravalorados en aproximadamente 451.000 euros y 27.000 euros respectivamente. Y, además, los ingresos diferidos por mantenimiento de esos contratos, por importe de 176.000 euros, deberían ser reclasificados como endeudamiento financiero.
El consejo de administración de Bosques Naturales no esperó siquiera al informe definitivo del auditor para contestar a sus argumentos. En el informe de gestión del ejercicio 2003, se pronuncia sobre el criterio del auditor de considerar ciertos contratos de venta de árboles como si fueran una operación de financiación clásica, y 'manifiesta su más rotundo desacuerdo con la opinión expresada por los auditores dado que no existe ninguna norma especifica que regule la problemática contable de las operaciones de recompra'. Además asegura 'que la motivación que indujo a vender este producto no fue financiera, sino de comercialización ordinaria como en todos los productos que vende la empresa', 'que Bosques Naturales utiliza los medios de financiación clásicos como son entidades financieras y sus propias ampliaciones de capital' y 'que por tanto procede recoger la venta sin más, reconociendo las pérdidas o beneficios que se produzcan en la misma'.
El ICAC dijo que si no se transmite el riesgo se está ante una operación financiera
PricewaterhouseCoopers fue sustituido como auditor por la firma Iur tras el duro informe emitido por la primera. El nuevo auditor planteó una consulta al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas sobre esa y otras cuestiones resaltadas por PwC. El informe del ICAC en nada quitaba la razón a PwC, aunque en algunos casos dejaba abierta la posibilidad de diferentes interpretaciones.
El nuevo auditor no ha puesto ninguna salvedad a las cuentas de Bosques Naturales de 2005.
Según la respuesta del ICAC, hay que analizar 'la verdadera naturaleza económica que subyace en las operaciones'. En una doctrina que en parte sería de aplicación a los casos de Afinsa y Fórum Filatélico, sostiene que 'para considerar contablemente que se ha producido la enajenación de un bien, será necesario que de las condiciones económicas de estas operaciones se desprenda que los riesgos y ventajas sustanciales inherentes a la propiedad del bien han sido efectivamente transmitidos'.
Así, 'en aquellos contratos en que no se hayan transmitido los riesgos y ventajas, por aplicación del principio de prudencia (…) habrá que considerar que estamos ante una oper