Blog grandioso:
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Pero hoy no voy a hablar de eso, sino de uno de los más divertidos efectos colaterales de esta hipnótica crisis: la proliferación de un nuevo arquetipo mediático consistente el economista showman, que sale por la tele con frecuencia, tertuliano en la radio, que escribe libros divulgativos "para el que no sabe de economía" y hace gala de cierta telegenia. Economistas icónicos que son los que construyen la imagen pública que el ciudadano de a pie se hace de lo que está pasando en economía.
Obviamente, esta bizarra categoría de creadores de opinión económica está sujeta a las mismas reglas que gobiernan el competido y concurrido mundo de las estrellas de la tele: han de tener gancho, hablar de manera clara y fácilmente comprensible, tener un aspecto fácilmente reconocible, hacer teatro, ser escandalosos... Quiero decir: los que divulgan las teorías no son ni remotamente los más cualificados, sino que son, sencillamente, los más "espectaculares". Para ser un buen tertuliano es mejor hablar como Jorge Javier Vázquez que hacerlo como Vila-Matas, así que en general los info-showmen suelen ser gente muy pintoresca.
Eso sí, hay una prerogativa que han de cumplir: hacer predicciones.Los economistas se pasan todo el puto día jugando a hacer predicciones, obsesivamente. Siempre fallan, pero mientras tanto, se ganan el pan saliendo por televisión sus especulaciones más peregrinas y epatantes, que es de lo que viven.
Hoy en día, los cuatro info-showmen más apetitosos son en mi opinión Niño Becerra, Roberto Centeno, Nuriel Roubini y Geald Celente : no los he escogido porque sean grandes economistas, sino porque son grandes teleñecos. Y eso es lo único que importa en televisión.
Niño Becerra:
En cualquier caso, lo suyo es palomiteo de primera calidad: sus videos enganchan, son como las películas catastróficas de Roland Emmerich. Es un icono generacional (es habitual en los blogs de los universitarios que se huelen un futuro negro) y la gran referencia de todos los info-showmen. Lo más simpático es que el tío es muy friki: no se casa con nadie políticamente, la "intelligentsia" no la hace ni caso, y en general es un paria en el escenario económico. Nunca será ministro, ni nada que se le parezca. A su manera, lo veo honesto: alguien con un aspecto tan molón (de tan demodé) no puede ser un completo gilipollas.
Roberto Centeno:
Pero si su trasfondo es el mismo, en realidad se trata de personajes bien diferentes: mientras el anterior habla única y exclusivamente de economía, Centeno salpimenta su discurso con referencias a Zapatero, Rajoy, el sistema autonómico, Pajín, etc. etc. llevando peligrosamente su tesis hacia un localismo político de "las dos Españas" muy cutre, error que no comete Becerra (que, a fín de cuentas, es bastante imparcial en cuestiones ideológicas). Y obvio decir que el subtexto político promulgado por Centeno es el del facherío de toda la vida: según él, buena parte de los problemas de hoy en día se deben a que España sobran vagos y maleantes, la culpa es de Zapatero, sobran funcionarios etc. etc. Su apuesta por el apocalipsis tiene por tanto más voluntad política que económica: según él, todo se podría solucionar con un cambio de gobierno y la disminución del estado. Con lo cual, está claro a quién apoya indirectamente: Espe, Cascos y Rosa Díez. Es, por tanto, un merluzo con todas las letras. Pero un merluzo que anima muy bien las tertulias.
Un saludo