En relación a este tema, señalar que las inyecciones de capital son sólo una de las formas que tienen los poderes públicos de rescatar al sistema bancario.
Otras son menos obvias, pero todas persiguen el mismo objetivo: transferir riqueza desde los hogares al sector bancario.
Un reciente artículo de Michael Pettis (http://www.creditwritedowns.com/2011/01/the-real-cost-of-chinese-npls.html) sobre el tema señala otras medidas más sutiles que se utilizan habitualmente:
-Incrementar la pendiente de la curva de tipos
-Imponer un spread elevado entre los tipos que los bancos pagan por depósitos y los que cobran por créditos. Señala que esta es una medida más fácil en sistemas con mucha intervención pública, como China. No obstante, también en España hemos visto como el BdE hace todo lo que puede para evitar que las entidades suban las remuneraciones en los depósitos.
-Mantener los tipos artificialmente bajos beneficiando a los deudores y perjudicando a los ahorradores. Esto es evidente que está sucediendo.
Todas estas medidas se están aplicando en la actualidad, así que todos vamos a pagar la recapitalización del sistema bancario ( y especialmente en España, la de las Cajas).
Será a través de mayores impuestos, de mayor inflación, de menores remuneraciones al ahorro o, probablemente, una combinación de todas las anteriores, pero de pagar parece que no nos libra nadie.
En rigor, esto no debería ser necesariamente así, podría optarse por que las pérdidas las asumieran los agentes a los que les corresponde según la lógica financiera, es decir, quienes invirtieron (ya sea en capital o deuda) en las entidades y recibieron una remuneración por asumir ese riesgo. Pero desde los poderes públicos se ha decidido que esto no es conveniente (con la posible excepción de Islandia) y lo que se pretende es distribuir esas pérdidas entre la sociedad en su conjunto, que en la práctica supone traspasarlas a los ahorradores, es decir, a los hogares.
Un saludo
PD: En España parece que se ha descartado claramente la opción islandesa (quizá impracticable al no tener una moneda propia) y se opta por la irlandesa. Y esto pese a que la irlandesa a estas alturas parece haber sido un completo desastre al arrastrar al Estado en la caída de los bancos. Y este fin de semana medio gobierno irlandés ha dimitido y se han anunciado elecciones para marzo, así que ya veremos cómo acaba.