Pues que no te pase lo que me ocurrió a mí con el Deutsche Bank. Cuando estuve en Alemania, mi madre me abrió una cuenta en el DB a su nombre y al mío (dos cotitulares). Mi madre falleció. Intenté cerrar la cuenta porque iba a cambiar de residencia a Austria y me dijeron que se tenía que personar. Les dije lo que había ocurrido y me dijeron que les presentase Certificado de Defunción y Testamento. Me envió mi padre la documentación y me dijeron que no entendían el castellano, y me exigieron que un traductor oficial (que costaba un web y medio) se lo tradujese al alemán... Me fui a Austria dejando la cuenta abierta, a cero pero abierta, y finalmente volví a España y todavía siguen enviando publicidad a casa de mi padre, jajaja y han pasado 20 años desde entonces, jajaja.
Algun día me moriré, pero la cuenta del Deutsche Bank... ¡¡seguirá abierta a nombre de las difuntas!! Lo que digo siempre, la realidad supera con creces a la ficción...
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.